El dolor de oído se puede dar por una infección del oído (a veces llamada otitis media aguda). Es una infección del oído medio, el espacio lleno de aire detrás del tímpano que contiene los pequeños huesos vibratorios del oído. Sin embargo, los niños tienen más probabilidades de tener infección de los oídos que los adultos.

El Dolor de oído

Debido a que las infecciones del oído suelen desaparecer por sí solas, el tratamiento puede comenzar con el control del dolor y la supervisión del problema. Algunas veces, se usan antibióticos para eliminar la infección. Algunas personas son propensas a tener varias infecciones de oído. Esto puede causar problemas de audición y otras complicaciones graves.

¿Cómo podemos prevenir el dolor de oídos?

“En lo que respecta a la otitis externa, durante el verano yo recomiendo tener especial cuidado con las piscinas públicas y preocuparse de secar bien los oídos después de bañarse”, aconseja Alea Muñoz. En casos de pacientes con eccema de los conductos auditivos, o niños que tengan drenajes transtimpánicos, recomienda utilizar tapones hechos a medida previamente a la inmersión.

“No hay que usar bastoncillos, ya que dañan la mucosa del conducto auditivo y eso, sumado al cloro de las piscinas y el aumento de humedad, dan como resultado una otitis externa”, apostilla.

¿Cuándo habría que consultar al médico?

El otorrinolaringólogo especifica que cuando el dolor de oídos no remite con el tratamiento o si está asociado a supuración, sangrado u otros síntomas como vértigo o inflamación/despegamiento del pabellón auricular (mastoiditis), el paciente debe acudir al médico.

Síntomas

La aparición de signos y síntomas de infección de oído suele ser rápida.

Niños

Los signos y síntomas comunes en los niños incluyen los siguientes:

  • Dolor de oído, especialmente al acostarse
  • Jalones o tirones de una oreja
  • Trastornos del sueño
  • Llanto más de lo normal
  • Inquietud
  • Dificultad para oír o responder a los sonidos
  • Pérdida de equilibrio
  • Fiebre de 100 °F (38 °C) o más
  • Secreción de líquido del oído
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida de apetito

Adultos

Estos son algunos de los signos y síntomas comunes en los adultos:

  • Dolor de oído
  • Secreción de líquido del oído
  • Dificultad para oír

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo para las infecciones del oído son:

  • La edad. Los niños entre las edades de 6 meses y 2 años son más susceptibles a las infecciones de oído debido al tamaño y la forma de sus trompas de Eustaquio y porque su sistema inmunitario aún está en desarrollo.
  • Cuidado infantil en grupo. Los niños cuidados en grupo tienen más probabilidades de contraer resfríos e infecciones de oído que los niños que permanecen en casa. Los niños en entornos grupales están expuestos a más infecciones, como el resfrío común.
  • Alimentación del lactante. Los lactantes que beben del biberón, especialmente cuando están acostados, tienden a tener más infecciones de oído que los bebés que son amamantados.
  • Factores estacionales. Las infecciones de oído son más comunes durante el otoño y el invierno. Las personas con alergias estacionales pueden tener un mayor riesgo de padecer infecciones de oído cuando los recuentos de polen son altos.
  • Mala calidad del aire. La exposición al humo de tabaco o a altos niveles de contaminación del aire puede aumentar el riesgo de padecer infecciones de oído.
  • Herencia indígena de Alaska. Las infecciones de oído son más comunes entre los indígenas de Alaska.
  • Hendidura del paladar. Las diferencias en la estructura ósea y los músculos de los niños con hendidura del paladar pueden dificultar el drenaje de la trompa de Eustaquio.

Complicaciones

La mayoría de las infecciones de oído no causan complicaciones a largo plazo. Las infecciones de oído que se producen una y otra vez pueden llevar a complicaciones graves:

  • Deterioro de la audición. La pérdida de audición leve que aparece y desaparece es bastante común con una infección de oído, pero generalmente mejora una vez que la infección desaparece. Las infecciones de oído que se producen una y otra vez, o el líquido en el oído medio, pueden llevar a una pérdida de la audición cada vez más significativa. Si hay algún daño permanente en el tímpano u otras estructuras del oído medio, puede haber pérdida permanente de la audición.
  • Retrasos en el habla o en el desarrollo. Si la audición se ve afectada de manera temporal o permanente en lactantes y niños pequeños, estos pueden experimentar retrasos en el habla, en las habilidades sociales y en el desarrollo.
  • Propagación de la infección. Las infecciones no tratadas o que no responden bien al tratamiento pueden propagarse a los tejidos cercanos. La infección del mastoideo, la protuberancia ósea detrás de la oreja, se conoce como mastoiditis. Esta infección puede resultar en daño al hueso y la formación de quistes llenos de pus. En raras ocasiones, las infecciones graves del oído medio se propagan a otros tejidos del cráneo, incluso el cerebro o las membranas que lo rodean (meningitis).
  • Desgarro del tímpano. La mayoría de los desgarros del tímpano sanan dentro de las 72 horas. En algunos casos

Remedios caseros

Compresas frías o tibias

Las personas utilizan con frecuencia bolsas de hielo o compresas tibias, como almohadillas térmicas o compresas húmedas, para aliviar el dolor. Se puede hacer lo mismo para el dolor de oído. Este método es seguro tanto para niños como para adultos.

Coloca la bolsa de hielo o la compresa tibia sobre el oído y alterna entre tibio y frío cada 10 minutos. Si prefieres una sola temperatura, ya sea fría o tibia, puedes utilizar una sola compresa.

Jengibre

El Dolor de oído

El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias naturales, que sin duda pueden ayudar a calmar el dolor de oído. En consecuencia, aplica jugo de jengibre o aceite calentado con jengibre (tibio) alrededor de la parte externa del canal. No lo pongas directamente dentro del oído.

Ajo

El ajo tiene propiedades antibióticas y analgésicas. Primero remoja ajo machacado macerado durante varios minutos en aceite de sésamo o ajonjolí tibio. Posteriormente, cuela el ajo y aplica el aceite en el canal auditivo.

Agua oxigenada

El agua oxigenada se ha utilizado como remedio natural para el dolor de oído por muchos años. Por lo tanto, para utilizar este tratamiento, coloca varias gotas de agua oxigenada en el oído afectado. Déjala reposar dentro del oído durante varios minutos antes de drenarla en el lavabo. Enjuaga tu oído con agua limpia y destilada.