El árnica o Árnica Montana es una planta con una gran reputación y muy utilizada en la medicina rural, que ha mantenido su fama como eficaz antiinflamatorio natural en los remedios de herbolario y también como ingrediente farmacéutico. Pastores y campesinos del centro de Europa la vienen empleando desde antiguo para tratar una gran variedad de dolencias, y se la conocía también como tabaco de monte o tabaco de montaña.

Era costumbre recorrer los prados de montaña donde habita para cosecharla en su medio natural, pero hoy día se ha enrarecido bastante y es preferible evitar su recolección al aire libre y adquirir ejemplares procedentes de viveros medicinales.

Además, por las características de la planta y su afinidad con otras muchas, los errores en su identificación han sido frecuentes. En cualquier caso, estamos ante una planta bella y prodigiosa, que es preciso salvaguardar, y que supone una interesante opción para aliviar molestias a nivel tópico.

Propiedades

Algunas de las propiedades del árnica son las siguientes:

Fortalece la salud dental

Si sueles tener llagas en la boca, la tintura de árnica puede ser muy benéfica para tratar las lesiones en el interior de tu boca. Realiza enjuagues bucales con infusión de árnica y diluye 20 gotas de tintura en un vaso de agua para enjuagar.

Insuficiencia venosa

Actúa en los capilares, estos vasos sanguíneos extremadamente finos conectados a las arterias y las venas. Por tanto, es especialmente adecuado para el tratamiento de la fragilidad capilar: Las deficiencias venosas de las extremidades inferiores (varices, piernas pesadas…), hemorroides, hemorragia subconjuntival (ojos rojos), la retinopatía diabética o la degeneración macular vinculada a la edad (DMAE) y la rojez de la cara.

Tiene efecto antiséptico

Ayuda a evitar la infección por bacterias en el caso de heridas y úlceras de piel y ayuda a la cicatrización de la piel.

Favorece la disminución de los hematomas

Los moretones aparecen como consecuencia de un golpe o un traumatismo en cualquier parte del cuerpo. Estos se originan cuando los vasos sanguíneos que se encuentran en la superficie más próxima a la piel se rompen como consecuencia del impacto.

El árnica podría contribuir a disminuir estas marcas gracias a sus efectos antiinflamatorios. Esta planta sería más eficaz que el placebo para el tratamiento de varias afecciones, como el dolor postraumático y postoperatorio, el edema y los hematomas.

Alivia los síntomas de la artritis reumatoide

Si aplicas compresas mojadas o te aplicas ungüento en la zona de dolor, notarás que los efectos antiinflamatorios comenzaran a surtir efecto. Incluso su uso en gel, también te ayudará a estimular la circulación sanguínea.

Descongestiona las vías respiratorias

La infusión del té de árnica del tipo de árnica conocida como árnica mexicana, que no es la europea, es menos tóxica y no tiene efectos secundarios. Y ayuda en cualquier tipo de afección respiratoria.

Para favorecer el sueño

Esta es una indicación poco conocida del árnica, pero tiene es interesante para adultos y niños. De hecho, este remedio homeopático puede ser eficaz para dormir después de un entrenamiento intensivo o ejercicio de rendimiento importante cuando uno se siente acalorado, con dolor o siente la cama demasiado dura. Consulta con tu médico la dosis recomendada.

Ayuda a evitar la caída del cabello

El árnica tendría propiedades para promover el crecimiento del cabello y evitar su caída. Al parecer, el uso del aceite de esta planta tiene efectos positivos para reducir la irritación y la inflamación del cuero cabelludo.

Lo anterior representaría un ambiente idóneo para la salud de los folículos pilosos. Sin embargo, aunque varios datos anecdóticos validan sus efectos para este fin y su uso es popular en las rutinas de cuidado del cabello, existe muy poca documentación al respecto.

Cicatrización de heridas

Algunos estudios demuestran que el árnica posee lactonas con propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias, reduciendo la producción de sustancias inflamatorias como las prostaglandinas y citocinas, pudiendo utilizarse como auxiliar en el tratamiento de heridas de la piel, escoriaciones, arañones, machucones o cortadas

Dolor muscular y articular

El dolor muscular es la otra indicación insignia del árnica. Ampliamente utilizado por deportistas en caso de esguinces, distensiones y hasta fatiga muscular (calambres, dolor). También en reumatología es muy útil, sobre todo en caso de dolor de espalda (lumbago, ciática) o reumatismo (artritis, artrosis).

Té de Árnica

El té de árnica se debe tomar muy diluido y sólo se deben usar las hojas, pues la flor tiene un nivel de toxicidad mayor.

Preparación

Para preparar té de árnica, calienta una taza de agua y una vez que hierva, añade una pizca de hojas de árnica, si lo deseas, puedes endulzar con miel o mezclar con otras hierbas, como manzanilla.

Contraindicaciones

El árnica no es una planta que pueda usarse a la ligera, sin tener un buen conocimiento previo de sus indicaciones y de sus limitaciones. Y es que, se trata de una planta con un elevado potencial tóxico, por la acción de algunos de sus principios activos, como alcaloides, cumarinas, componentes de la esencia y lactonas, entre ellas la helenalina, con efecto muy irritante sobre las mucosas.

La intoxicación con árnica, sobre todo en dosis altas, puede provocar, en efecto, irritación de las mucosas gástricas, trastornos digestivos acompañados de vómitos o diarreas, pero también alteraciones nerviosas, vértigo, alucinaciones, disnea y fallos cardíacos.

Como norma general, se desaconseja su uso por vía interna, y el árnica montana debe ser usada con precaución en los siguientes casos:

En caso de alergia a las plantas de la familia de las compuestas.

Durante el embarazo y la lactancia.

Tras una intervención quirúrgica, sobre las cicatrices que puedan existir.

No se debe aplicar sobre heridas abiertas y sobre hemorragias.

Se debe aplicar con precaución sobre pieles dañadas, a fin de evitar, como en el caso anterior, que pueda ser absorbida por el flujo sanguíneo.

Por la presencia de helenalina, puede ocasionar en algunas personas reacciones alérgicas cutáneas, con aparición de dermatitis vesiculares y edemas. La alternativa es aplicarla de forma muy diluida.

Por vía oral puede ser imprudente simultanear la toma de remedios con árnica y medicamentos anticoagulantes –los que retardan la coagulación sanguínea– y antiplaquetarios. En niños, hay que tener cuidado de no emplearlo en zonas cercanas a las mucosas (bocas, ojos), ya que su ingesta puede causar efectos neurológicos.