El logopeda se encarga de evaluar, diagnosticar, pronosticar, rehabilitar y prevenir los trastornos de la comunicación humana. También, las clínicas de logopedia se suelen realizar interconsultas y derivaciones a otros profesionales de la salud si es necesario.

El logopeda es la persona encargada en evaluar a cada paciente y luego decidir y planificar la mejor manera de apoyarle y tratarles. Además, los pacientes pueden presentar dificultades de comunicación debido a una serie de trastornos. Para ello, lo que hace un logopeda es utilizar notas médicas y los resultados de la observación del paciente. La evaluación, es otra de las funciones se realiza en la logopedia, basándose en otros profesionales sanitarios, maestros, cuidadores y familiares.

El logopeda

El tratamiento por parte de los logopedas, puede desarrollarse en varios lugares. Estos lugares son los hospitales, clínicas de logopedia y centros de salud, consultorios, escuelas, centros de día y el domicilio.

Las funciones del Logopeda

Los trastornos que tratan los logopedas, podemos verlos en las siguientes áreas de la comunicación:

  • Área del habla: discurso de la producción de sonido, articulación, apraxia del habla, disartria, resonancia. También trastornos de la fluidez del habla, comunicación prelingüística, la comunicación paralingüística, etc.
  • El área de la voz: la fonación de calidad, campo vocal, volumen, respiración, trastornos de la resonancia, disfonías, afonías, etc.
  • Área de la audición: dificultades de lenguaje, habla y voz debidas a pérdidas auditivas de transmisión. Además, neurosensoriales y mixtas, hipoacusias, presbiacusia, síndromes diversos, etc.
  • Área del lenguaje: fonética, fonología, morfosintaxis, semántica, la pragmática, retraso del lenguaje, trastorno específico del lenguaje, deficiencias, autismo. También, trastornos del aprendizaje de la lectura y la escritura ✍: dislexias, digrafías, discalculias, disortografías. Y por último, trastornos del lenguaje secundarios a lesión cerebral: afasias, etc.
  • El área de la cognición: atención, memoria, concentración, la secuenciación, la resolución de problemas y las capacidades ejecutivas. También, se incluyen los trastornos asociados a procesos degenerativos: deterioro de la comunicación por envejecimiento, trastornos neurodegenerativos infecciosos y demencias, etc.
  • Área de la alimentación: la masticación, deglución pae, succión, fase oral, fase faríngea, fase esofágica, miología orofacial por vía oro motora, etc.

¿Cuándo empiezan a hablar los bebés?

Es normal que los padres se pregunten cuándo hablan los bebés. Generalmente, los bebés empiezan a pronunciar las primeras palabras hacia el final del primer año de vida. Además, los niños de 2 años aproximadamente, suelen ya hablar con frases y oraciones con una o más palabras.

El logopeda

Normalmente, hay que estimular a los bebés de forma correcta. Por ello, el ambiente en el que el bebé se crie resulta ser fundamental en el desempeño de la adquisición del lenguaje. Sn embargo, cada bebé suele tener su propio ritmo del desarrollo del lenguaje. Ya que, es muy diferente en cada caso, y se le debe estimular de forma tranquila sin llegar a forzar. Si tu hijo no habla o tiene alguna dificultad en el habla, es importante acudir a un centro de logopedia infantil. De forma general, una actuación a tiempo siempre dará los mejores resultados. 

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?

Algunos tratamientos son cortos y otros son más largos. Todo depende del problema concreto que tenga cada niño. Los niños pueden ir a logopedia una vez a la semana o varias veces a la semana. Su tratamiento puede durar varias semanas, varios meses o incluso varios años. 

Si tienes un problema que afecta al habla, el mejor consejo es practicar, practicar y practicar. Busca tiempo para poder dedicarlo a lo que te ha enseñado tu logopeda. Practica delante de un espejo. Pide a tu padre o a tu madre que te ayuden en la práctica. 

Como al practicar los tiros libres o al memorizar las tablas de multiplicar, ¡el esfuerzo compensa!

Ámbitos de la logopedia

Los logopedas intervienen en todas las etapas de la vida en las que se presenten alteraciones de la comunicación y del lenguaje y lo hacen desde distintos ámbitos. Engloba desde la atención temprana en población infantil hasta la intervención en la adolescencia, edad adulta o en la tercera edad.

Un logopeda puede realizar  su labor en diferentes actividades en el sector sanitario, en servicios sociales, centros educativos o de rehabilitación, en empresa de seguros y mutuas, en asistencia a domicilio, distintas clínicas (audiología, odontología, odontopediatría…), gabinetes de foniatría y psicopedagógicos, asociaciones y ONG’s, escuelas de doblaje e incluso en medios de comunicación.

Básicamente, el logopeda ejerce en tres ámbitos:

  1. Sanitario
  2. Educativo
  3. Social

Importancia

A partir de los 18 meses de vida, la mayoría de niños empiezan a pronunciar sus primeras palabras. Esto varía según el desarrollo de cada pequeño. Aunque resulta importante acudir a un logopeda si el niño no ha dicho ni una palabra a los 2 años de edad, o si a los 3 años no se le entiende bien.

Por su parte, en niños de entre 4 y 5 años, existen diversos síntomas o señales que alertan sobre posibles dificultades que necesitan tratamiento de un logopeda:

  • Tiene un vocabulario reducido y tiende a no utilizar artículos y pronombres.
  • Presenta dificultades para iniciar y mantener conversaciones.
  • Abusa de la mímica y los gestos.
  • Omite fonemas que no sabe pronunciar (“amón” por jamón o “pátano” por plátano)
  • Crea palabras casi ininteligibles.
  • Está ronco con demasiada frecuencia.
  • Respira con la boca abierta.

Beneficios

En el plano de la Comunicación:

  • Mejora las relaciones sociales y con el entorno.
  • En los casos que es necesario, implementamos el uso de sistemas de comunicación alternativos y aumentativos.
  • Mejorar la autonomía personal.
  • Facilita el intercambio de ideas y los aprendizajes.

Lenguaje oral:

  • Mejora la expresión y la comprensión de las situaciones.
  • Optimiza la gestión información.
  • Mejora la autorregulación, flexibilidad cognitiva y expresión emocional.
  • Aumenta el vocabulario
  • Mejora la articulación y la prosodia

Lenguaje escrito:

  • Mejora las habilidades para el aprendizaje y académicas en personas con autismo.
  • Aumenta la funcionalidad y la autonomía.