¿Qué es?

El trastorno por atracón es similar a la anorexia y la bulimia. Pero la persona se da atracones regulares (más de tres veces por semana). A diferencia de los otros trastornos alimentarios, las personas con este trastorno. No intentan «compensar» el exceso de alimentación con purgas.

Tanto la anorexia como la bulimia y el trastorno por atracón implican patrones de alimentación no saludables. Que empiezan de manera gradual y llegan a un punto en el que la persona no logra controlarlos.

Síntomas

La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por atracones incluyen los siguientes:

  • Comer cantidades inusualmente grandes de comida en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
  • Sentir que la conducta alimenticia está fuera de control.
  • Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
  • Ingerir con rapidez durante los episodios de atracones.
  • Comer hasta que estás demasiado lleno.
  • Comer solo o a escondidas con frecuencia.
  • Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.
  • Hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.

A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar. Usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comiste. Puedes intentar hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir tu alimentación puede llevarte a más atracones.

La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.

¿Qué tan frecuente es el trastorno por atracón?

El trastorno por atracón es el trastorno alimentario más frecuente en Estados Unidos.

  • En este país, de cada 100 mujeres. Poco más de 3 tendrán trastorno por atracón alguna vez en la vida.
  • Y de cada 100 hombres. Aproximadamente 2 tendrán trastorno por atracón alguna vez en la vida.

Tratamiento

  • Terapia cognitivo-conductual
  • A veces, psicoterapia interpersonal
  • Consideración del tratamiento farmacológico, en general con ISRS o lisdexanfetamina

La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento mejor estudiado y avalado para el trastorno por atracones. Tanto la terapia cognitivo-conductual como la psicoterapia interpersonal. Tienen tasas de remisión de ≥ 60%. La mejoría suele mantenerse bien a largo plazo. Estos tratamientos no producen una pérdida de peso importante en los pacientes obesos.

El tratamiento convencional conductual de la pérdida de peso tiene eficacia a corto plazo para reducir los atracones. Pero los pacientes suelen recidivar. Los fármacos antidepresivos también tiene eficacia a corto plazo para eliminar los atracones, pero se desconoce su eficacia a largo plazo.

La lisdexamfetamina está aprobada para el tratamiento del trastorno por atracones de moderado a grave. Puede reducir el número de días con atracones y parece causar una ligera pérdida de peso. Pero se desconoce su eficacia a largo plazo.

Los medicamentos supresores del apetito (p. ej., topiramato) o medicamentos para perder peso. (p. ej., orlistat) Pueden ofrecer un beneficio.

Cuándo debes consultar con un médico

Si tienes síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, busca atención médica lo más rápido posible. Los problemas del apetito desenfrenado pueden variar desde algo temporal a una situación recurrente, e incluso pueden persistir durante años si no se obtiene tratamiento.

Habla con el proveedor de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre los síntomas y sentimientos asociados con el apetito desenfrenado. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien en quien confíes acerca de lo que te sucede. Un amigo, un ser querido, un maestro o un líder religioso. Puede ayudarte a dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso para el trastorno de apetito desenfrenado.

Factores de riesgo

El trastorno de apetito desenfrenado es más común en mujeres que en hombres. Si bien el trastorno de apetito desenfrenado puede presentarse a cualquier edad. Por lo general comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.

Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de apetito desenfrenado:

  • Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
  • Dieta. Muchas personas con trastorno de apetito desenfrenado tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso. En especial si tienes síntomas de depresión.
  • Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado. Tienen una mirada negativa de ellas mismas. Y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés. Una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.

Complicaciones

Es posible que tengas problemas psicológicos o físicos relacionados con el apetito desenfrenado.

Entre las complicaciones que puede causar el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:

  • Mala calidad de vida
  • Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales
  • Aislamiento social
  • Obesidad
  • Enfermedades relacionadas con la obesidad. Como problemas en las articulaciones, enfermedad cardíaca. Diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico. Y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño.

Entre los trastornos psiquiátricos que a menudo se vinculan con el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:

  • Depresión
  • Trastorno bipolar
  • Ansiedad
  • Trastornos de consumo de drogas
El trastorno por atracón

Prevención

Si bien no hay una manera segura de evitar el trastorno de apetito desenfrenado. Si tienes síntomas de comer en exceso. Busca ayuda profesional. El médico puede aconsejarte sobre dónde obtener ayuda.

Si piensas que un amigo o ser querido tiene un problema de apetito desenfrenado. Trata de orientarlo hacia una conducta alimentaria más saludable. Y a obtener tratamiento profesional antes de que la situación empeore. Si tienes hijos, haz lo siguiente:

  • Fomenta y refuerza una imagen corporal saludable. independientemente de su figura o tamaño
  • Habla con el proveedor de atención primera de tu hijo. Quien está en una buena posición. Para identificar indicadores tempranos de un trastorno de la alimentación y ayudar a evitar su desarrollo.