¿Cómo evitar pensar demasiado?

Pensar demasiado puede llegar a desequilibrarnos por lo que, cuando te descubras haciéndolo, aprende a frenarlo y a razonar que todo eso que te agobia solo está en tu mente. Los problemas siempre existirán pero debemos enfrentarlos y resolverlos de manera que no afecte a nuestra salud. Por ello el dia de hoy te traemos este artículo que nos indica cómo evitar pensar demasiado. Síguenos leyendo.

Cómo evitar pensar demasiado

Síntomas

Sin importar la edad o el sexo, cualquier persona puede padecer de pensar demasiado, sin embargo, es importante, detectar el momento en que comencemos a tener este tipo de pensamientos, ya que así serían mucho más fácil de combatir, aunque también existen ciertos síntomas que nos pueden ayudar a detectar cuando nos encontramos en este estado mental, como:

-Agotamiento físico

-Dificultad para respirar

-Ansiedad

-Estrés en exceso

-Dolor en articulaciones

-Acné o urticaria

-Inflamación o colitis

También puede verse reflejado en nuestras actividades diarias, ya que comenzamos a sentirnos desmotivadas, poco creativas, con mucha dificultad para comprender las cosas y poco nivel de concentración, todo esto porque no dejamos espacio para pensamientos positivos y enriquecedores.

Consecuencias de pensar demasiado

Stress

Lamentablemente, entre más pensamos, más dudamos y esto se debe a que conforme vamos viendo más aspectos de la situación, no sólo surgen ideas positivas, también surgen ideas negativas que nos provocan estrés, en ocasiones innecesario y contraproducente.

Desilusión

Si pensamos, vamos formando expectativas, que son nuestro enemigo a vencer a menos que queramos vivir frustrados, entre más pensamos de una situación sin esperar a que avance, más suposiciones haremos.

Si hacemos suposiciones negativas, nos van a frustrar antes de que algo pase, haciéndonos sentir mal, y si nos hacemos suposiciones positivas y no suceden, la frustración por no ver nuestros deseos cumplidos nos va a frustrar.

Encontrar menos razones para animarse a comenzar algo

Este punto es simple: “Entre más pienses una situación, más aspectos negativos puedes detectar, y eso causa desmotivación”.

El punto ideal para que algo nos motive, es que sea difícil, pero que tengamos habilidades suficientes para realizarlo, si no tenemos habilidades suficientes, nos vamos a desanimar rápido, y si es muy fácil, no va a captar nuestra atención por mucho tiempo, y nos va a frustrar su facilidad.

¿Cómo evitar pensar demasiado?: Tips

Escribe lo que piensas

Escribir un diario puede ser muy beneficioso para desahogarnos y expresar lo que sentimos. Así, podrás liberarte de todos esos pensamientos que te están agobiando e incluso podrás verlos desde cierta perspectiva.

Caen los niveles de energía

Se necesita mucha energía mental para pensar demasiado. El cerebro generando tantos pensamientos y escenarios diferentes que realmente no van hacia nada productivo. La energía mental sin ningún tipo de salida física puede hacer que sea fatigante y que nos sintamos agotados porque pasamos mucho tiempo en nuestra propia cabeza.

Cuando pensamos demasiado y nos estresamos, nuestros cuerpos producen cortisol, la hormona del estrés. Con el tiempo, esa liberación constante de cortisol puede agotarse y causar agotamiento.

Incluye el arte en tu vida

Otras prácticas artísticas como la pintura, pueden ayudar a liberar tensión y a reemplazar los pensamientos basura por otros más productivos. La lectura, el cine o acudir a talleres y seminarios también nos hacen descansar mentalmente.

Elimina toxinas sociales

 Identifica las relaciones sociales que pueden estar perjudicándote. Por ejemplo, si te rodeas de personas demasiado cotillas y críticas, terminarás haciendo lo mismo. Busca un entorno más enriquecedor y que te transmita fuerza, energía y positividad.

Ten en cuenta tus emociones

 Los sentimientos son la mejor guía que podemos seguir en cualquier momento. Cuando no sabemos lo que queremos es porque nuestro cerebro está perdido sopesando posibilidades. Los sentimientos son mucho más intuitivos: nos aproximan a nuestras apetencias y nos alejan de las hostilidades, sin dejarse tamizar por los “debería…” ni los “tendría que…”.

Ponte límites

Cuando tengas que tomar una decisión ponte un límite de tiempo: un minuto si no es importante, una hora o un día si es más relevante. De lo contrario sólo continuarás recreándote sobre detalles que desconoces y que no te llevan a ninguna parte. Ante cualquier tesitura, es muy útil que te preguntes: ¿qué importancia tendrá esto dentro de un año? Si la respuesta es “ninguna”, ¡deja de darle vueltas y actúa!.

No intentes controlar

Déjate llevar. Las cosas son impredecibles, y tratar de dirigirlas no te lleva a ninguna parte. Darle vueltas a algo durante horas es una forma obsesiva de intentar controlar las cosas para evitar cometer errores… Pero lo cierto es que vas a cometerlos igualmente –no importa cuántas vueltas le hayas dado antes.

Habla con un buen amigo

Alguien comprensivo y de confianza para desahogarte y recibir consejo. Esta persona tiene que ser capaz de pensar con objetividad y no hacerte sentir peor. Tampoco podrás abusar de esta estrategia para no terminar cansando a tu amigo.

Meditar

La meditación ayuda a observar esos pensamientos sin aferrarnos a ellos y soltándolos para que sigan su curso. De esa manera, no los estaremos masticando de una forma constante y dañina y sabremos salir de ese círculo de pensamientos en los que nos habíamos sumergido y no sabíamos salir.

Vive en el presente

Como hemos señalado al comienzo, rara vez estamos en contacto con lo que hacemos: pasamos más tiempo pensando que experimentando, imaginando que viviendo. Cuando detectes que estás perdido en los anales de tu cerebro, ¡vuelve al presente! Céntrate en lo que estás haciendo y procura disfrutar de ello, ya sea fregar el suelo, ver una película o estar con tus amigos.

Reemplaza los pensamientos de ansiedad

Cuando pensamos demasiado, se crean los peores escenarios, creando diferentes posibilidades de cómo las cosas van a salir mal.

Sin duda podríamos concluir que, la preocupación es la imaginación mal utilizada. Cada momento en que estamos preocupados, estamos creando y visualizando una mala situación. Además, como estamos visualizando las diferentes posibilidades el temor se siente real.

Haz deporte

El deporte tiene el extraordinario efecto de liberar tensiones y con ellas pensamientos negativos recurrentes. Los griegos lo decían hace más de 5000 años, Mens sāna in corpore sānō.

Cómo evitar pensar demasiado

En definitiva, está más que probado que hacer deporte ayuda a tener una mente más clara y libre de problemas.

La forma en que pensamos repercute de manera directa en la forma en la que vivimos, por lo que, si pensamos mal, de esa forma viviremos.

Esperamos que este articulo de ¿Cómo evitar pensar demasiado?, les haya sido de gran ayuda. Hasta la proxima.