El sarampión

El sarampión es una infección infantil causada por un virus. En una época fue bastante frecuente, pero en la actualidad se puede prevenir gracias a una vacuna.

El sarampión puede ser grave e incluso mortal para los niños pequeños. Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños, la enfermedad aún mata a más de 100.000 personas cada año, la mayoría menores de 5 años.

Como resultado de las altas tasas de vacunación en general, no se ha generalizado el sarampión en los Estados Unidos en más de una década. En los Estados Unidos se registraron unos 30 casos de sarampión en 2004, pero más de 600 en 2014. La mayoría de estos casos se originaron fuera del país y se produjeron en personas que no estaban vacunadas o que no sabían si habían sido vacunadas o no.

Síntomas

Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Los signos y los síntomas del sarampión generalmente son los siguientes:

  • Fiebre
  • Tos seca
  • Goteo nasal
  • Dolor de garganta
  • Ojos inflamados (conjuntivitis)
  • Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en la cara interna de la mejilla, también denominados «puntos de Koplik»
  • Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí

La infección se produce en una secuencia de etapas durante un período de dos a tres semanas.

  • Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días después de contraer la infección, el virus del sarampión se incuba. Durante ese período, no se manifiestan signos ni síntomas.
  • Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza con fiebre leve a moderada, a menudo acompañada de tos continua, goteo nasal, ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad relativamente leve puede durar dos o tres días.
  • Enfermedad aguda y sarpullido. El sarpullido consiste en pequeñas manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los puntos y bultos en grupos estrechos le dan a la piel un aspecto rojo moteado. El sarpullido aparece primero en el rostro.

Durante los días siguientes, el sarpullido se esparce por los brazos y el tronco, y luego por los muslos, las pantorrillas y los pies.

El sarampión

Al mismo tiempo, la fiebre aumenta abruptamente y a menudo alcanza los 104 a 105,8 °F (40 a 41 °C). El sarpullido del sarampión disminuye progresivamente; primero desaparece del rostro y, por último, de los muslos y los pies.

  • Período de contagio. Una persona con sarampión puede propagar el virus a otras durante aproximadamente ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca el sarpullido y finaliza cuando este ha estado presente durante cuatro días.

¿Cómo se contrae el sarampión?

El sarampión se transmite cuando las personas inspiran fluidos infectados por el virus o entran en contacto con ellos. Se puede contagiar a través de gotitas que se expulsan al aire cuando alguien con sarampión estornuda o tose. Es posible que una persona que se exponga al virus no presente síntomas hasta 8-10 días después.

Las personas con sarampión pueden transmitir la enfermedad desde 4 días antes a que aparezca la erupción en la piel hasta unos 4 días después. Son más contagiosas cuando tienen fiebre, secreción nasal y tos. Las personas con el sistema inmunitario debilitado por otras afecciones (como el VIH y el SIDA) pueden transmitir el virus del sarampión hasta que se recuperen.

Causas

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se reproduce en la nariz y en la garganta de un niño o adulto infectado. Luego, cuando una persona con sarampión tose, estornuda o habla, las gotas infectadas se expulsan al aire, donde otras personas pueden inhalarlas.

Las gotas infectadas también pueden depositarse sobre una superficie, donde permanecen activas y contagiosas durante varias horas. Si te tocas la boca o la nariz con los dedos o te refriegas los ojos luego de tocar una superficie infectada, puedes contraer el virus.

Alrededor del 90 % de las personas susceptibles que se exponen a alguien con el virus se infectarán.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo para el sarampión se incluyen los siguientes:

  • No estar vacunado. Si no has recibido la vacuna contra el sarampión, es mucho más probable que manifiestes la enfermedad.
  • Viajar a diferentes países. Si viajas a países en desarrollo, donde el sarampión es más frecuente, tienes un riesgo mayor de contraer la enfermedad.
  • Tener deficiencia de vitamina A. Si no tienes la cantidad suficiente de vitamina A en tu dieta, es más probable que tengas síntomas más graves y complicaciones.

¿Cómo se diagnostica?


Se trata de un diagnóstico clínico. Las manchas de Koplik son características y ayudan al diagnóstico. Además, con un análisis de sangre se pueden detectar anticuerpos frente al virus del sarampión, lo que si fuera necesario ayudaría a confirmar el diagnóstico.

Pronóstico


Las formas agudas infantiles no precisan tratamiento y se curan solas. Se suelen administrar únicamente medicinas para bajar la fiebre (antitérmicos).

Los niños muy pequeños, los adolescentes y los adultos, así como los inmunodeprimidos (enfermos con las defensas bajas), pueden presentar alguna de las complicaciones descritas, pudiendo necesitar ingreso hospitalario. La mortalidad por sarampión en países del tercer mundo es elevada.

Tratamiento


No existe ningún tratamiento específico contra el virus del sarampión por lo que el tratamiento debe ser sintomático. En la fase de fiebre alta se deben dar antitérmicos, como paracetamol o ibuprofeno. No se debe de dar aspirina en niños con sarampión dado que puede producir un fallo hepático agudo (síndrome de Reye).

En los niños pequeños es recomendable una correcta hidratación, debiéndose ofrecer líquidos con frecuencia.

Se recomienda el aislamiento en el domicilio hasta 5 días después de aparecer el sarpullido para evitar así contagiar a otras personas.

Se ha demostrado que la tasa de complicaciones se reduce al administrar vitamina A durante 2 días, pero solo en aquellos niños con una baja concentración de esta vitamina. Su utilización en niños cuyo nivel de vitamina A se desconoce no está definitivamente aceptada.

El sarampión

La Sociedad Americana de Pediatría recomienda dar vitamina A a los niños con sarampión grave, con defensas bajas o con complicaciones. Se podría plantear administrarla a niños procedentes de otros países en los que su estado de nutrición pudiera ser deficiente.

En el caso de aparecer una sobreinfección bacteriana, generalmente una otitis o una neumonía, es necesario utilizar antibióticos.