¿Qué es la fructosa?

La fructosa es un hidrato de carbono simple, un azúcar que se encuentra de forma natural en alimentos como frutas, verduras y miel. Su consumo ha aumentado en los últimos años a causa de su uso en la elaboración de productos light o “de dieta”, en bebidas, néctares de frutas, etc. Aunque se trate de un azúcar su consumo a través de la ingesta de frutas frescas se considera totalmente saludable y no se contabiliza dentro de la limitación de ingesta de azúcares que indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otra cosa es si tomamos la fruta en forma de zumo o si la fructosa ha sido añadida a otros productos procesados, como mermeladas, jaleas, repostería, etc., en este caso sí debemos limitar su consumo tal como especifica la OMS. De todos modos, hasta ahora estamos hablando de la ingesta de fructosa en una persona sin problemas de intolerancia, pues una persona con intolerancia a la fructosa tendrá que limitar su ingesta, también en las frutas frescas e incluso verduras, si presenta alto grado de intolerancia.

¿Qué es la intolerancia a la fructosa?

Se trata de una intolerancia alimentaria debido a un déficit enzimático que da lugar a síntomas asociados a la ingesta de fructosa y su mala absorción en el aparato digestivo.
Las personas con este tipo de intolerancia tienen dificultad para absorber la fructosa por las células del intestino delgado, debido a que la proteína transportadora específica de la fructosa, o bien no está presente, o se ha vuelto inactiva. En este caso la fructosa no absorbida pasa al colon, aquí las bacterias intestinales la fermentan y esto genera liberación de gases y diversas molestias intestinales, es decir, lo síntomas de la intolerancia a la fructosa: diarrea, meteorismo o gases, malestar abdominal, etc.

¿Cómo saber si tengo intolerancia a la fructosa?

Actualmente la prueba diagnóstica de elección para detectar la intolerancia a la es el test de hidrógeno espirado. La actividad de las bacterias intestinales produce hidrógeno y la prueba consiste en administrar al paciente una solución con fructosa y recoger una muestra de aire a través de la espiración dentro de un aparato que contiene un sensor de Hidrógeno. Todo ello con una serie de consideraciones específicas sobre las ingestas previas y los tiempos de espera para dar fiabilidad a la prueba.

La fructosa
  • Ojo con los zumos: los zumos de fruta son ricos en fructosa, sobre todo el de manzana (14 g en un vaso), piña (12 g), pera y mango (13 g). Y los néctares, aún mas.
  • Mezcla con verduras: si combinas el zumo de fruta con el de verduras aumentarás la proporción de fibra y reducirás la velocidad de asimilación de los azúcares.

¿Qué alimentos debe evitar una persona intolerante?

Las personas que tienen intolerancia a la fructosa deben seguir una alimentación sin fructosa. Se deben eliminar, por tanto de la dieta, todo tipo de alimentos que contengan fructosa o una mezcla con algún ingrediente de fructosa, entre los que se incluyen:

Frutas frescas, frutas secas y zumos de frutas

Cualquier producto que contenga fruta o sus derivados: yogures, mermeladas, pasteles

Miel y todos los productos derivados de la miel

Verduras y zumos de verduras (excepto las permitidas, que se señalan en el siguiente punto)

Cereales dulces para el desayuno, mezclas de cereales que contienen frutas secas o maní

Embutidos y salchichas, ya que a menudo contienen azúcar

Bebidas y refrescos azucarados

Comidas preparadas, aderezos para ensaladas, mayonesa, salsa de tomate, salsas de chile y mezcla de especias que contengan azúcar

Medicamentos que contengan algún revestimiento de azúcar

Leche y productos lácteos con azúcar agregado

Helados, postres y productos de confitería, excepto aquellos que tengan algún tipo de azúcar de los permitidos

Chicles, chocolates y caramelos

Tipos de alimento, bebida o aderezo que contenga fructosasacarosa sorbitol

¿Qué alimentos están permitidos en personas con intolerancia a la fructosa?

Los siguientes productos pueden consumirse por personas intolerantes a la fructosa, siempre que no contengan ningún tipo de salsa o aderezo con fructosa, sacarosa o sorbitol:

Carnes

Pescado

Aves

Huevos

Mantequilla y margarina

Aceite

Patatas

Arroz

Pastas

Copos de avena

Cereales, salvo los cereales y harinas integrales y de soja

Productos lácteos sin azúcar ni frutas añadidas

Verduras permitidas (espinacas, achicoria, espárragos, coliflor, champiñones, lechuga, acelgas, rábanos, pepinos, espárragos, aguacate, ruibarbo)

Bebidas: agua, café, té negro, té verde, té de hierbas, infusiones (tila, manzanilla, menta)

Condimentos: sal, pimienta, vinagre, hierbas aromáticas

Caldos y sopas sin azúcar

Nueces (excepto cacahuete)

¿Qué ocurre con los alimentos que se venden con el etiquetado “sin azúcar”?

Hay que advertir que muchos de los alimentos que se venden como alimentos “sin azúcar” pueden contener otro tipo de azúcares que también son nocivos para una persona con intolerancia a la fructosa.

Por lo que recomendamos leer siempre el etiquetado y evitar todos los alimentos que, pese a estar etiquetados como «sin azúcar», contienen alguno de los siguientes ingredientes o azúcares:

Fructosa (azúcar de fruta)

Sacarosa, azúcar blanca, azúcar de caña y azúcar de remolacha

Mezclas de fructosa y glucosa (azúcar invertido)

Sorbitol, que se convierte en fructosa en el hígado, (E420)

Las siguientes sustancias pueden reemplazar el azúcar y utilizarse en sustitución del azúcar, aunque siempre en pequeñas cantidades:

El Acesulfamo (E 950)

Aspartamo (E 951)

Ciclamato (E 952)

La Sacarina (E 954)

Lactosa (a menos que el paciente también tenga intolerancia a la lactosa)

Maltosa y jarabe de malta.