La Pogonofobia

La pogonofobia: La barba es una de las tendencias más destacadas de los últimos tiempos en cuanto a estética masculina se refiere. Y lo que es más, algunos estudios sugieren que los hombres con barba son más atractivos. Lo cierto es que la barba siempre se ha asociado a un símbolo de masculinidad. Y a lo largo de los siglos ha representado virtudes masculinas. Sabiduría, fuerza, status social o destreza sexual son algunas de las virtudes que se le asocian a los hombres barbudos. No obstante, para muchos también es considerado motivo de fobias.

La pogonofobia es un término acuñado en el año 1851 que significa el miedo irracional que sienten algunas personas hacia las barbas. Especialmente hacia las más largas y pobladas. Al igual que ocurre con otro tipo de fobias. La pogonofobia varía dependiendo de la persona que la sufre, por lo que puede ser más o menos acusada. Lo que parece claro es que, más allá de describir el odio hacia las barbas. La pogonofobia describe el miedo hacia el vello facial.

Síntomas

Esta fobia afecta a la calidad de vida de las personas que la sufren. Mientras algunos pogonofóbicos sienten miedo solo a los bigotes, otros padecen la fobia ante las barbas. Los sujetos con esta fobia experimentan síntomas que pueden ser cognitivos, conductuales y físicos.

Entre los síntomas cognitivos destacan el miedo, la angustia, la confusión y la falta de concentración. Los sujetos con pogonofobia suelen evitar el estímulo temido, lo que haría referencia a un síntoma conductual. Algunos de los síntomas físicos son: hiperventilación, pulso acelerado sudores y temblores, náuseas y vómitos y boca seca.

Causas

Las causas para desarrollar una fobia suelen ser múltiples y variadas y dependen de diferentes factores que se relacionan. Los más habituales que pueden desencadenar la aparición del miedo irracional son:

Posibles experiencias negativas o traumáticas

Son experiencias vividas normalmente en la infancia (según indican algunos estudios suele ocurrir entre los cuatro y ocho años de edad) y que están relacionadas con una persona con barba. Bigote o abundante vello facial.

Aunque el suceso traumático haya sido con una persona concreta, y en una situación determinada. Nuestra mente generaliza a otras personas con características similares y ante su presencia aparece la misma respuesta de miedo que la primera vez.

Motivos culturales

Como comentábamos anteriormente, en algunas culturas la barba se asocia a poder, estatus o sabiduría. Pero en otras ocasiones se relaciona con un aspecto descuidado, falta de higiene, personas enfermas o sin hogar, etc.

Con frecuencia, la persona fóbica relaciona a alguien con barba con este segundo grupo y por eso tienden a evitarlos. Parece que por regla general las personas afeitadas inspiran mayor confianza y seriedad. Por eso la mayoría de los políticos, tanto de nuestro país como del extranjero no suelen llevar barba.

Desde los atentados de 11 de septiembre en Estados Unidos, se observó un aumento de esta fobia. Porque los terroristas que cometieron el atentado tenían en su mayoría una barba muy poblada.

Aprendizaje

La fobia a la barba también puede aprenderse por observación. Es decir, si los padres o personas de referencia tienen esta fobia, es muy posible que se acabe transmitiendo a los hijos, que aprenden que a las personas con barba hay que temerlas o que no son de confianza.

La Pogonofobia

En algunos casos se ha comentado que las fobias podrán tener un componente genético que se hereda, ya que en muchas ocasiones los padres e hijos comparten la misma fobia. Numerosos estudios han demostrado que no existe un componente genético y que el motivo por el que padres e hijos tienen miedo a las mismas situaciones o estímulos es debido al aprendizaje.

En este caso, el niño aprende que a las personas con barba o vello facial hay que temerlas porque es el patrón de comportamiento que ha aprendido de sus padres o de sus personas de referencia.

Neurobiología

Algunas teorías demuestran que en algunas áreas del cerebro, como la corteza prefrontal y la amígdala, almacenan los acontecimientos peligrosos y posteriormente ante situaciones similares se recuperan esas sensaciones almacenadas provocando las mismas reacciones que en la primera ocasión que se presentaron.

En el caso concreto de la amígdala se ha demostrado que puede desencadenar la liberación de las hormonas de lucha o huida, que disponen el cuerpo y la mente en un estado de gran alerta y estrés para afrontar las situaciones que se consideran amenazantes o peligrosas.

Tratamiento

Como en el caso de otras fobias, padecer pogonofobia puede ser muy invalidante para la persona. Además del estrés y la ansiedad que suponen estar continuamente en alerta para evitar o afrontar estas situaciones y. Teniendo en cuenta que en cualquier momento puede aparecer el estímulo, suele perjudicar también las relaciones familiares y sociales.

Hoy en día en nuestra sociedad, cada vez es más frecuente que los hombres luzcan barba y en muchas ocasiones muy poblada. Por lo que esta moda supone un grave problema para las personas con pogonofobia.

Siempre que una fobia nos cause molestias y tengamos que modificar nuestros hábitos o vida cotidiana por ella. Es aconsejable acudir a un profesional para poder tratarla, erradicarla y así recuperar una vida normalizada.

Existen diferentes tratamientos en función de la orientación del terapeuta. Dependiendo de la persona y de la gravedad de la fobia el tratamiento recomendado será uno u otro.

Técnicas de exposición el estímulo temido

El objetivo de esta técnica es ir exponiendo de forma gradual a la persona al estímulo que teme, en este caso la barba. Hasta que no le cause ningún temor ni ansiedad.

Suele hacerse de forma gradual, empezando por los estímulos que provocan menos malestar. Por ejemplo ver una foto de una persona con poco vello facial, hasta llegar al más temido. Por ejemplo tocar la barba poblado de una persona.

De esta forma se consigue que. Igual que la persona en su momento asocio la barba con algo peligroso o temido. Pueda comprobar por si misma que no se encuentra en peligro al enfrentarse a estas situaciones. Y así poco a poco el miedo se va desasociando o aprendiendo que la barba no es sinónimo de peligro.

De forma general se considera que cualquier tratamiento de la fobia debe incluir esta técnica para afrontarlo.

Desensibilización sistemática

Esta técnica tiene algunos aspectos en común con la anterior. Igualmente se trata de conseguir que la persona deje de asociar la barba con miedo o temor. Para ello se realiza un listado de todas las situaciones relacionadas con la barba que le producen miedo.

La lista se hace en colaboración con el terapeuta y se ordenan las situaciones de menor a mayor grado de malestar. El paciente empieza enfrenándose a la primera, bien en vivo o en imaginación. Y no se pasa a la siguiente situación de la lista hasta que el grado de ansiedad y malestar haya disminuido por completo.

La Pogonofobia

Habitualmente, esta técnica se utiliza en conjunto con las técnicas de relajación que se aplican después de enfrentarse al estímulo para ayudar a disminuir el nivel de activación que ha provocado la ansiedad.