¿Qué es?

El ojo seco es una irregularidad ocular en la que el ojo produce una cantidad de lágrimas insuficiente, muy relacionado con los cambios hormonales en el caso de las mujeres, así como por su mala calidad o rápida evaporación, generalmente provocado por alteraciones en las glándulas de Meibomio (DGM).

Estas glándulas, que se encuentran en los párpados y segregan lípidos (grasas), son las encargadas de lubricar la superficie ocular y evitar que se evapore la película lagrimal, lo que se conoce como Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM).

Unas circunstancias que afectan a la superficie ocular compuesta por los párpados, la película lagrimal, la conjuntiva y la córnea.

Esta falta o inexistencia de la lágrima en el ojo va a suponer un problema ya que la lágrima es la encargada de nutrir, humidificar y lubricar la superficie del ojo.

Se sitúa debajo de los párpados y funciona como el aceite de una máquina para que el parpadeo pase de forma suave sobre el ojo sin rascarlo ni dañarlo.

Síntomas del ojo seco

Ojo seco

Los síntomas del ojo seco y el síndrome del ojo seco abarcan:

  • Sensación de quemazón
  • Picazón en los ojos
  • Sensaciones dolorosas
  • Pesadez en los párpados
  • Ojos fatigados
  • Ojos doloridos
  • Sensación de sequedad
  • Ojos rojos
  • Fotofobia
  • Visión borrosa

Otro síntoma común es algo llamado «sensación de cuerpo extraño»: la sensación de tener arenilla o algún otro objeto o material «dentro» del ojo.

Y aunque parezca raro, los ojos llorosos también pueden ser un síntoma del síndrome del ojo seco. Esto se debe a que la sequedad de la superficie del ojo algunas veces sobrestimula la producción del componente acuoso de las lágrimas como mecanismo de protección. Pero este «reflejo lagrimal» no permanece en el ojo lo suficiente como para corregir el trastorno subyacente del ojo seco.

Además de estos síntomas, el ojo seco puede causar inflamación y daño (algunas veces permanente) en la superficie del ojo.

Tipos

La película lagrimal consiste en 3 capas; la capa lipídica producida por las glándulas de Meibomio localizadas en los párpados, la capa acuosa producida por las glándulas lagrimales principales y la capa mucina producida por las células en la superficie del ojo. Hay 3 tipos principales de ojo seco:

El de déficit de la capa acuosa. Hay una falta de cantidad de lágrima.

El de déficit de la capa lipídica. La cantidad de la lágrima es normal pero le falta la capa externa que consiste en lípidos que evita la excesiva evaporación de la película lagrimal. La lágrima de estos pacientes en seguida se evapora causando un ojo seco evaporativo.

Tipo mixto de déficit de la capa acuosa y la capa lipídica. Es el tipo más común.

Diagnóstico del ojo seco

Para detectar a tiempo y de forma correcta el síndrome del ojo seco es imprescindible que un especialista nos haga un examen exhaustivo en los párpados y de su borde libre, determinar la frecuencia del parpadeo, producción lagrimal, e incluso realizar una biopsia para conseguir un diagnóstico.

En determinados casos puede ser aconsejable realizar un análisis de sangre para descartar enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjogren.

Tratamiento del ojo seco

Agregándole lágrimas

El oftalmólogo puede pedirle que use lágrimas artificiales. Son gotas para los ojos similares a sus propias lágrimas. Puede usar lágrimas artificiales todas las veces que las necesite. Puede comprar lágrimas artificiales sin una receta. Hay de muchas marcas. Pruebe varias hasta que encuentre la que funcione mejor para usted.

Si usted usa lágrimas artificiales más de seis veces al día o es alérgico(a) a los conservantes, debe usar lágrimas libres de conservantes. Esto es debido al uso frecuente de lágrimas con conservantes, cuyos componentes químicos pueden activar una irritación de los ojos.

Parpadear de forma frecuente

Uno de los remedios caseros para aliviar el ojo seco más populares es parpadear frecuentemente y descansar la vista cuando realices esfuerzos visuales durante largo tiempo, sobre todo al trabajar con ordenadores, ver la televisión, usar móviles o la lectura prolongada.

Conservando las lágrimas

El oftalmólogo puede recomendarle bloquearle los ductos lagrimales. Esto hace que las lágrimas naturales se queden en los ojos durante más tiempo. Se puede introducir tapones lagrimales de silicona o gel en los conductos lagrimales. Puede retirar los tapones más adelante según sea necesario. El oftalmólogo también puede recomendar una cirugía que cierra los conductos lagrimales de manera permanente.

Aumentar sus lágrimas

El oftalmólogo puede pedirle que use un medicamento recetado en gotas para ojos. Esto ayuda a maximizar el potencial de sus propias lágrimas.

Tratar las causas del ojo seco

Si sus ojos están irritados, su oftalmólogo puede tratar el problema. Su oftalmólogo puede recomendarle:

Gotas o ungüentos para ojos recetados

Compresas tibias sobre los ojos

Darse masaje en los párpados

Determinados limpiadores de párpado

Evitar ambientes secos o cargados de humo y corrientes de aire.

Usar un humidificador cuando sea necesario.

Evitar en la medida de lo posible los aires acondicionados y si su uso se hace imprescindible, minimizar sus consecuencias sobre la superficie ocular y el ojo seco.

Estar el menor tiempo posible en ambiente climatizados, si el grado higrométrico es bajo, utilizar un humidificador.

Permanecer lo más lejos posible de los chorros de salida del aire acondicionado y si vamos en el coche, redirigirlos fuera de la cara.

En los ambientes con aire acondicionado es cuando más uso se debe hacer del parpadeo consciente, es decir, intentar parpadear más veces de lo normal, aunque no sintamos la necesidad de hacerlo.

¿Cómo se puede prevenir?

La detección precoz del ojo seco, mediante controles rutinarios en el oftalmólogo (especialmente en caso de tener alguno de los factores de riesgo), es importante para actuar tempranamente sobre su sintomatología y evitar las consecuencias que la enfermedad puede acarrear.

Una vez diagnosticada, también es aconsejable realizar revisiones periódicas (aproximadamente cada 3-6 meses) y las visitas que indique el especialista para aplicar los tratamientos oportunos. Asimismo, es fundamental que el paciente adopte una actitud preventiva para mantener a raya el ojo seco.