Reciclaje de residuos: ¿Lo estás haciendo bien?: En los últimos años se ha puesto en el tapete la grave situación que atraviesa nuestro planeta, debido a la contaminación, el calentamiento global, la tala indiscriminada y muchísimas cuestiones más que ponen a nuestro ambiente en un gran peligro.

Reciclaje de residuos

Gracias a las campañas de concientización:

se ha dado rienda suelta a muchísimas iniciativas para cuidar nuestro lugar como corresponde, entre ellas, el reciclaje de los residuos. Sin embargo, es normal, que ante la falta de conocimiento, muchas nos preguntemos si realmente lo estamos haciendo bien.

Para ello es fundamental tener en cuenta algunas cuestiones que no podemos dejar de lado al momento de clasificar los desechos.

Aquí una guía rápida que te ayudará a verificar que efectivamente estés realizando el proceso correctamente.

Existen seis tipos de reciclaje: papel y cartón, vidrio, reciclaje orgánico, de materiales peligrosos, plásticos y restos de materiales. A cada material le corresponde un tipo de color de reciclaje:

VERDE: cristal y vidrio.

AMARILLO: envases y plásticos.

MARRÓN: residuos orgánicos.

AZUL O CELESTE: papel y cartón.

GRIS OSCURO O NEGRO: restos o desechos.

ROJO PUNTO LIMPIO: todo lo que no corresponda a ninguno de los otros contenedores.

Cada cesto debe tener una bolsa de residuos, en el caso de los desechos orgánicos, lo ideal sería una bolsa biodegradable, pero en caso de no tener, podemos poner una común.

También es importante que cada cesto tenga el tamaño adecuado, a veces nos sorprendemos de la cantidad de residuos que podemos generar, por lo tanto, para hacer más fácil e higiénica la tarea, y no tener que estar sacando bolsas cada dos minutos, está bueno que contemos con espacio suficiente.

Por último, es normal que surjan algunas dudas con respecto a determinados residuos, por eso hay que saber bien qué desechos van en cada cesto:

Residuos orgánicos:

aquí van todos los residuos que se descompondrá naturalmente, por lo que implica el menor riesgo de todos, restos de comida, huesos y cáscaras de frutas y verduras, tapones de corcho, cáscara de huevo, restos de plantas, flores y frutos secos. Nunca debemos arrojar en este cesto aceite de cocina, residuos de barrer, colillas de cigarrillos,  pañales, tampones o toallas higiénicas, excremento de animales.

Papel y cartón: diarios, revistas, sobres, cuadernos usados que ya no sirven. No deben arrojarse aquí los envases mixtos de plástico y papel o los manteles y servilletas que tengan suciedad en exceso.  

Plástico:

envases tipo brick (jugos, leche), aerosoles y sprays, botellas y tapones de plástico, envases y latas metálicas, papel de aluminio y film, bandejas de corcho blanco, redes de fruta o papas, guantes de goma. No debemos arrojar en este cesto latas de pintura o productos químicos.  

Vidrio:

si bien, en estos días se usa poco, todavía algunos recipientes de salsas son de este material; aquí está nuestra astucia para reciclarlos nosotros mismas y darles uso nuevamente. Pero sí irán vasos, platos o cualquier otro recipiente de vidrio roto y frascos de conserva que ya no vayamos a utilizar. No se arrojan aquí fluorescentes o focos quemados, cristales de vidrios o ventanas o frascos de medicamentos o que hayan contenido algún producto peligroso o tóxico.

Restos de materiales:

colillas de cigarrillos, los restos de barrer, el excremento de los animales, los pañales y productos de higiene femenin; las cuchillas de afeitar, cepillos de diente, chicles y bolsas de la aspiradora. No se debe arrojar aquí juguetes, pilas o ropa.

Materiales peligrosos:

las pilas, baterías o restos de algún artefacto electrónico, el aceite de cocina; restos de algún electrodoméstico que no funcione, ropa, juguetes, tinta de impresora, fluorescentes y lámparas, pinturas; radiografías y cápsulas de café (de plástico o metálicas) deberán llevarse a un punto limpio.

Lo fundamental del reciclaje de residuos, es hacerlo conscientemente y realizar una correcta clasificación, un error, significa un proceso que no llegará a buen puerto. Además es muy importante aplicar la regla de las tres R: RECICLAR, REUTILIZAR y REDUCIR. Por último, si queremos sumar otro granito de arena a la causa, lo ideal es que le enseñemos a reciclar a amigos y familiares, para que ellos también puedan implementar este hábito saludable en sus hogares.