La sacroilitis es la inflamación de una o ambas articulaciones sacroilíacas —ubicadas en la zona donde se conectan la parte baja de la columna vertebral y la pelvis—. La sacroilitis puede causar dolor en los glúteos o en la parte inferior de la espalda, el cual puede extenderse hasta una o ambas piernas. Estar de pie mucho tiempo o subir escaleras puede empeorar el dolor.

La sacroilitis puede ser difícil de diagnosticar, debido a que puede confundirse con otras causas de dolor de la parte inferior de la espalda. Se la ha relacionado con un grupo de enfermedades que producen artritis inflamatoria en la columna vertebral. El tratamiento podría suponer fisioterapia y medicamentos.

Síntomas

El dolor relacionado con la sacroilitis ocurre con mayor frecuencia en los glúteos y en la parte inferior de la espalda. También puede afectar las piernas, la ingle e incluso los pies. La sacroilitis se puede intensificar por lo siguiente:

  • Estar de pie mucho tiempo
  • Soportar más peso en una pierna que en la otra
  • Subir escaleras
  • Correr
  • Dar pasos largos

Causas

Las causas de la disfunción de articulaciones sacroilíacas son:

  • Lesión traumática. Un impacto repentino, como un accidente automovilístico o una caída, puede dañar las articulaciones sacroilíacas.
  • Artritis. La artritis por desgaste natural (osteoartritis) puede ocurrir en las articulaciones sacroilíacas, como la espondiloartritis anquilosante —tipo de artritis inflamatoria que afecta la columna vertebral—.
  • Embarazo. Las articulaciones sacroilíacas deben aflojarse y estirarse para acomodarse para al parto. El peso adicional y la marcha alterada durante el embarazo pueden ejercer más presión en esas articulaciones y causar un desgaste anormal.
  • Infección. En casos excepcionales, la articulación sacroilíaca puede infectarse.

Diagnóstico

Durante la exploración física, es posible que el médico intente identificar la causa del dolor presionando distintas partes de las caderas y de los glúteos. Podría moverte las piernas en diferentes posiciones para presionar ligeramente las articulaciones sacroilíacas.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Una radiografía de la pelvis puede revelar signos de lesiones a la articulación sacroilíaca. Si se sospecha de espondiloartritis anquilosante, el médico podría recomendarte una resonancia magnética (una prueba que utiliza ondas de radio y un campo magnético fuerte para producir imágenes transversales detalladas de los huesos y de los tejidos blandos).

Anestesia inyectable

Debido a que el dolor en la parte baja de la espalda puede ocurrir por distintas causas, el médico podría sugerir la aplicación de anestesia inyectable para ayudar con el diagnóstico. Por ejemplo, si dicha inyección se coloca en la articulación sacroilíaca y detiene el dolor, es probable que el problema esté en esta articulación. Sin embargo, el anestésico puede filtrarse a las estructuras cercanas, lo cual puede comprometer la confiabilidad de esta prueba.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa de tus signos y síntomas, así como de la causa de la sacroilitis

Medicamentos

Según cuál sea la causa del dolor, el médico podría recomendarte:

  • Analgésicos. Si los analgésicos de venta libre no proporcionan alivio suficiente, el médico podría recetarte versiones más fuertes de esos medicamentos.
  • Relajantes musculares. Los medicamentos como la ciclobenzaprina (Amriz, Fexmid) pueden ayudar a reducir los espasmos musculares que, a menudo, se relacionan con la sacroilitis.
  • Inhibidores del factor de necrosis tumoral. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral —como el etanercept (Enbrel), el adalimumab (Humira) y el infliximab (Remicade)— suelen ayudar a aliviar la sacroilitis que se vincula con la espondiloartritis anquilosante.

Terapia

El médico o fisioterapeuta puede ayudarte a aprender ejercicios de amplitud de movimiento y de elongación para mantener la flexibilidad de las articulaciones, y ejercicios de fortalecimiento para hacer que los músculos sean más estables.

Cirugías y otros procedimientos

Si otros métodos no te alivian el dolor, el médico podría sugerir lo siguiente:

  • Inyecciones en las articulaciones. Se pueden inyectar corticoesteroides en la articulación para reducir la inflamación y el dolor. Solo pueden darte unas pocas inyecciones en las articulaciones por año, ya que los esteroides pueden debilitar los huesos y los tendones de las articulaciones.
  • Denervación por radiofrecuencia. La energía de la radiofrecuencia puede dañar o destruir el tejido de los nervios que causan el dolor.
  • Estimulación eléctrica. Implantar un estimulador eléctrico en el sacro podría ayudar a reducir el dolor causado por la sacroilitis.
  • Fusión de la articulación. Aunque rara vez se realice una cirugía para tratar la sacroilitis, la fusión de dos huesos con un elemento metálico puede, en ocasiones, aliviar el dolor producido por esta enfermedad.

Preparación para la consulta

Es probable que comiences por consultar con el profesional de atención médica primaria. Él puede derivarte a un reumatólogo o a un cirujano ortopédico.

Qué puedes hacer

Cuando programes la consulta, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, como ayunar antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas, incluso los que parezcan no estar relacionados con el motivo de la consulta
  • Información personal importante, como situaciones de estrés importantes, cambios recientes en tu vida e historia clínica familiar, particularmente si un familiar cercano ha presentado síntomas similares
  • Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomas, y también las dosis
  • Preguntas para hacerle al médico.