Expediente Sangriento. SEGUNDA PARTE: Feliz con su homicidio, repitió el procedimiento con la novia del aquel joven y su amigo. Disfrutando de la agonía, el dolor y el sufrimiento de los tres chicos a los que torturó y mató. Leroy se dirigió a los dos jóvenes que había amarrado en las sillas. Con miedo y pánico, ellos le suplicaron que los dejara vivir.

Expediente Sangriento. SEGUNDA PARTE

Leroy agarró una plancha y le pega al chico, a la vez que usaba un yesquero para hacerle quemaduras en piernas y rostro, dejándole fuertes cicatrices para los años futuros. A la chica la torturó con un soplete, quemándole los muslos y vientre, golpeándola con otra plancha para el cabello.

Ambos, demasiado heridos por las torturas que sufrieron, fueron soltados por Leroy y recompensados con un teléfono para llamar a emergencias.

La Ambulancia llegó a la vez que los detectives y la policía para revisar la escena del crimen. El detective Humberto Uzcátegui y su compañera Fernanda Quintero, llegaron y vieron la espantosa masacre, la forma tan cruel y horrible en la que los jóvenes habían sido asesinados y la firma sangrienta que iba desde las cortadas de la cintura hasta las arterias en piernas y brazos, pasando por el destripamiento y por los órganos que adornaban sus rostros. Ese montaje fue lo que perturbo a los investigadores.

A medida que pasaron los días y las semanas y los meses, ambos encontraron otra escena del crimen que coincidía con el modus operandi de Leroy. La diferencia era que a la víctima le habían desfigurado la cara, antes de dejar los órganos encima. Leroy era alto y estaba en forma, le gustaba dejar a sus víctimas en los basureros para provocar miedo; mientras que los detectives no encontraban ningún rastro de evidencia para dar con el autor de los crímenes.

A medida que los asesinatos aumentaban (en su mayoría con estudiantes); los policías se habían visto obligado a formar un expediente que nombraron como «Expediente Sangriento», cuyos crímenes no habían sido resueltos.

A los veintidós años de edad Leroy seguía cometiendo crímenes; siendo un chico independiente y expandiéndose a otros estados del país para despistar a las autoridades. Ahora, sus víctimas eran universitarios y trabajadores de centros comerciales.

Los detectives habían estado investigando un caso sin solución durante siete años. Humberto y Fernanda habían tenido pesadillas y perturbaciones sobre este crimen cruel; en el que las víctimas ascendían a más de treinta y los sobrevivientes de las torturas sádicas a diez.

Era por eso que ambos habían dejado de investigar, cansados de seguir un caso que no tenía solución.

Humberto informó a su jefe que su hijo Omar Uzcategui, investigaría ahora el caso y sería el encargado del expediente. Con veintisiete años de edad y graduado con un título en psicología y criminología, él aceptó el caso como un reto. Desde entonces se dedicó a investigar a las primeras víctimas, los chicos del parasistema donde estuvo Leroy.

Omar llegó al plantel y habló con la directora, preguntándole si había estudiado ahí hace siete años un joven que probablemente no tuviera muchos amigos; que se la pasara en peleas y tuviera mala conducta con sus compañeros y profesores de clases.

La directora del plantel le respondió al joven detective que con esas características, si había estudiado un joven llamado Leroy Yánez. Buscó el expediente juvenil del muchacho, se lo entregó y en él; Omar leyó lo siguiente: El joven Leroy Yánez ha sufrido abusos físicos y verbales, así como torturas psicológicas a manos de su padre. Al terminar se dirigió a su colega.

—¿Sabes? Estos tipos de abusos son típicos de un asesino sádico y despiadado a sangre fría. Creo que sufrió más abusos aparte de lo que ya había sufrido.

De repente le dice el chico que recibe las llamadas de denuncias, que se reportó la desaparición de una chica de nombre Camila Gutiérrez; la cual trabajaba en una tienda de ropas en el centro comercial San Ignacio. La denuncia la hizo su amigo y ya llevaba desaparecida dos horas. El detective miró su reloj y marcó las 4:00 pm; debía correr a contrareloj para encontrar a la chica.

Este relato continuara el sábado de la siguiente semana, No dejes de visitarnos y seguir disfrutando de este escalofriante artículoExpediente Sangriento SEGUNDA PARTE