La fuerza de voluntad es el motor que nos impulsa a conseguir nuestras metas. Por lo tanto es esencial en nuestra vida. Es por ello que el día de hoy te queremos ayudar con varios consejos muy prácticos para responder la famosa pregunta que muchos tienen ¿Cómo tener fuerza de voluntad?. Síguenos leyendo y entérate.

Objetivos claros

Uno de los posibles motivos por los que no se consigue mantener la fuerza de voluntad para hacer algo es el desconocimiento y la falta de seguridad en lo que queremos. Proponerse objetivos claros y conocer la manera de llevarlos a cabo es fundamental y ayuda a que podamos generar la suficiente motivación y fuerza de voluntad para perseguirlos.

Divide los objetivos

Dividir un objetivo difícil en mini objetivos o mini retos más asequibles y planificar las “mini acciones” que permitirán conseguirlos ayuda a focalizar el esfuerzo y la fuerza de voluntad, facilita alcanzar esos logros parciales y estos mejoran la autoestima y proporcionan motivación extra para continuar.

Evalúa tus hábitos

 Si tratas de mejorar tu fuerza de voluntad, es probable que tu falta de control de los impulsos afecte negativamente algún área de tu vida. Algunas personas tienen dificultades con la fuerza de voluntad a lo largo de toda su vida, mientras que otras tienen una “debilidad” específica cuando se trata de la fuerza de voluntad. Determina el área en la que te gustaría mejorar y, si hay diferentes áreas en las que quieres hacerlo, tal vez quieras lidiar con una a la

Lleva un registro de tus actividades

Cómo tener fuerza de voluntad

Lleva un diario en el que anotes los momentos en que empleas tu fuerza de voluntad. Anota tus intentos por controlar tus impulsos, incluyendo los exitosos y los fallidos en el aumento de tu fuerza de voluntad. Asegúrate de incluir los detalles que puedan ayudarte a evaluar la situación más adelante.

Externaliza y confía tu voluntad en alguien

 La atención se focaliza sobre todo con interacción social porque genera cierta tensión y recompensa inmediata cuando consigues tus resultados o los compartes. Así que compartir tus propósitos con los demás te ayudará a aumentar tus niveles de atención. Contar con un apoyo extra es formidable.

Ajusta tu sistema de creencias

Dicen que si piensas que puedes ganar, ya la mitad del trabajo está hecho. Así que olvídate de pensamientos y creencias derrotistas. Si ajustas tu sistema de creencias en los siguientes aspectos, pues te aseguro el éxito en todo lo que te propongas: Positivismo, mentalidad de ganador, capacidad de alcanzar lo que te propongas y sobre todo, creer en ti y en la decisión que tomaste. Todas estas actitudes irremediablemente fortalecerán tu fuerza de voluntad.

Rodéate de buenas compañías

El entorno puede ayudar o entorpecer, por eso, procura rodearte de personas por las que te sientas aceptado, apoyado y animado a cumplir tus metas.

Date una recompensa

Date un premio, también te lo mereces. Incentívate con recompensas que te hagan luchar y esforzarte por aquello que estás trabajando.

Haz de la mejora de tu fuerza de voluntad un juego, en donde el premio que te estará esperando al final es un beneficio para ti: quedarte tarde en la cama, tu comida favorita, irte de escapada el fin de semana o salir a cenar a tu restaurante preferido.

Pensarás en ese premio en lugar de en tirar la toalla. Conseguirás aumentar tu motivación y ayudarás a tu fuerza de voluntad a seguir creciendo.

Perdona tus errores

 Cometer errores es inevitable y humano, pero tu fuerza de voluntad será más fuerte si logras superarlos. El problema es cuando nos quedamos enganchados a través de la culpa, que es muy adictiva, y los vivimos como un fracaso. «Perdonarte a ti mismo por tus errores aumenta la motivación y el compromiso con tus metas».

Haz ejercicio

Lo que para muchas personas es un objetivo a cumplir puede servir asimismo para ayudarnos a incrementar la fuerza de voluntad para hacer otras. Tensar y destensar los músculos puede ayudarnos a fortalecer no solo nuestro cuerpo sino también nuestra mente, liberándose endorfinas y mejorando nuestra sensación de competencia. Además, requiere de un esfuerzo que hace que parte de nuestra atención se desvíe de la posible tentación.

Elimina el estrés

Ten en cuenta que el estrés puede ser una barrera para el progreso. Independientemente de tu meta específica, el estrés producido por el trabajo o por los eventos cotidianos tiene el potencial para arruinar tu progreso. Quizás necesites emplear técnicas para reducir el estrés tales como hacer ejercicio, dormir lo suficiente y darte un tiempo de inactividad.

Mantén tu meta en tu mente

Establecer pequeños pasos para llegar a un objetivo final es una buena forma de aumentar tu fuerza emocional en tu día a día. En muchos casos, la capacidad de visualizarte en el final y de disfrutar del camino es lo mejor que puedes hacer para obtener más fuerza de voluntad.

Organízate

Todos tenemos muchos objetivos a lo largo de la vida. Sin embargo, si tenemos como objetivo encontrar pareja, hacer deporte, ser más productivo en el trabajo, bajar de peso, apuntarnos a un cursillo de cocina y hacer tres másters y dos doctorados vamos a terminar por no hacer nada o por agotarnos. Debemos tener en cuenta que no podemos hacerlo todo a la vez. Y mucho menos si lo que intentamos es entrenar la fuerza de voluntad: lo más recomendable y sano es identificar un elemento cada vez y centrarnos en él.

Entrena tu voluntad

Una de las claves para saber cómo entrenar la fuerza de voluntad es pensar en ella como si fuera un músculo. De esta forma, al igual que cualquier otro músculo, la fuerza de voluntad se puede fortalecer a través del esfuerzo y del tiempo.

Para conseguirlo, deberás proponerte diferentes tareas que requieran de cierto esfuerzo pero que no sean demasiado difíciles de conseguir. Un buen ejercicio es intentar cepillarte las dientes con la mano contraria con la que sueles hacer, o cerrar las puertas de manera diferente a cómo lo haces habitualmente. A través de pequeñas muestras de autocontrol podrás mejorar tu fuerza de voluntad y la energía motriz que hay detrás de ella.