Hoy hablaremos sobre recetas con pollo, además también te compartiremos algunos de sus beneficios.
Mejora la visión y la piel
El pollo es alto en retinol, alfa y beta-caroteno y licopeno, derivados de la vitamina A fundamentales para tener una visión saludable. Además, según los especialistas es esencial para el crecimiento de tejidos sanos. Si aumentamos en nuestra dieta la riboflavina o vitamina B2, presente en el hígado del pollo, reduciremos en gran medida sus problemas cutáneos. Esta vitamina tiene la propiedad de reparar la piel seca o dañada y puede ser una buena opción cuando por ejemplo tienen los labios agrietados del frío o el calor.
Rica en proteína y baja en grasas
Las proteínas de la carne de pollo contribuyen al desarrollo muscular y ayudan a mantener un peso corporal saludable. Además, el pollo tiene menos de un 10% de grasa, poco colesterol y es fácil de digerir por los más pequeños. De hecho, suele ser el primer tipo de carne que se añade a los purés y que prueban los niños cuando cumplen medio año. Está recomendada para niños de cualquier edad a partir de los seis meses.
Buena para su salud cardiovascular
Comer carne de pollo suprime y controla los niveles de homocisteína es un aminoácido perjudicial para las paredes de los vasos sanguíneos. Altos niveles de homocisteína constituyen un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. La carne de pollo mejora la salud cardiovascular de nuestros hijos.
Contiene triptófano
La carne de pollo, al igual que la del pavo, es rica en un aminoácido llamado triptófano que está relacionado con la sensación de bienestar. Aumenta los niveles de serotonina del cerebro, mejora el estado de ánimo y ayuda a que nuestros hijos duerman mejor.
Rica en fósforo, selenio, potasio y zinc
La carne de pollo es rica muchos minerales como fósforo, selenio, potasio o zinc. El fósforo es un mineral esencial para la formación y el buen estado de dientes y huesos. El fósforo mejora el funcionamiento del sistema nervioso central. Además, contiene una significativa cantidad de selenio, difícil de encontrar en otros alimentos, que está relacionado con el rendimiento metabólico, ya que es fundamental para la hormona tiroidea. También contiene potasio, que es esencial para la contracción muscular y el funcionamiento del corazón y zinc que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.
Receta de pollo al horno
Ingredientes
6 trozos de pollo (pechuga y muslo)
Zumo de limón
4 cucharadas soperas de salsa de soja
2 cucharadas de ajo molido
Una pizca de comino para condimentar
2 cucharadas de aceite
Agua (cantidad necesaria)
1 kilogramo de patatas
Sal y pimienta a gusto
Pasos
Trocear el pollo
Comenzamos troceando el pollo en cuartos o a la mitad, aunque también se puede hornear el pollo entero siempre que se tenga los utensilios de horno necesarios.
La piel del pollo
Dejar o quitar la piel del pollo va por gustos pero nuestra recomendación, si quieres que salga mucho más sabroso el pollo y se dore, es que dejes la piel al pollo y una vez cocinado la retires
Meter el pollo en una fuente
Pero antes, debemos preparar la fuente y para ello vamos a echar un buen chorro de aceite y, después, colocaremos el pollo sobre ella para introducirlo dentro del horno. Con ello haremos que el pollo esté mucho más sabroso y éste no se nos pegue a la fuente.
Mezclar el zumo de limón y la salsa de soja
Para mezclar ambos ingredientes (zumo de limón y salsa de soja) vamos a utilizar un pequeño recipiente, una vez mezclado vamos a añadir el ajo molido, una pizca de sal y pimienta a gusto del consumidor.
Incluir un poco de agua y dejar el pollo en el horno
Para que comience a formarse el jugo, debemos verter en la fuente ¼ de taza de agua en la misma fuente del pollo. Y dejamos el pollo en el horno durante 45 minutos a temperatura entre 180º y 200º o hasta que se note que el pollo esté bien cocido.
Para evitar que nuestras recetas de pollo al horno queden secas, durante la cocción es importante bañar el pollo con su propio jugo y agregando agua de vez en cuando si es necesario. Pero cuidado, si añadimos demasiada agua la salsa puede perder sabor.
Ésta es una de las recetas de pollo al horno más habituales en los hogares, pero hay muchísimas más y que, al igual que ésta, son muy sencillas de realizar.
Sopa de picadillo. Sopa de pollo tradicional
Ingredientes
1/2 pollo (500 gr. con las carcasas)
Dos huevos
2 zanahorias
Una hueso en salazón (mejor de rodilla)
1 puerro
100 gr. de jamón serrano
120 gr. de fideos para sopa. También valdría la misma cantidad de arroz (opcional)
Hojas frescas de hierbabuena
Pasos
Pelamos y lavamos la zanahoria y hacemos lo mismo con el puerro, además éste lo partimos en dos trozos grandes. Lo metemos todo en una olla junto con el pollo troceado y el hueso salado.
Nosotros hemos escogido un trozo de espinazo, pero también le va genial un trozo de hueso de ternera. Por ejemplo de la parte de la rodilla.
Lo cocemos todo junto durante al menos 1 hora, en caso de usar una olla rápida 20 minutos son suficientes.
Cocción de los huevos y presentación final de la sopa
En paralelo, cocemos los dos huevos en abundante agua.
Cuando acabe la cocción del pollo y la verdura colamos y reservamos el caldo. Dejamos que el pollo y el hueso se atemperen para no quemarnos y lo deshuesamos todo.
Picamos el jamón (si no lo hemos comprado en tiras) y las hojas de hierbabuena. Pelamos y cortamos el huevo en trocitos pequeños o en rodajas. A nuestro gusto.
Ponemos al fuego una cacerola. Vertemos el caldo colado, echamos la carne, el jamón, el huevo y la hierbabuena.
Añadimos los fideos (4 raciones) y cocinamos todo junto a fuego medio el tiempo indicado para los mismos.
Servimos en cuencos. Primero un par de cucharadas del caldo y a continuación una buena cantidad de fideos y del resto de ingredientes.