A continuación te traemos una recopilación de historias sobre la leyenda de la banshee el lamento de Irlanda.

La banshee

Se cuenta que la banshee es una entidad que aparece, cuando alguien está a punto de morir. Indican que no es una sola entidad sino varias. Su llanto es el primer indicio de que se encuentran cerca. Muchas veces no son vistas pero se pueden oír sus lamentos.

Autores como el periodista escocés Lewis Spence (1874-1955) refieren que no sólo son escuchadas por familiares y gente cercana al próximo difunto. Sino que en ocasiones especiales, se presentan directamente al destinado.

Dependiendo de la banshee y la familia a la que sirve, su llanto y aspecto pueden variar.

Características

Algunas fuentes la representan como una bella joven de lánguida y pálida apariencia. Con largos cabellos blancos o rubios y ojos rojos como el infierno. Bajo esta forma, su lamento es lastimero pero reconfortante, anunciando el final del camino.

Otros autores la describen como una pequeña mujer envuelta en una capa. O como una aterradora anciana de ojos hinchados y enrojecidos por el llanto. Cuyo grito desgarrador e hiriente rompe el silencio y perturba los corazones de los parientes que tienen el infortunio de oírla. Ella aplaude, gime, ruge llamando la atención, y de acuerdo con la región se le ve vestida de verde, blanco o completamente de negro.

Brian Boru: el Gran Rey de Irlanda

Entre las leyendas que se cuentan sobre Brian Boru (941-1014), el Gran Rey de Irlanda, destaca la aparición de Aibhill, quien se convertiría en una de las banshees, una bella dama que poco antes de la Batalla de Clontarf (que libraría contra las hordas vikingas), le anunció que moriría.

La banshee

 No obstante, Boru combatió́ con valentía y los invasores fueron exterminados. Aliviado porque la terrible predicción no se cumpliera, se retiró́ a su campamento a rezar. Poco después sería asesinado mientras oraba. Se cree que es posible que Aibhill se mostrara ante Boru con la intención de que el rey eligiera sucesor.

La muerte de Boru no fue la última que esta mujer advirtió. A través del tiempo, cada vez que un miembro de la casa O’Brien –descendientes de Boru– estaba a punto de pasar al ‘otro lado’, Aibhill, la banshee de la familia, se aparecía presagiando la desgracia.

 La Banshee: Irene Mc Cormack, de Andover

Me encontraba exhausta y triste, dispuesta a descansar después de un día agotador. Mi madre está internada en el hospital de Winchester con pronóstico reservado.
El silencio de la noche, se vio interrumpido por un lamento perturbador, horrible.
Me levante temblando de la cama, baje asustada las escaleras. El perro ladraba muy alterado y daba vueltas jadeando al comedor de la casa. Todo estaba cerrado. Para no estar sola en el dormitorio subí al perro conmigo.

El lamento continúo por unos cuantos minutos, parecía provenir de las afueras del jardín. Me senté en la cama y aterrada esperé el amanecer. El sol poso sus primeros rayos sobre la casa y junto a él. La policía con un mensaje anunciando que debía acudir de forma inmediata al hospital. Mi madre estaba agonizando.

Llegue al hospital. Tome la mano de mi madre, que descansaba plácidamente. Ella falleció pocos minutos después, era como si me hubiera estado esperando.
El día después del funeral, cuando la rutina diaria comenzaba lentamente a volver a la normalidad comente los hechos sucedidos aquella noche a mi marido. Muy tranquilo y con total normalidad me aseguro que lo había oído era a la banshee. (Irene Mc Cormack, de Andover, año 1979).

Un guardián

En el año 1964 O’Barry servía como oficial administrativo en las Fuerza Aérea estadounidense en el Extremo Oriente.

“Recuerdo que aquel día me desperté sobresaltado por un fuerte aullido alrededor de las seis de la mañana. Me incorpore bruscamente en la cama, y el pensamiento de la banshee ocupo mi cabeza. El sonido se volvía más fuerte, por momentos aumentaba y en otros disminuía, finalmente a los poco minutos desapareció. De golpe una tristeza abrumadora recorrió mi cuerpo. Supe que mi padre había muerto. Dos días después me notificaron que efectivamente así había ocurrido.

La banshee despareció de mi vida por más de 17 años. Me encontraba en un viaje de negocios en la ciudad de Toronto, Canadá.

Nuevamente estaba en la cama, leyendo el periódico local, cuando percibí de repente aquel horrible sonido inconfundible. Pensé en mi esposa, en mi hijo, en mis hermanos y susurre en voz baja “Dios mío, Dios mío, no dejes que sea uno de ellos”.

Los hechos ocurrieron el día 22 de noviembre de 1963; la hora poco después del mediodía, la banshee estaba llorando la muerte de un amigo mío, el presidente John F. Kennedy, de ascendencia irlandesa.

¿Sonidos que anuncian la muerte?

Lo que resulta más aterrador en el aullido de la Banshee, es que es un sonido perforador capaz de romper vidrios. Otros lo describen como un canto suave y hasta agradable al oído. Así como hay otros que lo comparan como al sonido de unas uñas arañando una pared o pizarra.

Pero todas las descripciones coinciden en que es sumamente aterrador, sobre todo porque con esos llantos las Banshees anuncian que la muerte está cerca.

Según la leyenda la Banshee se presenta siempre de noche, no suele aparecer físicamente pero siempre se deja oír. Sin embargo, cuando lo hace suele manifestarse como una lavandera que está restregando ropa manchada de sangre. O como una perturbadora sombra que permanece en la lejanía o también aparece en el río lavándose o peinándose el cabello.

Además, se cuenta que era muy habitual verlas merodear por los alrededores de las casas de los familiares a los que estaban asociadas.

Pero con los años, y a medida que dichos apellidos fueron separándose en otros árboles genealógicos y otros miembros, estas damas de lo siniestro empezaron a ser menos visibles

Puede ser un mito, una leyenda, o algún espíritu errante. El “alma en pena” es considerada por muchas familias irlandesas como el “espíritu de la familia”. Un espíritu que asiste momentos antes de la muerte, facilitando la transición entre la vida y la muerte.

Las Banshee, se han escuchado con más frecuencia de lo que se han observado. A medida que se mueven en la oscuridad describen un sonido de aleteo, como el sonido producido por las aves al tomar vuelo.

Suelen deambular por los bosques, haciendo escuchar sus lamentos cerca de árboles, ríos y grandes piedras. Su anuncio es escuchado por los familiares de la persona moribunda, y es utilizado como una advertencia, una última oportunidad para decir adiós.

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