El ataque de ira:

El ataque de ira, una emoción que se expresa a través del resentimiento o de la irritabilidad. En consecuencia, los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de los niveles de adrenalina y noradrenalina. Sin duda, algunos ven la ira como parte de la respuesta cerebral de atacar o huir de una amenaza o daño percibido.

La ira se vuelve el sentimiento predominante en el comportamiento cognitivamente y fisiológico cuando una persona hace la decisión consciente de tomar acción para detener inmediatamente el comportamiento amenazante de otra fuerza externa.

El ataque de ira: Como se manifiesta

En un ataque de ira, la persona reacciona ante la injusticia u ofensa percibidas de forma repentina y violenta. Por lo tanto, en consecuencia, esta violencia puede manifestarse gritando, insultando, arrojando objetos, golpeando cosas, e incluso, agrediendo físicamente a las personas implicadas.

Aunque las personas pueden enfurecerse contra objetos inanimados, situaciones frustrantes, o personas anónimas o con las que se tiene una relación casual, lo más frecuente es que sin duda, se enfurezcan con las personas más cercanas y con las que más se relacionan, esto es, cónyuges, padres, hijos, compañeros de trabajo o amigos.

Características de las personas con ataques de ira:

  • Impulsividad (sus reacciones son exageradas y sin que haya habido un motivo aparente de enfado).
  • Incapacidad de interpretar de formar correcta la comunicación verbal de los demás.
  • Hostilidad ante situaciones que no tienen importancia.
  • Desconfianza hacia los demás.
  • Cierta paranoia (malinterpretan las acciones de los demás).

Consecuencias

El ataque de ira
  • Nuestros actos de ira, nos alejan de las personas que queremos como familia, amigos, pareja.
  • Por otro lado, es el causante de múltiples inconvenientes en nuestro entorno laboral. Por lo que nadie deseara trabajar con nosotros.
  • Afecta los entornos de las personas más cercanas, como nuestros hijos, y tiende a afectarlos enormemente.

¿Cómo evitarlos?

Alejarte

Cuando notes que tu “temperatura” está subiendo, que te estás alterando más de lo que querrías, debes alejarte de tu pareja o de la persona con la que estás discutiendo. Puedes irte a otra parte de la casa o salir de casa para dar un paseo. Lo mas importante es que cortes la discusión. Déjala para un momento en el que te sientas más calmado/a.

Evita las situaciones que te provocan

Por ejemplo, si los comentarios de un compañero de trabajo te hacen daño evítalo. Es decir, trata de no estar en su entorno lo más que puedas. De igual manera si es una canción, un objeto que te recuerda algo etc.

Contrólate

Lamentablemente si no podemos alejarnos ni evitar, las situaciones y las personas que nos enfurecen. Lo ideal es intentar controlarnos, se escucha fácil pero no lo es. Algunos lo llaman contar hasta 5, poner la mente en blanco e intencionalmente omitir el momento.

Baja tu estrés

Muchas veces, las personas que son más vulnerables a los ataques de ira son aquellas muy estresadas. Que sin duda, no hacen ejercicio, y que constantemente andan corriendo. Por ello la actividad más propicia es la meditación. En otras palabras, ayuda a calmar nuestra mente de una manera profunda y maravillosa.