El esmalte dental es una capa de 2 a 3 milímetros de espesor que recubre a todos los dientes, pero solamente en su porción visible. El esmalte es translúcido e insensible al dolor, pues carece de terminaciones nerviosas. Su función es proteger y dar la resistencia adecuada a los dientes para cumplir con la función de la masticación.

El esmalte dental:Composición

El esmalte dental está compuesto por una densa red de cristales de hidroxiapatita. Es decir, el esmalte de tus dientes está compuesto mayormente por material inorgánico (90%) y solamente por una pequeña cantidad de materia orgánica (2,9%) y agua (4,5%). El material inorgánico del esmalte es similar a la  apatita.

El análisis de los componentes minerales del esmalte revela que predomina en ellos el calcio  en forma de fosfato. De los cuales el más abundante es el del calcio hidratado, denominado por sus características químicas  hidroxiapatita. Pueden aislarse proteínas en varias fracciones diferentes, y éstas en general contienen un alto porcentaje de glicina, ácido glutámico y serina.

La proteína del esmalte es de tipo estructural, muy especial por sus aminoácidos constituyentes y a la cual se le ha denominado enamelina o amelina. Las estructuras del esmalte son:

  • Primas. Dispuestas oblicuamente sobre la superficie del esmalte.
  • Bandas de Hunter-Schernger: Asimsimo conocidas como bandas oscuras y claras alternadas de ancho diferente o variable.

El esmalte dental: Causas del desgaste del esmalte dental

Las causas son varias y de muy distinto origen. Una de las más comunes es la presencia de ácidos en la boca. Estos están producidos, en primer lugar, por algunos alimentos, especialmente café, té o zumos. Pero también pueden aparecer a consecuencia de problemas gastrointestinales como el reflujo, de ciertos medicamentos o de patologías como la xerostomía o síndrome de la boca seca.

Y también causan pérdida del esmalte dental la fricción constante en aquellas personas que padecen bruxismo o un cepillado de dientes demasiado agresivo. Todo, sin olvidar el lógico e inevitable desgaste de los dientes provocado por la edad.

Consecuencias

  • Aparición de aristas o melladuras en el borde superior del diente.
  • Genera manchas.
  • Mayor sensibilidad dental a los azúcares, el calor y el frío, causando dolor y molestias.
  • Alteración del brillo y color de los dientes.
  • Debilita los dientes y crece la posibilidad de roturas.
  • Incrementa la aparición de la afección en las encías e infecciones orales.

Soluciones

  • Para atajar los problemas de desgastes dentales, el especialista intentará atajar la causa que lo provoca.
  • A este respecto, podemos distinguir dos tratamientos posibles para poner solución a los dientes desgastados:
  • Tratamiento de ortodoncia
  • Si la causa está ligada con problemas de oclusión el paciente deberá someterse a un tratamiento de ortodoncia que corrija las distintas malposiciones dentarias.
  • De esta manera, se evitarán contactos no deseados y, por tanto, la fricción no deseada entre distintas piezas.
  • Férula de descarga
  • En caso de que el bruxismo sea la causa de los desgastes lo ideal es emplear una férula de descarga que evite las consecuencias derivadas de apretar los dientes de manera involuntaria.
  • Proteger el diente con fundas
  • En casos de desgastes muy severos, puede estar indicada la colocación de coronas o carillas dentales para devolver la estética de la sonrisa.
  • Además, siempre es positivo instruir a los pacientes en técnicas de cepillado y desterrar posibles malos hábitos que pueden dañar la estructura dentaria.
  • Los más comunes son el uso de los dientes para abrir determinados objetos o el empleo de palillos para eliminar restos de comida.

Prevención

Esmalte dental
  • Ciertos hábitos diarios aumentan este desgaste y con ello la integridad y salud de los dientes.
  • Entre las medidas preventivas que podemos tomar se encuentra:
  • Visitar al odontólogo mínimo dos veces al año, donde nos podrá mantener una revisión periódica.
  • Cepillar los dientes de forma correcta, y con un dentífrico que proteja el esmalte dental.
  • Evitar bebidas y alimentos ácidos.
  • Evitar malos hábitos como alcohol y tabaco que debilitan el esmalte.

Recomendaciones adicionales

Mantener una dieta equilibrada. Limita los tentempiés entre comidas. En caso de no dejar de consumir alimentos dulces, es preferible hacerlo cuando la boca tiene mayor cantidad de saliva protectora, es decir entre comidas. Una dieta sana siempre ayuda a tener unos dientes sanos.

Masticar chicles sin azúcar. La combinación de la saliva con la goma de mascar sin azúcar estimula el flujo salival, neutralizando aún más los ácidos.

Dejar de fumar.

En caso de que el dentista lo considere adecuado, la aplicación tópica de flúor para prevenir la caries dental y remineralizar el esmalte.

Cepillarse los dientes mínimo dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. Limpiarse entre los dientes a diario con seda dental o un limpiador interdental. Visitar al dentista frecuentemente para limpiezas y chequeos bucales profesionales.

Utilizar pasta de dientes con flúor para evitar el desgasteMantener una buena hidratación para prevenir la sequedad en la boca y la creación de un ambiente ácido.