Beneficios de tener mascotas:

A continuación te traemos los Beneficios de tener mascotas. ¡Así que no te quedes sin la tuya!. Síguenos leyendo.

Beneficios de tener mascotas

Ayuda a personas diabéticas

Algunos perros pueden ayudar a las personas que padecen diabetes. Con entrenamiento, pueden detectar un descenso importante del nivel de glucosa y avisar a su dueño incluso antes de que él detecte ese proceso químico.

Nos ayuda a estructurar nuestro tiempo

El ser humano necesita rutina para funcionar de manera adecuada y sentirse seguro y confiado. Si tenemos un animal de compañía, seremos nosotros los que le proporcionaremos esta rutina diaria, lo que al mismo tiempo, estaremos estructurando también nuestros días.

Animo

Una mascota te puede levantar el ánimo. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, las mascotas pueden reducir la presión arterial, los niveles de colesterol y triglicéridos y el sentido de aislamiento.

Aportan un sentido de propósito

Allí donde hay mascotas, hay unos ciertos cuidados que hay que realizar para que los animales vivan bien y se sientan felices a nuestro lado. Este conjunto de tareas y responsabilidades aportan una fuente de motivaciones significativas para muchas personas; el tiempo pasado en mejorar las condiciones de vida de las mascotas nunca es tiempo perdido.

Con el paso del tiempo, al ver cómo las mascotas crecen sanas y felices, eso es un reflejo del esfuerzo invertido en su cuidado, y eso también tiene un efecto positivo en la autoestima.

Nos mantiene activos

Tener una mascota te obliga a mantenerte activo, especialmente si tienes un perro, que necesita salir a pasear. Con un buen paseo a primera hora tendrás energía para todo el día.

Por las mañanas, por las tardes o por las noches. Sea cual sea la estación del año o el tiempo que haga fuera te obligará a salir de casa, así que el sedentarismo no existe si tienes un animal de compañía activo.

Terapia psicológica

Los animales son unos estupendos aliados para personas con trastornos psicológicos; por ello, existen muchas terapias asistidas en las que los animales son el recurso principal para conseguir beneficios y mejoras en las personas.

Mejoran la vida social

Nuestro animal de compañía puede ser el vínculo que nos permita conocer nuevos amigos y agrandar nuestro círculo social. Con frecuencia, salir a la calle es la excusa perfecta para conocer a alguien en el parque e iniciar una conversación, por ejemplo, sobre el cuidado de las mascotas.

Alzheimer

Los animales de compañía pueden ser de gran ayuda en enfermedades como el Alzheimer, mejorando los arrebatos de ansiedad y de estrés. Asimismo, los niños con TDAH pueden beneficiarse de tener una mascota, al aprender a ser responsables, jugar y ganar confianza en sí mismos.

Por otra parte, para niños y personas con autismo, el animal creará un ambiente tranquilizador mejorando considerablemente su vida.

Mejoran las defensas y detectan enfermedades

Estar en contacto directo con mascotas hace que los niños desarrollen un sistema inmunitario más fuerte y disminuye el riesgo de que desarrollen alergias o problemas respiratorios. El contacto del animal con el exterior potencia la fabricación de anticuerpos ante posibles virus.

Refuerza la necesidad de establecer vínculos

Al tener una mascota a la cual cuidar estamos desarrollando la capacidad de vincularnos con otros seres vivos. Esto nos permite desarrollar hábitos que si bien favorecen la salud de la mascota, también favorecen la nuestra.

Responsabilidad de aprendizaje

Tener una mascota es una excelente manera de enseñar responsabilidad a los niños. Asegurarse que el perro de la familia tenga comida y agua les da a los niños un primer acercamiento a la responsabilidad y la obligación. Los niños también aprenden de empatía y compasión al cuidar a su mascota, mientras desarrollan un mayor nivel de autoestima al hacerse responsables de cuidar a sus mascotas.

Los niños que conviven con mascotas, entienden mejor los extremos vitales, como el nacimiento y la muerte, o también les aportan conocimientos sobre el sexo y la reproducción.

Reduce riesgo de enfermedades cardiovasculares

Según la American Heart Association, las mascotas pueden reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Sus estudios determinaron que las personas que salen a pasear sus perros realizan un 54% de la rutina física diaria recomendada, y por ello la persona es menos propensa a sufrir enfermedades cardiovasculares. Además, diversas investigaciones apuntan que el mero hecho de acariciar a un perro o contemplar a los peces de un acuario tiene un efecto relajante que reduce la frecuencia cardíaca. Integrar una mascota en tu vida equivale a un corazón más sano.

Antidepresivo

Muchos estudios demuestran que las mascotas ayudan con la depresión en tanto que tienen gran capacidad para hacer que una persona reduzca sus pensamientos negativos. El vínculo emocional que se genera con una mascota es tan grande que puede convertirse en un gran anclaje a la vida. Una persona con depresión puede mejorar en tanto que su mascota le puede llegar a hacer levantarse para sacarle de paseo.

Anti estrés

El contacto físico de una persona con su mascota incide, tanto en una como en la otra, en la producción de endorfinas, las cuales actúan como potentes analgésicos, estimulan los centros de placer y contribuyen a eliminar el estrés.

Aumentan el sentimiento de felicidad

Los dueños de mascotas, tras compartir un rato de juegos, experimentan un aumento de oxitocina, se estimula la producción de serotonina y la dopamina, al mismo tiempo que el cortisol se disminuye, todas estas hormonas ayudan a disminuir los niveles de estrés y son un buen antídoto contra la depresión.

Una trastada, los momentos compartidos juntos, su personalidad y cariño… Las posibilidades de reírnos con nuestra mascota son infinitas.

Aumentan la esperanza de vida

Debido a todos los beneficios para la salud física y para la psicológica que hemos mencionado, tener mascotas hace que vivamos más años. Hacer ejercicio, sentir menos estrés o tener una vida social plena disminuyen la probabilidad de desarrollar enfermedades y trastornos de distintos tipos, que son los mejores predictores de una muerte prematura.