La parvovirosis canino

La parvovirosis canino es una infección de distribución mundial, es una de las más comunes y contagiosas la cual afecta principalmente a los cachorros en un porcentaje muy alto y aqueja también a perros adultos en muy raras ocasiones y otros caninos salvajes como el lobo y el zorro. Esta enfermedad es transmitida por el parvovirus canino que fue identificado en 1978.

Es una infección muy grave que afecta el tracto gastrointestinal, los glóbulos rojos de la sangre y también puede dañar en algunas ocasiones el músculo cardíaco en los cachorros muy pequeños y en los que aún no hayan nacido. Si no se trata a tiempo esta infección acabará con la vida del animal en pocos días. Aunque existe una vacuna para prevenir la enfermedad algunos perros vacunados pueden llegar a enfermarse.

El parvovirus canino

Los cachorros son muy susceptibles a infectarse, ya que la inmunidad natural que tiene la leche materna disminuye antes de que el sistema inmune del cachorro pueda combatir la infección por sí mismo. Y también puede ocurrir que un perro que se haya vacunado cuando era cachorro contraiga el virus en edad adulta. Esto ocurre debido a que la vacuna administrada de cachorro no tiene la misma eficacia en un perro adulto.

El parvovirus es muy resistente a los desinfectantes y puede sobrevivir durante mucho tiempo en condiciones hostiles en el medio ambiente. Así que logra subsistir al calor, el frío, la humedad y sequedad,  y también contamina las superficies de las perreras y albergues. Los collares y correas, los recipientes, los alimentos.

Síntomas

Como hemos comentado antes, el parvovirus canino tiene predilección por la mutación genética. Pero aun así, la detección de este temible virus es posible a través de los síntomas más comunes, de los cuales siempre se va a desarrollar alguno. Pero,

 ¿Cómo empieza el parvovirus en perros?

Los síntomas del parvovirus canino son:

  • Disminución del apetito
  • Vómitos muy severos
  • El perro parece adormecido, inactivo o muy cansado
  • Diarrea abundante y sanguinolenta
  • Fiebre
  • Rápida deshidratación
  • Debilidad
  • Puede entrar en shock debido a la pérdida de fluidos
  • Se puede ver afectado el corazón

Generalmente hablamos de síntomas similares a los que provoca la gastroenteritis, por lo que muchas veces se confunde y se detecta de forma tardía. También es posible confundir los síntomas de la parvovirosis canina con algunos de los síntomas de envenenamiento en perros.

Debemos saber que todos estos síntomas (vómitos, diarrea, fiebre o decaimiento entre otros) provocan una deshidratación muy rápida del animal, por lo que se debe empezar el tratamiento cuanto antes.

Aun así, cabe resaltar que no siempre se muestran estos síntomas clínicos en el perro. Algunas veces pasan desapercibidos en cachorros muy pequeños o perros ancianos.

En los casos más graves, el parvovirus o la parvovirosis puede producir una disminución de los glóbulos blancos. Por otro lado, si el can afectado es un cachorro menor de tres meses, este puede sufrir una inflamación del corazón. En estos casos no existe diarrea y el cachorro puede fallecer en cuestión de minutos o días.

Si consigue sobrevivir, el daño cardíaco puede llegar a ser tan severo que lo más probable es que acabe con su vida. De esta forma, ante cualquiera o varios de estos síntomas del parvovirus canino te recomendamos que acudas cuanto antes a tu veterinario de confianza para que examine a tu mascota.

Transmisión

Este virus es especialmente estable en el medio, por lo que su presencia en lugares públicos puede suponer una epidemia, ya que puede permanecer en un mismo lugar durante meses. Suele ser común que los perros se infecten de parvovirosis en refugios, perreras, parques para perros o zonas de ocio.

Aunque existen razas más vulnerables a este tipo de virus, como el pastor alemán, el doberman, el pit bull terrier o el rottwailer, también existen factores que pueden predisponer a tu mascota como por ejemplo el estrés, los parásitos intestinales o la sobrepoblación.

Es habitual que este virus ataque a perros cachorros menores de 6 meses , aunque también es frecuente que afecte a perros adultos sin vacunar. Por ello, siempre recalcamos la importancia de las visitas regulares al veterinario y del seguimiento del calendario de vacunación del perro.

Aunque existen varias vías de contacto, esta enfermedad suele transmitirse oralmente, cuando el perro entra en contacto con heces infectadas, orines infectados, comida, leche materna, objetos diversos e incluso, podríamos portarlo en nuestros zapatos sin saberlo. También debe destacarse que algunos insectos o roedores pueden ser huéspedes del virus, por lo que desparasitar a nuestro perro debe ser también una prioridad a la hora de prevenir la infección.

Los perros que ya están infectados, eliminarán el virus durante tres semanas, incluso antes de mostrar ningún síntoma clínico de la enfermedad, y una vez recuperados seguirán diseminándolo durante algún tiempo.

Prevención

La mejor forma de prevenir esta enfermedad es siguiendo el calendario de vacunación de tu cachorro como el veterinario lo indique y por supuesto no dejar de lado una buena higiene ya que algunos perros no logran desarrollar inmunidad y pueden adquirir el virus aunque estén vacunados.

El parvovirus canino

Evita poner en contacto a tu cachorro y perro adulto con las heces de otros perros, debes prestar atención cuando los saques a la calle o al parque. No olvides que los perros que aún no están vacunados no pueden estar en contacto con otros perros y no deben salir de casa sin antes completar su esquema de vacunación.

Recuerda consultar siempre con tu veterinario cualquier duda y solicita más información acerca de este tipo de enfermedades.