Errores al hornear bizcochos:

Finaliza el tiempo de horneado, tu bizcocho ha subido muchísimo, parece esponjoso y luce perfecto. Así que te dispones a sacarlo del horno para dejar que se enfríe y probarlo y en ese justo momento, ¡se desinfla! ¿Qué ha pasado?. Sin duda, esta es una situación que hemos vivido todos los amantes de la repostería alguna vez. Es por ello que te traemos los errores al hornear bizcochos.

Errores al hornear bizcochos:

Abrir el horno antes

La norma del bizcocho perfecto dice que no podemos abrir el horno antes de los primeros 30 minutos de cocción, de manera que romperla puede producir que la torta se desinfle.

Lo cierto es que este factor está estrechamente relacionado con el punto anterior, ya que al abrir el horno antes de lo recomendado produce un cambio brusco de temperatura en la masa que hace que pierda aire y volumen. Por este motivo, jamás abras la puerta del horno antes del tiempo estipulado.

 Bizcocho crudo

Puede suceder que por fuera parezca que el bizcocho está listo e, incluso, ya haya transcurrido el tiempo de horneado y todo parezca perfecto pero, lo sacamos del horno y de repente se baja.

Encima, lo abrimos y vemos que no se ha cocinado correctamente, ¿por qué? Lo cierto es que son varios los factores que pueden influir en este hecho, ya que entran en juego la temperatura del horno, los ingredientes, el molde e, incluso, la posición del bizcocho dentro del horno.

Aunque, en general, uno de los principales problemas suele ser que el horno se ha precalentado en exceso o la temperatura es muy alta, provocando que el bizcocho suba muy rápido, se haga por fuera y no permita que se acabe de cocinar por dentro, haciendo que al cambiar de temperatura sacándolo del horno se baje

Demasiado polvo de hornear

Si pensabas que por añadir más polvos de hornear de los indicados en la receta conseguirías un bizcocho más esponjoso. debes que este es otro de los errores al hornear bizcochos.

De hecho, el exceso de este tipo de impulsor produce, justamente, el efecto contrario.

Dentro del horno sí ejerce su función y consigue que el bizcocho suba rápidamente pero, al sacarlo, baja igual de rápido y pierde todo el volumen.

Normalmente, se recomienda utilizar una cucharadita de polvos de hornear por cada 120 gramos de harina (una taza). De esta forma, si has añadido más cantidad de impulsor de la cuenta y dentro del horno el bizcocho sube y después se baja al sacarlo, la próxima vez prueba de poner en práctica este consejo y observa.

El bizcocho tiene grietas profundas

En ocasiones, podemos sacar un bizcocho del horno y encontrar que se ha abierto o que tiene grietas enormes en la superficie. Esto, además de ser estéticamente muy feo, puede derivar en que el bizcocho se rompa al desmoldarlo. Puede deberse a dos factores:

  • La temperatura del horno es muy alta: Si hemos horneado a mayor temperatura de la debida, es posible que la levadura haya subido muy rápido sin dar tiempo a formar la miga, por eso ha provocado roturas en el bizcocho. Recuerda controlar la temperatura de tu horno con un termómetro externo para evitarlo. Como más despacito se hornee el bizcocho, menos opción le damos a romperse en grietas.
Errores al hornear bizcochos
  • Nos hemos excedido con el tiempo de horneado: Si el bizcocho está en el horno más tiempo del debido, también puede resquebrajarse y hacer grietas. Asegúrate de sacar el bizcocho en el momento que esté listo, ni antes, ni después.

El bizcocho se desborda y rebosa del molde

Otro problema típico, es que los bizcochos se salgan por fuera de los moldes, creando chorretes por los laterales que se queman y afean el resultado. En ese caso no sube completamente, y no obtenemos un bizcocho perfecto ni queriendo. Suele ocurrir por 3 razones:

  • Exceso de levadura: Si hay demasiada levadura química en tu receta, ten por seguro que subirá más de lo que debería y por tanto rebosará del molde. Asegúrate bien a la hora de medir los ingredientes de que pones la cantidad correcta.
  • La temperatura del horno es muy elevada: si el bizcocho sube demasiado deprisa, también puede rebosar del molde, ya que la levadura puede hacer “demasiado” bien su trabajo y que el bizcocho suba más de lo previsto.
  • Hemos escogido un molde demasiado pequeño: Normalmente las recetas indican qué molde debes usar. Pero muchas veces viendo la masa “a ojo”, pensamos que podemos ponerla en un molde distinto. Y así, la receta puede engañarnos. Porque incluso aunque la masa parezca poca, puede ser que la reacción química y haga que el bizcocho crezca mucho y rebose igualmente. Así que al menos, hasta que tengamos esa receta muy por la mano. Lo mejor es ceñirnos a las instrucciones y escoger el molde adecuado.

*TRUCO: Si la receta te indica un molde más grande y no dispones de él. Puedes poner papel de horno en las paredes. De forma que sobresalga unos centímetros por arriba: es un truco rápido de repostería para aumentar la capacidad del molde y que la masa no rebose.

El bizcocho queda apelmazado

En ocasiones, el problema es que el bizcocho queda con la miga demasiado compacta, como apelmazado y sin agujeros en el interior. A la hora de comerlo puede convertirse en un bocado muy pesado y que cueste masticar. Suele pasar por tres motivos:

  • La temperatura del horno era muy baja: Si la temperatura del horno es demasiado baja. La levadura puede no hacer su trabajo y que la masa no suba. Entonces tendremos un bizcocho con una miga densa y compacta, que no ha crecido como debería.
  • No hemos batido bien la masa: A la hora de batir la masa es muy importante introducir aire en ella. Necesitamos batir muy bien todos los ingredientes (sobre todo el huevo). Para incorporar aire a la mezcla. El único punto donde no debemos batir demasiado es tras añadir la harina, para no desarrollar el gluten. Pero todos los anteriores ingredientes, como más batidos estén, mucho mejor.
  • Lo hemos dejado demasiado tiempo dentro del molde tras sacarlo del horno: En ocasiones, si sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde. La misma humedad que genera puede hacer que la miga se moje y se apelmace. Intenta dejarlo un máximo de 10 minutos en el molde y después desmoldarlo para que se enfríe al aire, colocado sobre una rejilla.