coaching ontológico: “Lenguaje querido qué bendición, saberte un manantial de palabras”e a todo lo que nos rodea, lo que sentimos, lo que nos pasa, lo que vemos. Somos relatores de historias. Alguna vez te pensaste como una “relatora”. ¿Qué historias te contas? ¿En qué conversación estas?
Cada vez que hablo mi identidad está en juego, cada vez que hablo lo hago desde mí, desde mi mirada, mi forma de expresar, mis sentidos, mi cultura, mis creencias. Cada cual es un observador diferente de la realidad, y en esto el coaching tiene mucho para aportarnos.
¿Por qué coaching?
Porque el coaching es una disciplina, una práctica profesional regulada por un código de ética con 11 competencias para su desempeño y sirve para acompañar a las personas en el logro de resultados para su vida.
“Todo lo que pasa, pasa en una conversación”. ¿Cómo estás conversando con vos? ¿Qué cosas te decís? ¿Qué crees de vos?
Un coach te puede ayudar a descubrir que distinciones surgen en tu lenguaje y que nuevas posibilidades podes ver para accionar hacia lo que querés. El coaching se basa en creer que el hombre es mucho más que sus circunstancias, y nos facilita el proceso para encontrar la forma de alcanzar aquello que queremos.
¿Para qué coaching?
El coaching es un proceso de aprendizaje para desarrollar el potencial de cada uno. Nos asiste para vivir efectivamente, para aprender a distinguir para elegir mejor y así comprometernos con nuevos objetivos.
Para que pueda darse una intervención desde el coaching es imprescindible que podamos distinguir una brecha entre lo que puedo hacer y lo que quiero hacer. Sin esa brecha, no hay coaching.
Hacer coaching es una decisión valiente. Implica salir de la zona de confort y atravesar un proceso de reflexión para “conocer” el observador que somos, desafiarnos a descubrir que cambios necesitamos para vivir y lograr lo que anhelamos. Vivimos en mundo interpretativos. Como dice el talmud: “No vemos las cosas como son, sino como somos”. Conocernos, es la clave para el cambio.
¿Cómo es un proceso de coaching?
Un proceso de coaching es un proceso de indagación para conocerse y ampliar puntos de vista con miras a gestionar nuevas posibilidades y acciones. Es adentrarse en una zona de expansión hacia un crecimiento personal que permita una nueva mirada, descubrir sueños y un cambio profundo que impacte en el lenguaje, las emociones y la corporalidad para estar abierto a nuevas acciones habilitantes. El coach es un “escuchador” con capacidad para hacer preguntas poderosas que nos saquen de certezas y automatismos. La relación entre el “coach” y el “coachee” es de mutuo compromiso y confianza para entablar una conversación íntima y abierta a cuestionamientos que sean disparadores de cambio.
Coach
Un coach es “un soplador de brasas”, “un prestador de preguntas”, no emite juicios, ni da consejos, ni te dice que hacer…Es quien te sugiere, confronta y muestra como estas conversando con vos. ¿Qué te decís? ¿Qué no te decís? Y te acompaña para salir de tus certezas y encontrarte con la hermosa incertidumbre de verte buscando nuevos resultados extraordinarios, te ayuda a encontrar nuevas creencias y declarar tus nuevos horizontes hacia donde querés ir. Es un gran facilitador de contextos para que encuentres nuevas acciones disponibles en vos. Te asiste para diseñar tu futuro y tu presente para comprometerte con los logros que querés.
Donde está tu voz, estas vos
Personalmente creo que el mayor desafío se encuentra cuando ya no te alcanzan las respuestas que te das, y necesitas un cambio. Por eso escucharte y conectarte con preguntas te invita a un viaje.
El coaching no es magia, es un arte. Con una técnica especial, herramientas y fundamentos.
Te acompaño.
Te pregunto.
Y vos, mientras, no quieras confirmar certezas… dejate llevar en este viaje como si estuvieras en un lugar desconocido… como si vieras por primera vez…
El rumbo lo decidís vos y el destino también. Vos sos tu viaje.
Soltá tus amarras… no necesitas equipaje. Te tenés a vos misma. Vamos juntas.
En coaching decimos que:
“Todo lo que pasa, pasa en una conversación”
¿Conversamos?