Primero amar es tan subjetivo como la misma palabra. En otras palabras: sentimientos que se encuentran cuando ves, sientes o compartes tiempo con esa persona. Por lo tanto amamos a diferentes tipos de personas. Como resultado amamos de diferentes formas y nos expresamos de diferentes formas. Sin duda los poetas, almas tristes, perdidas o con una mirada introspectiva. Por otro lado palabras enarboladas de diferentes maneras logran expresar el amor de manera perfecta y sin palabras de más. Ademas intérpretes del amor para enseñarnos, para sentirlo, para ser parte del amor que ellos amaban o sufrían. En definitiva con una introducción de pocas palabras los dejo con los 10 poemas de amor. Del mismo modo para mí lo muestran de diferentes formas. Espero que las disfruten y se sientan identificadas con cada una de ellas.
Poemas de amor: “Espantapájaros: al alcance de todos”
Se miran, se presienten, se desean,
acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
codician, se palpan, se fascinan,
mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan.
Oliverio Girondo
Poemas de amor: Sólo Dios
Yo sé que fieros, hambrientos
dos ojos, en ti clavados,
siguiendo van tus cuidados,
miradas y movimientos.
Por más que sigan atentos
los giros de tu pasión,
podrá ser que la ocasión
sin aprovechar se queden…
¡Pues vigilarte no pueden
las telas del corazón!
Yo sé que una mano artera,
porque te olvides de mí
separaría de ti
cuanto en mi pensar te hiciera.
Su dueño, infeliz, espera,
que al suprimir mi visión,
logrará que tu pasión
desamparada se quede…
¡Pero robarte no puede
mi sombra del corazón!
Yo sé que el labio de un hombre
por tu amor capaz de todo,
recoge, a montones, lodo,
para volcarlo en mi nombre.
Me callo, sin que me asombre
la bajeza de su acción;
de su vil difamación
si queda rastro que quede…
¡Yo sé que manchar no puede
mi nombre en tu corazón!
Y ojos, mano y labio impío,
apostados, en acecho,
para robarte del pecho
tu corazón todo mío,
lucharán en el vacío,
sin lograr su pretensión,
hasta que de mi pasión,
libertada por Dios quedes…
¡Porque ni tú misma puedes
mandar en tu corazón!
Almafuerte
Poemas de amor: Cielo
mirando el cielo
me digo que es celeste desteñido (témpera
azul puro después de una ducha helada)
las nubes se mueven
pienso en tu rostro y en ti y en tus manos y
en el ruido de tu pluma y en ti
pero tu rostro no aparece en ninguna nube!
yo esperaba verlo adherido a ella como un
trozo de algodón enyodado dentro de la tela adhesiva
sigo caminando
un cocktail mental embaldosa mi frente
no sé si pensar en el cielo o en ti
y si tirara una moneda? (cara tú seca cielo)
no! tu ser no se arriesga y
yo te deseo te de-se-o!
cielo trozo de cosmos cielo murciélago infinito
inmutable como los ojos de mi amor
pensemos en los dos
los dos tú + cielo = mis galopantes sensaciones
biformes bicoloreadas bitremendas bilejanas
lejanas lejanas
lejos
sí amor estás lejos como el mosquito
sí! Ese que persigue a una mosquita junto
al farol amarillosucio que vigila bajo el
cielo negrolimpio esta noche angustiosa
llena de dualismos.
Alejandra Pizarnik
Poemas de amor: Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides… Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…
Alfonsina Storni
Poemas de amor: Viceversa
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
Mario Benedetti
Poemas de amor: Dame tu brazo, amor, y caminemos…
Dame tu brazo, amor, y caminemos,
dame tu mano y sírveme de guía.
Ya no quiero saber si es noche o día:
mis ojos están ciegos. Avancemos.
Dame tu estar, amor, en los extremos,
tu presencia y tu infiel sabiduría:
por los caminos de la sangre mía
ya no sé si es que vamos o volvemos.
Y no me digas nada. No es preciso.
Deja que vuelva al pórtico indeciso
desde donde no escucho ni presencio:
Todo fue dicho ya, tan a menudo,
que ahora tengo miedo, amor, y dudo
de aquello que está al borde del silencio.
Julia Prilutzky Farny
BOLERO
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.
Julio Cortázar
Decretos de Necesidad y Ausencia
(Los Sallieri de Trombini)
Toda mi sangre es un temor inmenso
Julia Prilutzky Farny
(I)
Toda ella, un temblor. Un latido.
Todo lleva hacia los demonios del miedo.
Sabe que es un invento. Un ensayo, subsistencia. Una artimaña.
Un aferrarse a rocallosas vidas.
Sin embargo, mentirosamente, amorosamente, lo dibuja.
Lo dibuja en la patria de los sueños:
Quiero decirte que siento nostalgias de ti.
Que se me vuelven los pasos de extrañarte.
soy una ojera que camina.
Que soy un ojo seco y una mirada húmeda.
Daría todo lo que tengo por estar contigo.
Por supuesto —tú lo sabes, elegiría el mar—.
Puede ser en las dunas. En el acantilado.
En los tugurios donde se juntan los marineros con las putas.
Daría todo. Todo. Lo que más amo.
Daría mi “libro de los muertos”.
Mi ruiseñor de Keats.
Mis zapatos de cristal. Mi elefante de jade.
Los misterios del rosario. Las corcheas de oro.
Mi anillo de amatista. El caracol de mar.
Fíjate, hasta daría el sombrero de paja, cinta azul.
Te pediría una noche en una estalactita de cristal rosado.
Te preguntaría tantas cosas.
Recorrería con mis dedos las marcas de tu ausencia.
Sería tu nana, tu nodriza, tu hermana.
Me volvería pasionaria. Junco. Ceibal en flor.
Mordería tu silencio y tu grito. Anegaría el huerto con tus ojos.
Cercenaría tu temor espejo.
(II)
Él, viene del país inexplorado de la Misoginia
Ama y odia en ella a todas las mujeres de sus secretas vidas.
Rabiosamente la odia. Muerte pasión, martirio.
Tanto le odia como tanto le miente.
Dulce destierro, pasionaria, salvia.
Odia en ella a aquéllas que se han ido.
Madre, padre, hermanos, hijos.
Hace callar sus ojos y con ellos anuda su corbata.
Se abotona la boca y la camisa.
Se peina la cabeza, disputa, calla, grita.
Hunde la espina en su dedo meñique.
Desafía la picana en el vientre.
Arranca la obediencia del pecho.
Anuda los cordones de sus ansias zapatos.
Va al correo del viento.
Y firma.
Firma decretos de necesidad y ausencia.
Afuera todo tiembla
Es verano y los brotes explotan.
Sin embargo punza el frío y el miedo.
La muerte se desnuda frente del espejo
A medida que existen los dedos se adormecen
Adormecido cuerpo. Leyes apócrifas.
No saben si es naufragio de piel. Necesidad. Ausencia.
saben si viven porque mueren.
Pero duele el frío.
Hasta los huesos, amor. Hasta los huesos.
Amelia Arellano
Poemas de amor: Y porque amor combate
no sólo en su quemante agricultura,
sino en la boca de hombres y mujeres,
terminaré saliéndole al camino
a los que entre mi pecho y tu fragancia
quieran interponer su planta oscura.
De mí nada más malo
te dirán, amor mio,
de lo que yo te dije.
Yo viví en las praderas
antes de conocerte
y no esperé el amor sino que estuve
acechando y salté sobre la rosa.
Qué más pueden decirte?
No soy bueno ni malo sino un hombre,
y agregarán entonces el peligro
de mi vida, que conoces
y que con tu pasión has compartido.
Y bien, este peligro
es peligro de amor, de amor completo
hacia toda la vida,
hacia todas las vidas,
y si este amor nos trae
la muerte o las prisiones,
yo estoy seguro que tus grandes ojos,
como cuando los beso
se cerrarán entonces con orgullo,
en doble orgullo, amor,
con tu orgullo y el mío.
Pero hacia mis orejas vendrán antes
a socavar la torre
del amor dulce y duro que nos liga,
y me dirán: -«Aquella
que tú amas,
no es mujer para ti,
por qué la quieres? Creo
que podrías hallar una más bella,
más seria, más profunda,
más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera,
y qué cabeza tiene,
mírala cómo se viste
y etcétera y etcétera.»
en estas líneas digo:
así te quiero, amor,
amor, así te amo,
así como te vistes
y como se levanta
tu cabellera y como
tu boca se sonríe,
ligera como el agua
del manantial sobre las piedras puras,
así te quiero, amada.
Al pan yo no le pido que me enseñe
sino que no me falte
durante cada día de la vida.
Yo no sé nada de la luz, de dónde
viene ni dónde va,
yo sólo quiero que la luz alumbre,
yo no pido a la noche
explicaciones,
yo la espero y me envuelve,
y así tú, pan y luz
y sombra eres.
Has venido a mi vida
con lo que tú traías,
hecha
de luz y pan y sombra te esperaba,
y así te necesito,
así te amo,
y a cuantos quieran escuchar mañana
lo que no les diré, que aquí lo lean,
y retrocedan hoy porque es temprano
para estos argumentos.
Mañana sólo les daremos
una hoja del árbol de nuestro amor, una hoja
que caerá sobre la tierra
como si la hubieran hecho nuestros labios,
como un beso que cae
desde nuestras alturas invencibles
para mostrar el fuego y la ternura
de un amor verdadero.
Pablo Neruda
Poemas de amor: De otoño
Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora
con aquella locura armoniosa de antaño?
Ésos no ven la obra profunda de la hora,
la labor del minuto y el prodigio del año.
Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi corazón!
Rubén Dario
10 poemas con 10 poetas excepcionales en el arte de escribir fueron mi mejor forma de demostrarles lo que realmente siente uno en el amor. De la forma más humilde y breve posible yo les muestro uno de los mios, espero que les guste y sepan disculpar si no es así. Con un poema de mi autoría me despido hasta la próxima entrada.
¿Estás lista para dormir?
Te pusiste el pijama,
te lavaste los dientes
rezaste en la mente,
pensaste en la gente,
alimentaste el alma,
soñaste tu vida,
pensaste en el día
sonreíste porque si,
te encontraste,
por mi suerte,
frente a mí.
Me miraste,
dijiste buenas noches
me deseaste dulces sueños
nos acurrucamos de tu parte del colchón
me besaste el corazón y lentamente nos dormimos.
Fernando Miguelez
En definitiva esperamos que estos 10 poetas de amor te hayan gustado y te hayan transportado al mundo del amor.