El día de hoy hablaremos sobre Leyendas urbanas desconocidas, déjanos saber en los comentarios si te gustaron
El puente de piedra
Este puente natural se encuentra de camino a un pueblo llamado Grecia. Alrededor de su creación existe una leyenda: cada día un campesino debía bordear un amplio cañón y el río para llegar a su destino.
Fatigado, una noche invoca al diablo y le prometió su alma a cambio de la construcción de un puente, con la condición de que debía terminarlo antes de que cantase un gallo. El diablo acepta.
Justo antes de colocar la última piedra del puente, el hombre saca un saco que tenía en su carreta y lo patea, haciendo cantar a un gallo que estaba dentro y, por lo tanto, salvar su alma. Se dice que por esta razón el puente tiene un gran hueco en el medio.
La Roca Bruja
La Roca Bruja es una peña de gran tamaño ubicada en el mar. La leyenda detrás de esta misteriosa roca relata la osadía de un indígena de navegar desde la playa hasta la roca.
Al llegar, el indio encuentra en una pequeña gruta a tres mujeres hermosas víctimas de un embrujo, cada una con un guardián.

El indígena conviene en volver para rescatar a las doncellas y estas le piden que no cuente su encuentro a nadie.
Una vez en tierra, el hombre comienza a relatar su aventura, prolongando el hechizo y causando que las mujeres atrapadas en la roca desaparecieran para siempre.
La leyenda del «niño perro»
La leyenda del «niño perro» es originaria de Arkansas. Si bien no está relacionada con el chupacabras, dibujado arriba, sí habla de un siniestro niño que pasó su infancia torturando sin piedad y experimentando con perros y gatos de su ciudad. La leyenda también cuenta que el niño tenía poderes paranormales.
Increíblemente, el leyenda del Niño Perro es (casi) real y está basada en la vida de Gerald Floyd Bettis, quien se quedaba en la casa de su familia para poder almacenar más perros y gatos callejeros para torturarlos. Bettis también era un tirano cuando se trataba de sus padres.
¿Él [los] mentenía virtualmente prisioneros en la parte alta de la casa? dijo un vecino. ¿Él los alimentaba, pero sólo cuando él decidía que era tiempo para que ellos comieran?
A pesar de que no hay pruebas de que Gerald tuviera algún tipo de fuerzas paranormales trabajando con él, medía 1,90 metros y pesaba 136 kilos. Esto probablemente hizo de su comportamiento sádico más aterrador para sus víctimas
La sombra en la esquina
El linaje de Gente de la Sombra abarca un universo entero de folclore espeluznante de visiones o sombras de personas que aparecen y desaparecen rápidamente alrededor.
Como era de esperar, las personas que reportaron tales apariciones, frecuentemente tienen problemas para dormir o en un estado de parálisis de sueño. Por años, cientos de personas han jurado despertar en medio de la noche por una figura de sombra apareciéndose frente a ellos, o parados al otro lado de la pieza.
Al menos una vez, resultó ser cierto. En Fukuoka, Japón, un hombre que vivía «solo» en su departamento comenzó a sospechar que algo más estaba presente ahí con él, moviendo cosas alrededor y robando comida. Decidió poner cámaras de vigilancia, con las que capturó una imagen de una anciana deslizándose fuera de su armario. La mujer, de 58 años, Tatsuko Horikawa, quien era vagabunda, admitió a la policía que había vivido en la casa del hombre por alrededor de un año, moviéndose fuera de su vista en los clósets.
Obviamente, esta historia no prueba que la Gente Sombra es real, pero puede hacerte pensar dos veces la próxima vez que desarrolles un miedo paranormal o sientas que alguien te está mirando desde las sombras
El diablo Chingo
Aunque de origen regional, esta leyenda es considerada una de las más populares en toda Costa Rica.
El Chingo es la manifestación del diablo mismo en la forma de un toro indomable, sin cola, con ojos envueltos en llamas y unos enormes cuernos. Se dice que aparece para espantar animales y personas por igual.
La historia detrás de esta aparición gira en torno al intento fallido de un capataz que intentó domar al chingo, el cual escapó hacia las montañas, arrastrando al domador tras de sí.
El capataz no fue visto de nuevo. Se afirma que, a la distancia, que se pueden escuchar los eternos alaridos del hombre detrás del mugido de un toro en llamas.
La carreta sin Bueyes
La leyenda está enfocada en la avaricia y la codicia, ya que en pleno día o de madrugada, se escucha a una carreta transitar frente a la vivienda de una persona ligada, intrínsecamente, con alguna de estas características. El propósito es que cambien su forma de pensar.
La carreta está pintada de muchos colores y, según cuenta la historia, quien la ve muere a los ocho días de observar su aparición.
El episodio se remonta al antiguo San José, donde habitaba gente sencilla y creyencera. Allí, una bruja estaba enamorada del más valiente y apuesto de los muchachos del pueblo, quien la despreciaba puesto que era cristiano.
No obstante, la bruja obcecada logró conquistar al joven por medio de mentiras, incluso al punto de vivir muchos años a su lado, y transformándolo en un ser similar a ella.

Los familiares del muchacho no aprobaban dicha unión, al igual que tampoco contaban con la bendición del cura del pueblo, que cada tanto aprovechaba el espacio de sus prédicas para denunciar el acontecimiento.
Así transcurrieron los años, y la víctima ya mayor, tuvo una enfermedad incurable. Por tal motivo, le solicitó a la bruja que cuando falleciera, los santos oficios se realizarán en el templo de la zona. Sin embargo, el sacerdote no lo autorizó.
Una vez que murió su amado, la bruja preparó los bueyes y la carreta, además puso la caja con el cuerpo muerto, cogió su escoba, su machete y se dirigió a la iglesia.
El cura detuvo la carreta una vez que ésta se encontraba en las puertas del templo, pero la bruja no obedeció y más bien blasfemaba contra lo sagrado. A raíz de esto, en la actualidad se presume que la hechicera, la carreta y el muerto vagan por el mundo.