La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la actividad cerebral se vuelve anormal, lo que provoca convulsiones o períodos de comportamientos o sensaciones inusuales y, a veces, pérdida de conciencia.

Cualquier persona puede desarrollar epilepsia. La epilepsia afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las razas, orígenes étnicos y edades.

Los síntomas de las convulsiones pueden variar ampliamente. Algunas personas con epilepsia simplemente miran de manera fija por unos segundos durante una convulsión, mientras que otras mueven repetidamente los brazos o las piernas. Tener una sola convulsión no significa que padezcas epilepsia. Por lo general, se requieren al menos dos convulsiones no provocadas para determinar un diagnóstico de epilepsia.

La Epilepsia

El tratamiento con medicamentos o, en ocasiones, la cirugía pueden controlar las convulsiones en la mayoría de las personas que tienen epilepsia. Algunas personas requieren tratamiento de por vida para controlar las convulsiones, sin embargo, en otros casos, las convulsiones eventualmente desaparecen. Algunos niños con epilepsia pueden superar la enfermedad con la edad.

Síntomas

Debido a que la epilepsia se produce a causa de la actividad anormal del cerebro, las convulsiones pueden afectar cualquier proceso que este coordine. Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:

  • Confusión temporal
  • Episodios de ausencias
  • Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas
  • Pérdida del conocimiento o conciencia
  • Síntomas psíquicos, como miedo, ansiedad o déjà vu

Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de convulsión en cada episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un episodio y otro.

Generalmente, los médicos clasifican a las convulsiones como focales o generalizadas, en función de cómo comienza la actividad cerebral anormal.

Cuándo consultar con el médico

Busca ayuda médica inmediata en cualquiera de los siguientes casos:

  • La convulsión dura más de cinco minutos.
  • La respiración o el conocimiento no retornan una vez que termina la convulsión.
  • Se produce una segunda convulsión de inmediato.
  • Tienes fiebre alta.
  • Sufres agotamiento por calor.
  • Estás embarazada.
  • Tienes diabetes.
  • Sufriste una lesión durante la convulsión.

Causas

odas las funciones del cuerpo están controladas por el cerebro. Si algo altera el funcionamiento normal del cerebro, se puede producir un ataque epiléptico. Identificar la causa de las crisis puede ser útil al decidir sobre un plan de tratamiento. Sin embargo, en más del 70% de personas que padecen epilepsia no se puede identificar la causa.

Algunas causas de epilepsia:

  • Enfermedades de otros órganos, como enfermedades del hígado y de los riñones, diabetes y alcoholismo.
  • Epilepsias familiares.
  • Problemas antes del nacimiento que afectan al crecimiento del cerebro.
  • Problemas durante el parto, como lesión cerebral.
  • Lesiones de la cabeza, sobre todo por accidentes de coche.
  • Tumores cerebrales.
  • Infecciones del cerebro, como meningitis o encefalitis.
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral.
  • Hemorragia cerebral, es decir formación de un coágulo de sangre en el interior del cerebro.
  • Envenenamiento por plomo.

Factores de riesgo

Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir epilepsia, como los siguientes:

  • Edad. La aparición de la epilepsia es más frecuente en niños y adultos mayores, pero la enfermedad puede ocurrir en cualquier edad.
  • Antecedentes familiares. Si tienes antecedentes familiares de epilepsia, es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollar un trastorno convulsivo.
  • Lesiones en la cabeza. Las lesiones en la cabeza son responsables de algunos casos de epilepsia. Puedes reducir el riesgo mediante el uso del cinturón de seguridad mientras andas en un vehículo y mediante el uso de un casco mientras andas en bicicleta, esquías, andas en una motocicleta o participas en otras actividades con alto riesgo de recibir lesiones en la cabeza.
  • Accidente cerebrovascular y otras enfermedades vasculares. El accidente cerebrovascular y otras enfermedades de los vasos sanguíneos (vasculares) pueden provocar daño cerebral que puede desencadenar epilepsia. Puede tomar una serie de medidas para reducir el riesgo de padecer estas enfermedades, entre las que se incluyen limitar el consumo de alcohol y evitar los cigarrillos, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.
  • Demencia. La demencia puede aumentar el riesgo de desarrollar epilepsia en adultos mayores.
  • Infecciones cerebrales. Las infecciones como la meningitis, que causa inflamación en el cerebro o la médula espinal, pueden aumentar el riesgo.
  • Convulsiones en la infancia. Las fiebres altas en la infancia a veces pueden relacionarse con las convulsiones. Los niños que tienen convulsiones debido a fiebres altas generalmente no desarrollarán epilepsia. El riesgo de desarrollar epilepsia aumenta si un niño tiene una convulsión prolongada, otra enfermedad del sistema nervioso o antecedentes familiares de epilepsia.

Diagnóstico

Para diagnosticar tu enfermedad, el médico revisará tus síntomas y tu historia clínica. El médico puede pedir varias pruebas para diagnosticar la epilepsia y determinar la causa de las convulsiones. La evaluación puede incluir:

  • Un examen neurológico. El médico puede examinar tu comportamiento, tus habilidades motoras, tu función mental y otras áreas para diagnosticar la enfermedad y determinar el tipo de epilepsia que puedes tener.
  • Análisis de sangre. El médico puede tomar una muestra de sangre para determinar la presencia de signos de infecciones, enfermedades genéticas u otros trastornos que puedan estar asociados con las convulsiones.

Tratamientos

Actualmente, hay un gran número de medicamentos para personas epilépticas, cada uno de los cuales es apropiado para los diferentes tipos de ataques. La medicación para la epilepsia tiene una condición muy importante. Más que en ningún otro caso, se deben seguir al detalle las instrucciones que dé el médico, referentes a cómo tomar los fármacos, el momento del día, acompañados de la ingestión de alimentos o no… La razón principal es que lo primero es lograr que el organismo alcance un nivel general favorable a la prevención de este trastorno.

La Epilepsia

Posteriormente, la elección de otros medicamentos y sus dosis se tienen que ir ajustando a las condiciones de cada persona afectada. Se considera que el paciente «está curado» de las crisis convulsivas cuando se ha logrado un control completo de las crisis durante un período mayor de 2 años.

El período de mayor riesgo de recaídas en las crisis son los primeros 6 meses después de suspender la medicación.