¿Qué es el rábano?

El rábano es un comestible vegetal de raíz de la familia Brassicaceae, es decir un tubérculo, y el cual fue domesticado en el continente. Los rábanos se cultivan y se consumen en todo el mundo, siendo en su mayoría comen crudos como una crujiente ensalada de verduras con una mordida.

Su sabor tiene un ligero toque picante, en algunas variedades es más evidente que en otras, y se debe al aceite de mostaza que se encuentra debajo de su piel roja. Para los que gustan de sabores menos picantes, basta con eliminar la piel del rábano o escoger las variedades más pequeñas, que son las que menos pican. En general, los rábanos se consumen crudos, acompañados de salsas o como aperitivo, aderezados con aceite y pimienta.

Se pueden consumir guisados o como ingrediente para elaborar salsas de sabor intenso como acompañamiento.

Características nutritivas

El rábano es una hortaliza que contiene aproximadamente un 95% de agua, siendo una de las hortalizas con mayor contenido acuoso. Destaca su reducido contenido en hidratos de carbono (2%), lípidos (0,5%), y proteínas (0,6%). Aporta aproximadamente unas 17 Kcal/100g, lo que le sitúa en uno de los alimentos de menor contenido calórico. Aporta además una cantidad importante en vitaminas y minerales.

Minerales: destaca por su mayor contenido en magnesio, fósforo, hierro y calcio, siendo el potasio el mineral que se encuentra en concentraciones más elevadas. Además podemos encontrar cantidades significativas de cinc.

Vitaminas: en cuanto al contenido en vitaminas, destaca su elevado aporte de ácido vitamina C, encontrándose en segundo lugar de importancia los folatos. En su composición también podemos encontrar cantidades significativas de otras vitaminas como son la vitamina B2, B6 y niacina.

Destacaremos además la presencia en su composición de elementos sulfurados que proporcionan cierto sabor picante y favorecen y aumentan la secreción de bilis, haciendo las digestiones más ligeras.

Clasificación

Se clasifican de acuerdo a su forma y su color:

1. Rábano chino, japonés o daikon: viene de Japón, de color blanco y sabor suave, y se caracteriza por su forma alargada y cilíndrica.

2. Rábano negro o de invierno: su piel es de color negro y muy difícil de digerir, pero su carne es blanca y más suave. Es de forma redonda y cilíndrica.

3. Rabanitos: su piel es de color rojo, rosado, morado o blanco, y su carne siempre es blanca. Su pulpa, además de ser blanca, tiene una textura crujiente, sabor fuerte y picante. Puede tener forma esférica, ovalada o cilíndrica.

Historia

Se sabe con cierta certeza que los egipcios y babilonios ya consumían rábanos hace más de 4.000 años, siendo hacia al 4.000 a. C. cuando se comenzó a consumir en China y Corea.

Y es que fue un alimento muy preciado en la antigua Roma y Grecia, siendo los romanos los responsables de la expansión de su consumo a toda Europa.

Propiedades

Glóbulos rojos

Se cree que su consumo favorece el suministro de oxígeno fresco hacia la sangre y disminuye la destrucción de glóbulos rojos que experimentan los pacientes con dicha condición

Saciantes

Además de tener muy pocas calorías, tienen poder saciante, lo que hace que sean un alimento perfecto para incorporar en las dietas de adelgazamiento y en las dietas saludables en general.

Para los asmáticos

Al disminuir la congestión que habitualmente se produce en las vías respiratorias, limpia la nariz, la garganta y los pulmones, alivianando cuadros de asma, sinusitis, bronquitis, o cualquier otro que tenga incidencia directa sobre el sistema respiratorio del paciente.

Fuente de fibra

La sensación de saciedad es clave en cualquier proceso de pérdida de peso, y la fibra del rábano es una gran oportunidad de sentirte igual de lleno comiendo menos cantidad de alimento.

Ayuda a combatir la ictericia

En pocas palabras, la ictericia es una condición que se produce debido al exceso de bilirrubina, teniendo como principal síntoma la coloración amarillenta del blanco de los ojos y la piel. Se ha observado que comer rábanos puede ser muy útil en el tratamiento de la ictericia gracias a su capacidad para eliminar el exceso de bilirrubina y mantener su producción a un nivel estable

Apoya la función inmune

Este es uno de los principales beneficios que podemos obtener si comemos rábano regularmente. Muchos desconocen que se trata de un tubérculo rico en vitamina C; ½ taza de rábano aporta casi el 15% de la ingesta diaria recomendada. La vitamina C es un nutriente esencial para la salud de nuestro sistema inmunológico, así como en otros procesos vitales del organismo, incluyendo la regulación del metabolismo, la reducción del daño oxidativo y la creación de colágeno.

Acné

Rábano

El rábano crudo sirve de limpiador y es muy beneficioso para utilizarlo como crema limpiadora y tonificadora. Por poseer propiedades desinfectantes, es de gran ayuda para mejorar los problemas de la piel como son la piel seca y el terrible acné.

Facilita la digestión

Las personas con inconvenientes constantes en su digestión pueden optar por esta hortaliza con confianza, ya que la combinación de agua y otros componentes propios evitan casos de estreñimiento, regularizando la flora intestinal y cómo ésta funciona.

Actúa como protector natural de la piel

Comer rábanos de forma regular también favorece la buena salud y apariencia de la piel. Su contenido de vitamina C (promotor del colágeno), fósforo, zinc, vitaminas del complejo B y agua ayudan a hidratar, regenerar y nutrir las diferentes capas de la piel. Además puede ser muy útil en el tratamiento de algunos trastornos, como piel seca, erupciones y grietas.

Riñones

Existen muy pocos alimentos que actúen de tan excelente forma como lo es el rábano en la previsión de infecciones en el conducto urinario. El solo hecho de tomar sumo que contenga rábano aminora el ardor que produce una infección urinaria y también aminora el tiempo de la infección.

Es también muy bueno como remedio casero para contribuir a la expulsión de la arenilla y piedras alojadas en la vesícula y los riñones. Esto es debido a las características diuréticas. Es un perfecto purificador para nuestro cuerpo e incluso previene la aparición de la temida celulitis.

Para los problemas cardiovasculares

Generoso en potasio, el rábano repercute positivamente en la presión arterial, ubicándola en márgenes aconsejables para prevenir enfermedades del corazón. Mediante sus flavonoides, trabaja como antiinflamatorio, colaborando con la circulación.

Contraindicaciones

Los rábanos tienen numerosas propiedades, sin embargo, su contenido en indometilglucosinolato hace que aquellas personas que tengan afectado el tiroides deban tener precauciones en su consumo. Esta sustancia ejerce acción hipotiroidea, de ahí que las personas afectadas de hipotiroidismo no deban tomarlos de forma abundante. En cualquier caso, en España no suele ser un producto de consumo diario.