Primeros auxilios:

Siempre en la vida es importante tener conocimientos básicos de primeros auxilios, ya que no sabemos cuándo podríamos necesitarlos y así ayudar a una persona. Los principales casos que requieren asistencia de primeros auxilios son asfixia, fracturas, quemaduras, traumatismos y hemorragias.

Vale la pena destacar que si los primeros auxilios no se realizan de la manera adecuada pues se generan consecuencias muy graves. En otras palabras es la diferencia entre la vida y la muerte.

¿Que son los primeros auxilios?

Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma, lesionada o accidentada en el lugar de los acontecimientos, antes de ser trasladada a un centro asistencial u hospitalario.

Son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades repentinas. El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor, la ansiedad del herido o paciente y evitar el agravamiento de su estado.

Primeros auxilios

Consejos básicos para la aplicación de los primeros auxilios

1. Contrólate: Antes que nada debes mantener la calma. De esta forma podrás actuar rápida y efectivamente para ayudar al lesionado. De esto depende la magnitud del daño, el pronóstico de supervivencia y las secuelas.

2. Seguridad personal: Para proporcionar una buena ayuda es fundamental estar libre de riesgos. Por ello, es importante que evalúes la escena donde ocurrió el accidente. De esta forma garantizas tu propia seguridad física y la de los demás.

3. Evalúa al lesionado: Debes verificar el estado general del paciente, estado de conciencia, condición respiratoria y circulatoria. Posteriormente, toma al paciente por los hombros, agita levemente y pregunta si se encuentra bien. Con esta primera evaluación identificas si las lesiones ponen en riesgo la vida del paciente.

4. Signos vitales: Estas son las señales que indican la presencia de vida. Cuenta los latidos, las pulsaciones y las respiraciones en 30 o 20 segundos y multiplica por tres, de esta forma obtienes el total de respuestas por minuto.

¿Qué causa la asfixia?

La asfixia se produce cuando algo se atasca en la garganta y obstruye las vías respiratorias. Esta obstrucción puede ser parcial o completa. Las vías respiratorias son la ruta por donde pasa el aire para llegar a los pulmones.

¿Cómo saber si un niño se está asfixiando?

Un episodio de asfixia leve le puede provocar tos, náuseas o vómitos en el niño. También se le puede poner muy roja la cara. Si su niño sufre un episodio de asfixia más grave, no podrá respirar, llorar ni hablar. Es posible que la piel, los labios y las uñas se le pongan de un tinte púrpura-azulado.

La maniobra de Heimlich

La Maniobra de Heimlich, llamada Compresiones abdominales, es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.

En definitiva, la maniobra de Heimlich aumenta la presión en el pecho, lo cual ayuda a expulsar el objeto que obstruye las vías respiratorias.

Niños menores de un año:

Colóquelo boca abajo sobre sus rodillas o sobre su antebrazo. Con la base de la palma de su mano, aplíquele cinco golpes firmes entre los omóplatos.

Si su niño sigue sin respirar, acuéstelo de espaldas y colóquele dos dedos sobre la parte inferior del esternón, justo debajo de la línea imaginaria que une los dos pezones. Con los dedos, realice cinco compresiones torácicas rápidas.

Niños mayores de un año:

Párese o arrodíllese detrás de su niño. Abrácelo con fuerza, justo por debajo de las costillas inferiores. Comience a presionar hacia arriba, repetidamente y con fuerza, en un ángulo de 45 grados. Esto forzará la salida del aire que quede en el pecho de su niño, y ayudará a expeler el objeto. Haga esto inmediatamente, unas 10 veces más.

La maniobra de Heimlich también se puede realizar si acuesta de espaldas a su niño. Coloque la base de la palma de una de sus manos justo por debajo de las costillas. Coloque la otra mano sobre la primera y comience a dar empujones cortos.

¿Cómo es la maniobra de Heimlich para adultos?

Para hacer la maniobra de Heimlich, rodee con sus manos la cintura de la persona. Coloque un puño apretado arriba del ombligo y debajo de la caja torácica. Sujete su puño con la otra mano. Tire del puño apretado con un movimiento seco y directo hacia atrás y hacia arriba bajo la caja torácica de seis a 10 veces rápidamente.

En caso de obesidad o embarazo en la última etapa, aplique compresiones en el pecho.

Continúe de forma ininterrumpida hasta que la obstrucción se alivie o que llegue el apoyo vital avanzado. En cualquier caso, un proveedor de atención médica debe examinar a la persona tan pronto como sea posible.

Si bien la maniobra de Heimlich es simple y efectiva, puede ser dolorosa e incluso causar lesiones a la víctima. Debe utilizarse solo en emergencias reales, cuando esté casi seguro de que la persona se está asfixiando realmente.

¿Pero qué pasa si la persona que se atraganta está sola?

Lo primero es intentar no perder la calma y respirar por la nariz. Si puedes toser, tose inclinándote hacia delante para tratar de expulsar el objeto. Si no mejora o no puedes toser, tú mismo puedes hacerte la maniobra de Heimlich.

Para ello, deberás colocar el puño sobre la parte superior del abdomen (entre el ombligo y la caja torácica) y cubrirla con la otra mano. Es recomendable ayudarte del respaldo de una silla o de algún otro apoyo sólido para cogerlo con las manos y presionar con fuerza hacia dentro y hacia arriba.

La maniobra de Heimlich en embarazadas y personas obesas

Primeros auxilios

En las mujeres embarazadas y en las personas obesas, la maniobra de Heimlich debe realizarse con algunas variaciones y, sobre todo, con precaución:

Las compresiones abdominales no deben practicarse en una embarazada porque podrían afectar al feto. En este sentido, ante el atragantamiento de una embarazada se recomienda que se tumbe en el suelo con la cabeza ladeada y que la persona que la asiste realice las compresiones en el esternón.

En personas obesas, si nuestros brazos no pueden rodear a la víctima por la parte superior del abdomen, se recomienda tumbar a la víctima en el suelo boca arriba y con la cabeza ladeada y hacer las compresiones.