La cutícula es una capa fina de la piel que recubre los dedos y protege nuestras uñas de posibles infecciones. Es la que se encarga de sellar nuestra piel de nuestra uña. Las cutículas son una parte olvidada de las manos, pero protegerlas es importante para evitar infecciones en las uñas.

Se debe tratar para tener las manos con una manicura bonita y mostrar un aspecto presentable hacia los demás. Una parte de ellas que muchas veces pasa inadvertida son las cutículas, que se encuentran en la unión entre la uña y el dedo; sin embargo, no las debes pasar por alto, pues resultan clave en la protección de las uñas.

Las cutículas están formadas por una capa de células que protegen el nacimiento de la uña de los agentes externos, como el agua y diversos organismos, evitando así posibles infecciones. Su tamaño depende de cada persona, y aunque lo normal es que apenas se noten, hay personas que desarrollan mucha cutícula, lo que les resulta molesto y antiestético.

Función

La función básica de la cutícula es la de ejercer de barrera entre la uña y la matriz, o lo que es lo mismo, la parte interna de la uña, esa que no vemos y en la que esta se forma. Las cutículas son una acumulación de células que protegen el nacimiento de la uña evitando que entre suciedad.

Precisamente para que continúen con su labor de barrera, es preferible no eliminarlas. Si se cortan demasiado se puede dañar la matriz y la uña nacerá entonces deformada. Las líneas de Beau horizontales -esas hondonadas que aparecen a los largo del lecho ungueal- son resultado de haber presionado demasiado fuerte en la zona de las cutículas.

Cómo cortar las cutículas

Para tratar las cutículas lo primero que debemos hacer es ablandarlas aplicando un removedor de cutículas por los bordes, a continuación usamos un quita cutículas y las empujamos hacia atrás para luego cortar los restos sobrantes con un corta cutículas.

Antes y después de cada uso de cada uno de los accesorios que se usan, hay que desinfectarlas con alcohol para evitar posibles infecciones o contagio de enfermedades. Una vez eliminadas las cutículas debemos hidratarlas con un tratamiento especializado de aceite.

Para mantener tus cutículas sin quitarlas, sigue algunos consejos:

Pasa un ablandador de cutícula alrededor de tus dedos, esperando entre 3 y 5 minutos. Si no tienes este producto en casa, aplica una crema hidratante y sumerge tus manos en un vaso con agua tibia.

Luego coge un palito de naranjo o un empujador y pásalo ligeramente a través de todo el contorno de la uña para que la cutícula permanezca en su lugar adecuado. En este paso, los excesos de piel muerta sobresaldrán y se pueden cortar con alicates afilados, pero sólo los que se levantan.

Luego, seca los dedos con una toalla para remover el exceso de crema, lima tus uñas y pasa una crema hidratante de manos. Ahora, sólo tiene que elegir tu esmalte favorito y disfrutar de tus manos con uñas hermosas, y cutículas sanas y cuidadas.

Consejos generales

Usar aceite de cutículas

El aceite de cutículas es una mezcla de aceites que consigue mantener la hidratación de estas y, del mismo modo, mantenerlas cuidadas y sin quebrar durante mucho más tiempo. Lo recomendable es utilizarlo después de haber realizado la manicura, aplicando un poco de producto sobre la cutícula y realizar un breve masaje para que de esta forma se absorba correctamente el producto y a su vez activar de nuevo la circulación del dedo.

Usa guantes

Nunca olvides los guantes: cuando vayas a utilizar un químico agresivo, lavar los platos o hacer tareas de jardinería, los guantes son una protección fundamental para que tus uñas y cutículas no se dañen.

Mantener la hidratación

Aunque no vayan a alcanzar la misma suavidad que el resto de la piel, la cutícula también está formada por células epiteliales y tiende a secarse. Empleando productos hidratantes nos aseguramos de que no se agrietará. Además, conviene aplicarnos el aceite o crema de nuestra elección con regularidad durante todo el día, por ejemplo, tras lavarnos las manos y antes de acostarnos.

Antes de cortar hidrata

Antes de empujar tus cutículas, hidrátalas con algún aceite para ablandarlas y moldearlas. Así evitas dañarlas. Aplica el aceite en la zona y masajea con la yema del dedo. Si no tienes aceite específico para esta tarea, puedes aplicar unas gotitas de aceite de oliva.

Salón de belleza

Cutícula

Al pedir que te retiren la cutícula en un salón de belleza también te expones a que las herramientas que utilicen para hacerlo no estén esterilizadas y aumente el riesgo de que al cortarlas adquieras alguna infección. Evita realizarlo en estos lugares.

Tratamientos caseros

Azúcar y aceite de oliva Combina una cucharadita de azúcar con media de aceite de oliva, y aplica dando un suave masaje; luego deja reposar unos cinco minutos antes de enjuagar con abundante agua. Esta receta además de hidratar, dará a tus cutículas una sana y ligera exfoliación para hacerlas sentir todavía más suaves.

Remedio natural para las cutículas resecas

Ingredientes:

  • 1 cucharada de aceite de coco frio
  • 1 cucharada de manteca de cacao (100% natural, no procesada)
  • 10 gotas de aceite de almendras
  • 10 gotas de aceite de ajo

Procedimiento:

Para hacer el aceite de ajo, sumerge varios ajos pelados en una botella de aceite de oliva (o cualquier otro aceite que tengas en casa) y déjalo reposando en un lugar oscuro por al menos cuatro días.

Ahora, mezcla todos los ingredientes en un procesador hasta obtener una pasta homogénea. Tómalo como una mezcla base: si tus uñas están amarillas, agrégale limón. Si se te rompen fácilmente, ponle más ajo (u omítelo si crees que no lo necesitas).

Cuando tengas todo listo, lávate las manos y seca muy, muy bien. Antes de acostarte, unta un poquito de la mezcla alrededor de tus cutículas y masajea hasta que se absorba. Enjuaga a la mañana siguiente.

Repite el proceso cada noche. Aunque si eres como yo, vas a querer hacerlo dos veces al día ¡y hasta usar guantes para dormir! Te aseguro que vas a notar los cambios de inmediato.