Depresión en la tercera edad:

La depresión en la tercera edad se da en un estadio especialmente delicado, complejo y crucial de la vida. Cuando se están produciendo cambios en la fisiología, el cuerpo, el cerebro y la psique de la persona, que conducen a lo que conocemos como tercera edad. Es por ello que realizamos este interesante post para que la detectes a tiempo y puedas prevenirla. Síguenos leyendo.

¿Qué es la depresión?

La depresión se define como “un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés. Sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.

Síntomas de la depresión

Sentimiento de tristeza. Vacío o desánimo de mayor intensidad que la tristeza normal y con manifestación durante la mayor parte del día.

Estado ansioso y/o de preocupación excesiva

Baja confianza en uno mismo. Sentimiento de inutilidad y de ser una carga para el resto de las personas de su entorno.

Pérdida o aumento de apetito.

Dificultad para conciliar o mantener el sueño. Así como despertarse muy temprano o tener sueño excesivo.

Dificultad para relajarse o desconectar.

Problemas en la concentración.

Dificultad para tomar decisiones.

Pensamiento o ideas suicidas en los casos de depresión grave

Irritabilidad, mal humor

Falta de deseo de estar con gente. Aislamiento

Insatisfacción y pérdida de placer por las cosas cotidianas de la vida. Poca capacidad para el disfrute

Sensación de cansancio. Fatiga o poca motivación para realizar cualquier tipo de actividad que antes le motivaba.

Pensamientos negativos recurrentes

Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento (problemas digestivos, dolor de cabeza, etc.)

Sentimientos de culpa, pérdida de esperanza.

Depresión en la tercera edad

Causas

En los adultos mayores, los cambios en la vida pueden incrementar el riesgo de depresión o llevar a que la depresión existente empeore. Algunos de estos cambios son:

Mudanza del hogar, como por ejemplo a un centro de la tercera edad

Dolor o padecimiento crónico

Hijos que dejan el hogar

Cónyuge y amigos cercanos que mueren

Pérdida de la independencia (Por ejemplo, problemas para cuidarse sin ayuda o movilizarse. O pérdida de los privilegios para conducir)

La depresión también puede estar relacionada con un padecimiento físico, como:

Trastornos tiroideos

Mal de Parkinson

Enfermedad del corazón

Cáncer

Accidente cerebrovascular

Demencia (como mal de Alzheimer)

Factores de riesgo:

Si la persona de la tercera edad, presenta uno o varios de los siguientes factores debemos tomarlos en cuenta. Para que en la medida de nuestras posibilidades podamos cambiarlos o mejorarlos:

Estado de salud. Si hay dificultades de salud, especialmente cuando son crónicas, el riesgo de depresión es mayor. Mucho más en los casos en los que están presentes enfermedades degenerativas o que implican dolor físico frecuente.

La personalidad. Alguien inseguro, o con baja autoestima es más proclive a dejarse llevar por la tristeza en la tercera edad.

La condición socioeconómica. La dependencia económica o la carencia de recursos en esta etapa genera mayor riesgo.

Vivir solo.

Tener una red de relaciones sociales escasa o nula.

¿Cómo actuar ante la depresión en personas mayores?

Para evitar los episodios depresivos o paliar sus síntomas y duración, además del tratamiento médico es conveniente que los profesionales de los centros de día o familiares ayuden al mayor a incorporar los siguientes hábitos:

1. Alimentación saludable y equilibrada evitando el consumo de alcohol y tabaco.

2. Asistencia a talleres de relajación que mejore su estado de ánimo y favorezca el sueño. Estos talleres pueden incluir actividades artísticas, musicoterapia o botánica.

3. Acudir a psicoterapia para trabajar conductas. Pensamientos y sentimientos negativos del mayor.

4. Participación en actividades grupales (como excursiones o talleres de risoterapia). En las que pueda conocer a otras personas y donde potencie sus capacidades sociales.

5. Hacer ejercicio que favorezca el envejecimiento activo, disminuya posibles lesiones. Mejore su estado de ánimo y autonomía.

6. Realizar terapias con animales con las que el mayor estará motivado, tendrá mayor actividad, potenciará sus vínculos emocionales, trabajará sus capacidades cognitivas y funcionales.

Aspectos a tener en cuenta al tratar la depresión en una persona mayor:

Sea consciente de las limitaciones físicas. Aliente a una persona mayor a consultar con un médico antes de hacer cambios en su dieta o emprender una nueva actividad que pueda estresar su resistencia.

Respete las preferencias individuales. Debido a que las personas mayores tienden a ser menos dóciles a los cambios de estilo de vida, pueden ser reacias a adoptar nuevos hábitos o a hacer cosas que otras personas de su edad disfrutan mucho. Un psicólogo que se especialice en problemas de la tercera edad puede ayudar a desarrollar una estrategia individual para combatir la depresión.

Sea diplomático. Una persona mayor con una autoestima frágil puede interpretar expresiones de aliento y estimulo bien intencionadas como una prueba más del deterioro de su estado. Otros pueden molestarse ante cualquier intento de intervención. Un psicólogo puede ayudar a sus amigos y familiares a desarrollar tácticas positivas para lidiar con estos y otros problemas delicados.

Tratamiento

En el tratamiento de la depresión en el anciano intervienen las terapias biológicas, fundamentalmente los antidepresivos (terapia farmacológica), las terapias físicas, como la terapia electroconvulsiva (TEC) y las diversas formas de psicoterapia (terapias no farmacológicas).

Farmacológico

 En la actualidad existen gran número de antidepresivos que pueden clasificarse en función de su perfil bioquímico. Pero el medico tomara la decisión de cual y por cuanto tiempo implementara.

Terapia electroconvulsiva (tec)

 La eficacia clínica de la TEC   ha sido suficientemente documentada en pacientes de edad avanzada. La mayor parte de los estudios revelan que tiene una eficacia de respuesta del 70 al 80%, especialmente en los casos de melancolía.

 Es necesario tener presente que la mayor parte de los tratamientos psicofarmacológicos pueden resultar más lesivos para el anciano que la propia TEC. Además, en casos graves, la respuesta terapéutica es mucho más rápida que la que se obtiene con la utilización de fármacos.

Psicoterapia

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un método de intervención que combina e integra los modelos cognitivo y conductual en una sola terapia.

La terapia cognitivo-conductual parte de la idea de que la depresión es la consecuencia de una combinación de déficit de habilidades de afrontamiento, problemas con la regulación emocional y una perspectiva extremadamente negativa del mundo y de la capacidad de la propia persona para actuar adecuadamente.

Esperamos que haya sido de su agrado nuestro artículo «Depresión en la tercera edad».¡Hasta la próxima».