En esta oportunidad hablaremos sobre los Postres Gallegos vas a tener la oportunidad de conocer su origen y sus increíbles recetas

Postres Gallegos: La tarta de Santiago

En Galicia, la devoción se lleva a la mesa con la ancestral tarta de Santiago. Este bizcocho de almendras es un manjar que debes probar en cuanto llegues a la región compostelana, pues tradicionalmente marca el final de la ruta jacobea, pero ¿cuáles los orígenes de esta costumbre?

Origen

 La tarta de Santiago es un postre gallego de origen medieval, hecho con una mezcla de almendras, huevos y azúcar. Al probarla, puedes percibir una textura peculiar, entre esponjoso y granulado, un gusto que también ha contribuído a su fama.

La receta actual fue registrada bajo el nombre de “bizcochos de almendras”, en el año 1838 por el confitero Luis Bartolomé de Leybar, quien recopiló las mejores preparaciones gallegas en su libro “El Cuaderno de confitería”. Sin embargo, esta tarta ya se horneaba en el siglo XVI, donde se recetaba como alimento medicinal, además de ser una exquisitez exclusiva de las familias ricas.

En el medioevo, la almendra era un producto muy escaso por lo que la preparación de este postre estaba relacionado con el poder económico, pero posteriormente, la almendra se convirtió en un ingrediente muy popular, esto convirtió a las bizcochadas en el postre más característico de Galicia.

Postres Gallegos

Tal como lo hacemos en la actualidad, las personas se sentaban a comer un trozo de tarta acompañada de café con leche para conversar entre familiares, visitantes y amigos.

El postre que hoy hornean en Santiago de Compostela, vino de la mano de José Mora Soto, el fundador de la famosa Casa Mora. Ahí se le dio el toque final: la silueta de la cruz de Santiago, que es un emblema de la ciudad y resume la devoción del pueblo hacia el Apóstol Mayor.

Postres Gallegos: La tarta y la ruta jacobea

 La tarta de Santiago se popularizó gracias a las peregrinaciones. Después de visitar la Catedral, los viajeros se disponían a conocer los rincones de la ciudad, y sobre todo la cocina local, de esta manera, la tarta aparecía como miembro imprescindible en las charlas de sobremesa de los visitantes.

Posteriormente, los peregrinos regresaban a casa con historias sobre la famosa tarta y recomendaciones de los mejores lugares para los próximos viajeros. Así se difundió la tradición entre los devotos.

Si quieres probar una tarta de Santiago con sabor tradicional, estos son los locales más visitados por los peregrinos:

  • Pastelería Mercedes Mora
  • Convento de San Paio Antealtares
  • Casal Cotón

Receta

Ingredientes

  • 250 gr. de almendra cruda
  • 5 huevos
  • 250 gr. de azúcar
  • 1 cucharada pequeña de canela en polvo
  • Ralladura de medio limón
  • Un chupito de aguardiente de hierbas
  • Azúcar glass para decorar

La receta

  1. Para hacer la Tarta de Santiago molemos la almendra cruda en una picadora. Cuando quede homogénea y la colocamos en un recipiente.
  2. Cascamos los huevos, agregamos el azúcar y batimos todo junto. Rayamos medio limón y lo añadimos. Por último, añadimos un chupito de aguardiente y mezclamos todo.
  3. Poco a poco añadimos la almendra molida y mezclamos todo. Cuando sea homogénea la mezcla echamos la canela en polvo.
  4. Calentamos el horno a 180º C con el grill también encendido.
  5. Untamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla en el molde.
  6. Introducimos la tarta en el horno, durante 30 minutos.
  7. Para saber si está lista la pinchamos si sale limpio el útil está en su punto. Sacamos la tarta del horno y dejamos que se enfríe.
  8. Ahora es el momento de poner la plantilla de la Cruz de Santiago y espolvoreamos el azúcar glass.

 Filloas gallegas

Origen

Hay evidencias que cuentan que esta mezcla sencilla en forma de torta,  se consumía en los campamentos legionarios y, que en la Roma Imperial se le añadía miel, leche y especias.

Otra de las versiones existentes es que la receta de la filloa fue tradición de los pueblos precristianos y se extendió por la Europa conocida.

También existe la probabilidad,  que los precristianos ingleses elaboraron un dulce de harina en el mes de febrero (mes de los pancakes en el que había un acercamiento a los ritos del sol y la fertilidad) que ofrecían a los dioses. Este hecho significa que ya se cocinaban las filloas antes del siglo V y que llegaron a Irlanda e Inglaterra con las invasiones celtas centroeuropeas.

Sea cuál sea el origen auténtico de las filloas, hay una cosa cierta y es que es uno de los postres más conocidos de Galicia.

Las filloas pueden tomarse de mil formas diferentes. Aunque la manera tradicional y típica es solas, no es raro también rellenas de nata, crema, miel, mermelada, chocolate…  suele ser común espolvorearlas con canela y azúcar.

Una variante más diferente de la presentada anteriormente sería la filloa salada. Para su elaboración se utilizarían los mismos ingredientes, pero se suprimiría el azúcar y se sustituiría la leche por caldo.

Sin embargo, la variedad de filloa más extendida en Galicia es la tradicional filloa de sangre. Esta receta es típica de la época de matanza del cerdo (San Martín) y se consigue añadiendo sangre de cerdo a la mezcla base. A veces se añaden incluso uvas pasas.

Postres Gallegos: Receta

Ingredientes

  • 550 ml. de leche (o caldo)
  • 200 ml. de agua (o caldo)
  • 6 huevos (mejor ecológicos)
  • 250 g. de harina tamizada
  • 20 g. de aceite de oliva
  • Sal
  • Un trozo de tocino ibérico(o aceite de oliva) para pintar la sartén.

Instrucciones

  1. Derrite en el microondas a baja temperatura la cucharada de manteca. Reserva.
  2. Mezcla (mejor con batidora) los huevos y ve añadiendo los líquidos, la manteca (derretida y fría o casi) , la sal y la harina tamizada en varias tandas hasta obtener una mezcla líquida, homogénea y sin grumos.
  3. Deja reposar la mezcla durante una media hora para que los ingredientes se integren perfectamente.
  4. Pon al fuego una sartén o filloeira, deja que tome temperatura y engrasa pasando por su superficie un trozo de tocino pinchado en un tenedor o bien pintando (con pincel de silicona) con aceite de oliva.
  5. A continuación vierte un cucharón de masa sobre la sartén o filloeira, agarra la sartén por el mango y con ésta en la mano haces movimientos rápidos y giratorios a fin de que se destribuya bien la masa por toda la sartén.
  6. Pones la sartén otra vez en el fuego y unos segundos después se comenzará a despegar los bordes, así que con otro movimiento rápido lo agarras con la punta de los dedos y la das vuelta, 30 seg y listo, pasa a una fuente y continúa hasta terminar la masa.