Cómo realizar un autoanálisis mamario: El cáncer de mama es una proliferación maligna de las células que revisten los conductos mamarios. Los dos tipos de cáncer mamario más frecuentes son, primero, aquel que se da en los conductos que llevan la leche de la mama al pezón y, segundo, el que comienza en los lobulillos que producen la leche materna.

Autoanalísis mamario

El autoanálisis de mamas es un chequeo que una puede hacer por su cuenta y desde la comodidad de su casa para detectar problemas (cambios o bultos) en el tejido mamario.

Esto es de suma importancia para poder identificar cualquier posible alteración a tiempo y recurrir, posteriormente y de urgencia, al médico especialista.

Paso a paso del autoanálisis mamario

1) Debes pararte frente a un espejo

con los hombros rectos, las manos en la cadera y observarte las mamas. Esto es importante para comprobar que las mismas mantienen un tamaño, forma y color normales, que no presentan deformaciones o inflamaciones.

Por esto debes estar bien atenta a las siguientes alteraciones: arrugas o bultos en la piel, cambio de posición del pezón (sobre todo si éste aparece invertido, es decir, en vez de sobresalir está metido hacia adentro) o enrojecimiento, sarpullido o inflamación. Este es el primer paso porque son aquellos síntomas que pueden verse, en principio, a simple vista.

2) Una vez realizada la inspección ocular frente al espejo

levantas los brazos con el fin de comprobar que, al realizar esta acción, las alteraciones que viste (o no) están o no presentes en esa posición.

3) Debes prestarle mucha atención a la segregación de líquido de los pezones

el mismo puede ser transparente, lechoso o, directamente, sangre. Si observas esto, debes ir al médico.

4) Una vez hecho los puntos anteriores, deberás acostarte sobre tu espalda y palparse las mamas

(la derecha con la mano izquierda y la izquierda con la mano derecha). Mantén para esto el brazo que no utilices debajo de la cabeza. Usa las yemas de los dedos y mantén los mismos rectos y juntos. Realizarás un movimiento circular pequeño.

Este paso deberás realizarlo en la mama entera: desde la clavícula a la parte superior del abdomen y desde la axila hasta el escote.

Procura comenzar ejerciendo una presión leve sobre el tejido superficial, luego media y termina por ejercer una presión firme para llegar a sentir el tejido más profundo.

5) Una vez que hayas realizado el paso cuatro en las dos mamas siéntate, y palpate nuevamente siguiendo los mismos pasos que te di en el punto anterior.

Es importante que realices los controles periódicos necesarios, ir al médico y hacerse mamografías, exámenes clínicos de mamas o ecografías, sobre todo si tienes una carga genética con historia de cáncer de mama, ya que el riesgo de contraerlo es mayor en estos casos.

La recomendación médica sobre las mamografías es que las realizan las mujeres a partir de los 40 años una vez al año. Claro que si tienes el riesgo genético deberás empezar antes, la recomendación es hacerlas una vez al año desde los 30 años.

Detectar el cáncer lo más temprano posible puede, sin dudas, salvar vidas. Esa es la intención de los chequeos, tanto los que realices tú misma como los médicos.