La belleza interior de una mujer brota cuando somos cuidadosas y ordenadas con nuestras emociones, cuando alimentamos nuestros valores, cualidades y talentos. Con ello favorecemos el desarrollo de todo lo positivo y lo mejor que hay en nosotras.

Debemos llenarnos de buena energía y de buenos sentimientos, de valores para trasmitir, de buenas enseñanzas para brindar, de comprensión y afecto para los demás…No hay que tener inhibiciones en irradiar lo bueno hacia tu entorno.

Malala 

Sta.Teresa de Calcuta

mujer

Irena Sendler

La belleza interior de una mujer abarcaría factores que hacen valiosa a una persona, como la inteligencia, la bondad, la empatía, la personalidad, la actitud, la gracia, la simpatía, la elegancia y el encanto, el buen humor, entre otros elementos que no se ven a simple vista, pero que son de suma importancia. Son aspectos que otorgan integridad y engrandecen a una persona embelleciéndola, haciéndola muy valiosa y atractiva.

“LAS MUJERES FELICES, SON LAS MAS BONITAS” (Audrey Hepburn)

“Al ir envejeciendo, decubrirás que tienes dos manos, una para salir adelante y la otra para ayudar a los demas” (Audrey Hepburn)

Belleza a la vista

El atractivo físico de una persona, sujeto a su apariencia y belleza exterior, se relaciona con los cánones de belleza de la cultura en donde se desenvuelva. Comprende al conjunto de características que la sociedad considera como bellas, convencionalmente.

La belleza es el conjunto de cualidades cuya manifestación sensible produce un deleite espiritual, un sentimiento de admiración. También se define como persona notable por su hermosura.

La belleza nos entra por los sentidos. Nos da placer. Nos crea un deseo de posesión de lo bello.

Ansiamos la belleza y nos distinguimos de los animales por eso. El ansia de belleza nos une directamente a nuestros ancestros más primitivos.

Es una necesidad humana de comunicación, porque al presentarnos “bellamente” ante los demás les estamos diciendo algo, estamos comunicando un mensaje.