La quinoa: Esta pequeña semilla cautiva a quienes apuestan por una alimentación natural y ecológica. Aporta tanta energía y fibra como los cereales integrales, proteínas vegetales muy completas y una cantidad excepcional de minerales.

Sus crujientes granos, de color amarillo claro, poseen un sabor delicado a medio camino entre el arroz y el cuscús, y tienen la virtud de no cansar el paladar ni de «limpiarlo» de otros sabores más intensos. Una vez hechos, quedan sueltos, brillantes, y su germen en espiral les otorga una presencia original que da mucha personalidad a las recetas.

El cultivo de la quinoa (Chenopodium quinoa), una planta de las quenopodiáceas (como la acelga), se inició hace al menos tres milenios, posiblemente en el entorno del lago Titicaca, y fue el alimento básico de las culturas indígenas hasta la llegada de los conquistadores españoles.

Los antiguos incas llamaban a la quinoa «chisaya mama», es decir, «la madre de todos los granos», y el emperador se reservaba el honor de plantar las primeras semillas de la temporada con herramientas de oro.

Los europeos, a su llegada, trastocaron siglos de relación con la quinoa, pues intentaron erradicarla por todos los medios. Desconocedores de las propiedades de la quinoa, arrasaron campos de cultivo y prohibieron su siembra bajo la amenaza de severos castigos. Fue sustituida por cultivos como la patata, el maíz o el trigo.

El argumento era que se trataba de un alimento amargo y no panificable, pero algunos historiadores creen que el verdadero sentido de ese rechazo era el carácter sagrado que tenía para los indígenas, y que como símbolo representaba a una cultura que se quería doblegar.

Bien entrado el siglo XX, este extraordinario alimento resurgió de sus cenizas como consecuencia, en parte, de las investigaciones de científicos norteamericanos que sacaron a la luz sus virtudes nutricionales. En 1982 se implantó su cultivo en Colorado, y tales son los beneficios de la quinoa que la NASA se interesó por ella como superalimento para ser cultivado en el espacio.

Propiedades

La quinoa no es más que una semilla, pero con características únicas al poder consumirse como un cereal, por eso, la llamamos también pseudocereal. Como tal, la quinoa provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos complejos, pero también aporta cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos y ofrece alrededor de 6 gramos de grasas en igual cantidad de alimento.

Si comparamos la quinoa con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, la quinoa es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos.

Asimismo, debemos destacar su alto aporte de fibra, ya que puede alcanzar los 15 gramos por cada 100 gramos, siendo en su mayoría, fibra de tipo insoluble como poseen característicamente las semillas.

Si nos referimos a los micronutrientes, en la quinoa destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.

Beneficios

Tiene más proteína que cualquier cereal

Entre 12-16 gramos por cada 100. Además, estas proteínas vegetales se consideran de alto valor biológico, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales para el ser humano en las proporciones adecuadas.

Ideal para veganos

Debido a su nivel en proteínas vegetales, es una fuente muy buena para completar la dieta vegana. ¿Un plus? Puede congelarse y durar una semana cocida en la nevera.

Previene enfermedades

Como el cáncer de mamadiabetes de tipo 2cardiovasculares, gonorrea, y tuberculosis entre otras. Además, como contiene sustancias alcalinas (magnesio, calcio y oligoelementos) se utiliza como remedio natural para esquinces y torceduras. En algunos pueblos de los Andes se aplicaba antiguamente para curar fracturas de huesos.

Buena para los diabéticos

Porque además de tener unas condiciones nutricionales óptimas para los que lo son, posee un sabor neutro que puede encajar perfectamente en ensaladas, guisos, postres, desayunos… Lo que posibilita la creación de infinidad de platos en cualquier momento del día

Posee grasas buenas

Aunque reúne más en comparación con otros cereales, no quiere decir que sea una comida rica en grasas. Además, éstas son de buena calidad y poliinsaturadas, como los ácidos grasos Omega 3 y 6, esenciales para el cuerpo, ya que no puede producirlos por él mismo.

Rica en fibra y minerales

Es de destacar el aporte de fibra de la quinua, siendo de 15 gramos por cada 100, siendo la mayoría de tipo insoluble. Entre los minerales destaca el hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo, zinc, manganeso, pequeñas cantidades de cobre y de litio.

Cordero con quinoa y verduras

Ingredientes

  • 200 g quinoa
  • 400 g carne de cordero
  • 2 ajo
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento rojo
  • 1 dl aceite de oliva virgen extra
  • 1 dl caldo de verduras
  • Sal
  • Pimienta

Procedimiento

  1. Lavar la quinoa, poner a cocer con el doble de volumen de agua durante quince minutos y salar unos minuto antes de retirar del fuego. Reservar.
  2. Trocear el cordero en tiras muy finas. En una sartén amplia con un fondo de aceite, freír hasta que esté dorado, salpimentar. Reservar tapado para que no enfríe.
  3. En esa misma sartén estofar el ajo triturado y la cebolla picada. Añadir el pimiento cortado en tiras. Cuando las verduras estén salteadas añadir el caldo y dejar cocer unos minutos. Retirar del fuego y servir las verduras con la quinoa y el cordero salteado.

Quinoa con gambas fritas

Ingredientes

  • 1 taza quinoa
  • 2 tazas caldo de verduras
  • 1 escalonia
  • 300 g gambas frescas
  • 50 ml aceite de oliva virgen extra
  • Apio
  • Sal
  • Pimienta

Procedimiento

  1. Poner el caldo al fuego, añadir la quinoa y dejar cocer a fuego moderado hasta que se consuma todo el caldo. Retirar del fuego y mover la quinoa para que se despegue. Reservar.
  2. Pelar las gambas y reservar las cáscaras para otras preparaciones. Pelar, picar la escalonia y estofar en una sartén amplia con el aceite de oliva. Incorporar las gambas a la sartén y saltear. Salpimentar.
  3. Cuando las gambas se hagan ligeramente, incorporar la quinoa y mezclar. Servir la quinoa con gambas en cuencos y coronar con hojas de apio.