San José el Santo¿Quién fue?

San José el Santo fue esposo de María, la madre de Jesús. Descendiente de David, José era el padre adoptivo de Jesús, a cuyo nacimiento asistió en Belén. Recordemos que José no era el padre natural de Jesús. Ya que el mismo fue engendrado en el vientre virginal de la Virgen María por obra del Espíritu Santo. Sin embargo José lo adoptó amorosamente. Por otro lado vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de carpintero y, al parecer murió antes de que comenzase la vida pública de Jesús.

Su culto, extendido en Oriente antes del siglo V, no llegó a Occidente hasta la Edad Media. En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.

San José el Santo

El santo del silencio

San José es llamado el «Santo del silencio» No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue «santo» desde antes de los desposorios. Un «escogido» de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

En el cristianismo

Dentro del cristianismo, San José el Santo encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo y la fe inquebrantable en Dios. Los hechos relativos a la vida de San José aparecen en los Evangelios, sobre todo en los de San Mateo y San Lucas. Descendiente de la casa del rey David, José se casó con María, pero, antes de que cohabitasen, supo que María había concebido un hijo.

San José, «como era realmente bueno y no quería denunciarla, determinó repudiarla en secreto» (Mateo 1:19). Sin embargo, un ángel se le apareció en sueños y le reveló que el hijo que María tenía en su seno había sido concebido por obra del Espíritu Santo.

Tras el nacimiento de Jesús en Belén, San José el Santo, avisado de nuevo por un ángel, tomó a Jesús y a la Virgen María y los condujo a Egipto para huir de la furia del rey de Judea, Herodes el Grande. A la muerte del monarca, y después de una nueva revelación del ángel, San José retornó a su país; pero, por temor al sucesor de Herodes, la familia no se estableció en Belén, sino en Nazaret de Galilea. Allí San José ejerció su oficio de carpintero.

Día festivo

El culto a San José comenzó posiblemente entre las comunidades cristianas de Egipto. En Occidente fueron los servitas, una orden mendicante, quienes en el siglo XIV comenzaron a festejar el 19 de marzo como la fecha de la muerte de San José. Posteriormente esta devoción tendría impulsores como el papa Sixto IV y la mística española Santa Teresa de Jesús. El papa Pío IX lo declaró patrono de la Iglesia universal el año 1870. Casi cien años después, en 1955, Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo.

San José el Santo: Oración

“Esta oración fue encontrada en el año 50 de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. En 1505, fue enviada por el Papa al emperador Carlos, cuando él estaba yendo a la batalla [de Lepanto]. Quien lea esta oración, la escuche o la guarde consigo nunca morirá de muerte repentina ni se ahogará, ni le afectará el veneno o caerá en las manos del enemigo, ni será quemado en cualquier fuego o derrotado en la batalla. Reza esta oración durante nueve mañanas por cualquier intención. Ella es conocida por no fallar nunca”.

Oh san José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos.

Ayúdame, san José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, Te tribute mi agradecimiento y homenaje.

Oh san José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos. No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón. Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.

¡San José, patrono de las almas que parten, ruega por mí! Amén.