La labradorita es un mineral que pertenece naturalmente al grupo de los feldespatos, específicamente al grupo de las plagioclasas, de hecho es parte fundamental de la serie de bowen en la formación de minerales.
El nombre de labradorita viene del lugar donde se encontró por primera vez, en la Península de Labrador, Canadá. Este mineral se caracteriza porque presenta a simple vista unos espectaculares colores iridiscentes que van desde el azul oscuro e incluso al blanco.
Debido a sus bellos colores iridiscentes, su dureza, su brillo y rareza es ampliamente utilizado como piedra preciosa, en donde le denominan “piedra labradorita”.
El color de la labradorita
Lo más llamativo y cotizado de la piedra labradorita es su color, es así, que algunos especímenes de este mineral suelen presentar fuerte iridiscencia, que hace que se presente en colores variados entre azul, verde, rojo, naranja, e incluso amarillo.
Es tal esta rareza que se ha dedicado y definido a este fenómeno específico de este cristal como “labradorescencia”, las muestras que poseen esta propiedad suelen ser usadas como piedras preciosas de alto valor.
Propiedades
La labradorita es una piedra preciosa ideal para el lugar de trabajo, fomenta la comunicación, el trabajo en equipo y el compromiso con la causa. Puede mejorar el entorno laboral, hacer que los clientes se sientan bienvenidos y generalmente mejora el rendimiento de la compañía.
La labradorita se considera una piedra de transformación y protección. Se le atribuyen cualidades místicas y contemplativas. Favorece la apertura de conciencia y la estimulación de la intuición. La labradorita potencia la confianza en uno mismo y en la vida, calma la mente y fortalece el cuerpo y el aura.
Además, se cree que la labradorita es de gran ayuda para el sistema respiratorio, el sistema metabólico y digestivo, para los síntomas del PMS y el reumatismo, la artritis y la gota así como también para regular la presión sanguínea.
La piedra labradorita se caracteriza porque irradia una energía predominante de cristal azul que estimula principalmente a zona de la garganta, la voz del cuerpo. Gracias a esta característica es posible el flujo de energía a través del cuerpo. Y por tanto existe un fácil flujo de los chacras inferiores hacia la arte superior en una liberación natural.
La labradorita posee, además, el poder de reforzar tus capacidades psíquicas y agudizar tu intuición. Poseerás así un saber que te hará más confiado para actuar, expresar lo que sientes y seguir tu inspiración.
Esta piedra, al eliminar las vibraciones negativas y atraer las positivas, puede ayudarte a disfrutar de una salud más plena y en plena forma. Sobre todo, para perturbaciones mentales o emocionales como puede ser la tristeza, depresión, ansiedad, estrés, etc.
Es bastante apropiada como piedra de transformación, pero esta piedra puede hacer mucho más de lo que puedas imaginar. Ayuda a engrandecer la mente y su simple presencia es relajante.
El mineral también es evocativo de la creatividad y la fantasía, es usado en la magia por la energía espiritual o mística que de él se desprende, aviva recuerdos del pasado, de ésta y otras vidas; descubre talentos ocultos, armoniza todos los chacras, en especial el del corazón, atrayendo amistades y amor; abre paso a la evolución, disipa los miedos, fortalece la confianza en el yo.
La labradorita será de gran ayuda para aquellos que tengan que afrontar cambios en su vida, ya sea por elección propia o por las circunstancias. Una nueva carrera o la pérdida de un trabajo, una mudanza, una ruptura amorosa o el comienzo de un nuevo estilo de vida saludable, todo esto implica estrés y compromiso y la labradorita te dará la fortaleza para perseverar y tener éxito.
Es una piedra preciosa emocionalmente positiva, ofrece entusiasmo a la vida diaria junto con las alegrías sencillas de la familia, los amigos y el entorno. Aliviará las cargas de la responsabilidad y te permitirá valorar lo que tienes.
Se cree que es un talismán para atraer la buena suerte y alejar las energías negativas, allí su intervención en lo espiritual, aquella persona que enfrente un conflicto debe mirar fijamente la Labradorita y reanimar en ella lo positivo. No en vano algunos prefieren colocar esta roca en el escritorio o estante de su despacho para ejercitar entre tiempos su concentración.
Limpieza de la labradorita
La absorción excesiva de ondas negativas agrieta la piedra y despierta el mal de ojo. Por eso, la purificación y la recarga periódicas son esenciales.
Las técnicas de purificación
La purificación del agua sigue siendo el método más sencillo. El principio se reduce a sumergir la piedra en un recipiente con agua durante unas horas. La técnica libera las energías negativas acumuladas a lo largo del tiempo. El agua del grifo o el agua desmineralizada pueden servir. Otro método sugiere enterrar las piedras bajo tierra.
Elija una zona con energía positiva y deje que su piedra descanse durante unas semanas o unos meses. A continuación, púlalo con un paño. La depuración de la sal sigue siendo la última alternativa. Colocar el mineral sobre un cúmulo de sal marina. Este último captará las energías negativas. También puede utilizar una solución de sal cristalizada disuelta en agua desmineralizada. Esta técnica requiere el uso de un velo opaco como cubierta para acelerar los procedimientos.
Limpieza y recarga
Después de la purificación viene la recarga. La operación se realiza de cara al sol, con la labradorita colocada sobre una geoda de cuarzo o amatista. Sabed que su influencia se hace más fuerte cuando nunca os separa. Teniendo esto en cuenta, monte la piedra en joyas: en un collar de labradorita o en una pulsera de labradorita y llévela en la muñeca, alrededor del cuello o escondida en el bolsillo.
Evitar la recarga negativa
Una recarga negativa se manifiesta con multitud de signos físicos: dolor en la muñeca, náuseas, hormigueo, sensación de pesadez. Emocionalmente, su presencia suscita depresión, pena o tristeza. En caso de recarga negativa, purifique la piedra en agua durante unos minutos y luego tire la solución por el inodoro. Para evitar este inconveniente, elija una piedra grande.
