La artritis séptica es una infección dolorosa de las articulaciones que puede provenir de los gérmenes que se propagan en el torrente sanguíneo desde otra parte del cuerpo. La artritis séptica también puede ocurrir cuando una lesión penetrante, como una mordida de animal o un traumatismo, hace que los gérmenes ingresen directamente a la articulación.

Los bebés y los adultos mayores tienen más probabilidades de padecer artritis séptica. Las personas que tienen articulaciones artificiales también tienen riesgo de sufrir artritis séptica. Las rodillas son las que se ven afectadas más a menudo, pero la artritis séptica también puede afectar las caderas, los hombros y otras articulaciones. La infección puede dañar rápida y gravemente el cartílago y el hueso dentro de la articulación, por lo que es crucial el tratamiento inmediato.

El tratamiento implica el drenaje de la articulación con una aguja o a través de una cirugía. Usualmente también se necesitan antibióticos.

Síntomas

La artritis séptica generalmente provoca malestar extremo y dificultad para utilizar la articulación afectada. La articulación podría estar inflamada, roja y caliente, y es posible que tengas fiebre.

Si hay artritis séptica en una articulación artificial (infección de la articulación protésica), algunos signos y síntomas, como dolores e inflamación leves, pueden desarrollarse meses o años después de una cirugía de reemplazo de rodilla o de cadera. Además, la articulación puede aflojarse, lo que puede provocar dolor al moverla o poner peso sobre ella. En general, el dolor desaparece cuando está en reposo. En casos extremos, la articulación se puede dislocar.

Cuándo consultar al médico

Consulta con el médico si experimentas la aparición repentina de dolor intenso en una articulación. El tratamiento inmediato puede ayudar a minimizar el daño a las articulaciones.

Si tienes una articulación artificial y aparece dolor durante el uso, consulta con el médico.

Causas

La artritis séptica puede deberse a infecciones bacterianas, virales o micóticas. La infección bacteriana por Staphylococcus aureus (estafilococo) es la causa más común. El estafilococo vive normalmente incluso en la piel sana.

La artritis séptica puede manifestarse cuando una infección, como una infección en la piel o en las vías urinarias, se propaga a través del torrente sanguíneo a una articulación. Con menor frecuencia, una herida punzante, una inyección de medicamento o una cirugía en una articulación o cerca de esta (incluso una cirugía de reemplazo de articulación) pueden dejar pasar gérmenes al espacio de la articulación.

El revestimiento de las articulaciones tiene poca capacidad para protegerse de las infecciones. La reacción del organismo a la infección, como una inflamación que puede aumentar la presión y disminuir el flujo de sangre dentro de la articulación, contribuye a causar daños.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la artritis séptica son:

  • Problemas existentes en las articulaciones. Las enfermedades y trastornos crónicos que afectan las articulaciones (tales como artrosis, gota, artritis reumatoide o lupus) pueden aumentar el riesgo de artritis séptica, como también puede causarlo una cirugía de articulación previa y una lesión en la articulación.
  • Una articulación artificial. Las bacterias pueden introducirse durante una cirugía de reemplazo de una articulación, o bien, una articulación artificial se puede infectar si los gérmenes llegan a la articulación desde otra parte del cuerpo por el torrente sanguíneo.
  • Medicamentos para la artritis reumatoide. Las personas con artritis reumatoide tienen un mayor riesgo, ya que los medicamentos que toman pueden suprimir el sistema inmunitario y así aumentar la probabilidad de infecciones. Diagnosticar la artritis séptica en las personas con artritis reumatoide es difícil, ya que muchos signos y síntomas son similares.
  • Fragilidad de la piel. La piel que se quiebra con facilidad y cicatriza en forma deficiente puede ser una vía de acceso al cuerpo para las bacterias. Las enfermedades de la piel, tales como psoriasis y eccema, aumentan el riesgo de artritis séptica, al igual que las infecciones en las lesiones de la piel. Las personas que regularmente se inyectan drogas también tienen un mayor riesgo de infección en el lugar de la inyección.
  • Sistema inmunitario débil. Las personas con un sistema inmunitario débil tienen un mayor riesgo de artritis séptica. Esto comprende a personas con diabetes, problemas renales y hepáticos, y personas que toman medicamentos para suprimir el sistema inmunitario.
  • Traumatismo en las articulaciones. Las mordeduras de animales, las heridas de punción o los cortes en las articulaciones pueden generar riesgo de artritis séptica.

La combinación de factores de riesgo genera mayor riesgo que la existencia de un solo factor de riesgo.

Complicaciones

Si el tratamiento se demora, la artritis séptica puede provocar la degeneración y daño permanente de la articulación. Si la artritis séptica afecta una articulación artificial, puede haber complicaciones como el aflojamiento o la dislocación de la articulación.

Diagnóstico

Su médico le preguntará acerca de los síntomas y antecedentes clínicos de usted o de su hijo, y realizará un examen físico. El practicante lo puede canalizar con un especialista reumatólogo u ortopédico. Exámenes podrían incluir los siguientes:

  • Retiro de una muestra de líquido sinovial (líquido que lubrica la articulación) de la articulación afectada para examinarla de glóbulos blancos y bacterias
  • Realizar un cultivo de sangre y orina para descartar otras causas (como gota)
  • Rayos X para valorar el daño a la articulación
  • Posiblemente drenar el líquido de la articulación infectada; los casos severos pueden requerir cirugía.

Tratamiento

La terapia de antibióticos se comienza tan pronto como se hace el diagnóstico, algunas veces se administra inicialmente de manera intravenosa para asegurarse que la articulación infectada reciba medicamentos para matar las bacterias. Los medicamentos específicos usados dependen del tipo de bacterias determinadas por causar la infección. El resto de las dosis de los antibióticos puede administrarse oralmente.

Descansar, inmovilizar la articulación, y las compresas calientes se pueden usar para controlar el dolor. La fisioterapia o los ejercicios también pueden acelerar la recuperación.

Si se le diagnostica artritis séptica, siga las indicaciones de su médico.