Muchas veces sentimos dolor en alguna parte de nuestro cuerpo y no le prestamos atención. El cuerpo se expresa a través del dolor, o de síntomas sin la presencia de causas físicas. Algunas personas que levantan una barrera que impide expresar los sentimientos, y pensamientos somatizan lo que callan. Es por ello que el día de hoy nuestro tema es “Aprende a escuchar tu cuerpo”. Síguenos leyendo.

Aprende a escuchar tu cuerpo: Consejos

Presta atención no ignores los mensajes

Nuestro cuerpo nos envía constantemente mensajes. La mayoría de las veces los ignoramos, y luego cuando ya decidimos ir al doctor por alguna dolencia nos damos cuenta que pudimos haber evitado muchas complicaciones.

Tomar conciencia de nuestro cuerpo focalizando la atención en nuestras percepciones sensoriales nos permite vivir el momento. Esto nos ayuda también a ser más conscientes de nuestras necesidades y, por tanto, a cuidar mejor de nosotros mismos y de los demás.

Alimentación

Presta atención a cómo responde tu cuerpo ante ciertos alimentos. Algunos alimentos pueden no ir con nuestro cuerpo, por no nos damos cuenta porque no prestamos atención a cómo nos sentimos. Es como si alguien nos estuviera golpeando sin percatarnos de ello.

Los horarios

Comer y dormir son dos necesidades básicas que normalmente realizamos en función de nuestros horarios laborales. Lo ideal sería comer sólo cuando se tiene hambre y dormir únicamente cuando se tiene sueño. Lógicamente poder hacer esto en la sociedad en la que vivimos es casi imposible.

Si no comes dentro de tu horario marcado probablemente el hambre te llegue en mitad del trabajo. En ese momento no podrás parar a comer. A pesar de esto, es posible realizar pequeñas pruebas los días en los que no trabajes, normalmente los fines de semana.

Ejercicio de respiración

  • De pie, sentado o tumbado, se observa si se hacen pausas entre respiraciones, o la inspiración y la espiración, qué fase es más larga y qué partes del cuerpo participan.
  • Luego se estimula la respiración para desbloquearla y dar un impulso al estado de ánimo que te permita continuar relajado con el quehacer diario. Para ello, se alarga la espiración hasta vaciar los pulmones; se cuenta hasta cuatro y se deja que el aire entre en cascada en el cuerpo.
  • Se repite cuatro veces y se deja que la respiración continúe sola.
  • Se vuelve a observar la respiración. Veremos que hemos ganado espacio respiratorio, que el aire fluye mejor, que hay pausas y, lo que es mejor, que nuestro ánimo ha cambiado.

Descanso

Es necesario descansar las ocho horas, solo así mejorarás tu capacidad para pensar, para conectar las ideas y maximizar la productividad. Ten en cuenta que una hora de sueño puede resultar en varias horas más de mayor productividad al día siguiente.

Y alerta a quienes se creen infalibles, está más que demostrado que pasar 24 horas sin dormir, o descansar en promedio semanal solo cuatro o cinco horas de sueño por noche, puede generar un deterioro cognitivo equivalente a mantener la alcoholemia en sangre de 0,07 %, incompatible para conducir.

Revisa tus emociones

Nuestras emociones impactan en nuestra salud y hábitos Si no sentimos a nuestro cuerpo, nos dejamos llevar más fácilmente por emociones, en lugar tener control sobre ellas. En cambio, una conexión con nuestro cuerpo nos permite navegar efectivamente nuestra vida emocional, y como consecuencia, mejorar sus hábitos. Por ejemplo, las personas con una mejor capacidad de detectar las sensaciones físicas de sus emociones toman menos alcohol, comen menos chatarra y son menos impulsivas.

Las investigaciones revelan que no son los acontecimientos estresantes en sí los que nos producen problemas, sino la valoración y la manera de afrontarlos. De ahí que no todas las personas se toman igual lo que les sucede.

Debemos escuchar más las señales de nuestro cuerpo. Lo que hacen las emociones es avisarnos, por eso los dolores físicos causados por las tensiones acumuladas también son señales que nos están diciendo que no hay equilibrio dentro de nosotros. Aprender a gestionar las emociones es una tarea pendiente para cada uno de nosotros.

Estrés y ejercicio

Aprende a escuchar tu cuerpo

Antes y después del ejercicio físico es necesario medir la cantidad de energía que poseemos. Debido a nuestro tipo de vida con horarios y responsabilidades no nos percatamos quizás que un día nuestro cuerpo nos pide que descansemos o que por el contrario entrenemos más duro. Porque nos basamos en un sistema guiado por un entrenador, amigos, entre otros.

Solo observándonos detenidamente es que nos podremos dar cuenta si el ejercicio está haciendo el efecto deseado. Si aguantamos el ritmo. O queremos incluso cambiarnos de deporte.

Este tipo de cosas ocurre mucho con los niños y adolescentes. A los cuales muchas veces los ingresamos a un deporte sin preguntarles. E incluso los sometemos a que continúen en el por múltiples razones solo válidas para nosotros mismos. Lo cual hace totalmente el efecto contrario que el deporte debe realizar.

Por ello siempre debemos preguntarle al niño o adolescente que practica deporte. Como se siente realizando el deporte, si le gusta, y si desea continuarlo, ya que todas las personas no son iguales.

Esperamos que haya sido de tu agrado nuestro artículo «Aprende a escuchar tu cuerpo» Hasta luego.