Este domingo 25 de junio se llevó a cabo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la carrera “Ciudad Verde”. Que en su tercera edición constó de un tramo de 4 kilómetros dividido en dos equipos con circuitos diferentes. Por un lado, los participantes de remera verde que simbolizan el reciclaje. Y por el otro, los corredores de remera negra que representan los residuos orgánicos. La largada fue a las 9 y ambos terminaron en la Plaza de Mayo.
¿Por qué tanto hincapié en la separación de residuos e intento de conciencia ambiental?
En el año 2005, se sancionó en la Legislatura porteña la Ley N° 1854 (Basura Cero). Con el objetivo de reducir la cantidad de residuos que llegan a la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE).
En este establecimiento, dividido en varias sedes, se reciben aproximadamente 14 mil toneladas diarias. De sus 300 hectáreas, 290 ya están llenas o colapsadas. En la presente ley se prohíbe la combustión de residuos sólidos urbanos (RSU). Se postulan metas como reducir un 30% la cantidad de residuos reciclables o aprovechables para 2010. Un 50% para el año 2012. Un 75% para el 2017. Y finalmente, para 2020 no deberían llegar más materiales recuperables y poder usar mas materiales de reciclaje.
Esta situación está lejos de cumplirse. Hay un documental llamado “Ellos reciclan”. Realizado por quien les escribe y un grupo de estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el año 2016. En este corto puede observarse todo el proceso por el cual pasa el material reciclable, desde su recolección, transporte, separación y posterior venta para que se reincorpore al circuito productivo.
A su vez, es un análisis crítico de la falta de conocimiento o información que hay en la sociedad acerca del tema. Y con un cierre final que muestra lo que sucede en el CEAMSE. Y visibiliza la falta de conciencia que hay con respecto a los problemas ambientales, en particular con la basura.
Reciclaje: Entrevista a ciudadanos
A través de preguntas como ¿Separas los residuos? y ¿Sabes que pasa con la basura en la Ciudad?. Se entrevistó a ciudadanos que viven en distintas zonas de Capital Federal (definitivamente la opinión de unas pocas personas no generan parámetros absolutos, pero pueden predecir una tendencia). Y se comprobó que la desinformación y el desconocimiento sobre la basura y el reciclaje son notorios. “No reciclan bien, estoy constantemente tirando basura” expresó Guido, uno de los recuperadores urbanos entrevistados en el film.
Reciclaje: Visita a Cooperativa
Luego, se realizó una visita a la Cooperativa El Ceibo RSU, ubicada en el barrio de Palermo. Para observar el trabajo que realizan los recicladores urbanos (mal llamados en algunos casos de manera prejuiciosa “cartoneros”) tanto de día como por la tarde.
En el horario matutino, se realiza la recolección bajo el sistema “puerta a puerta”. Es decir, se concurre a casas, departamentos, edificios públicos, centros comerciales, oficinas, restaurantes y cualquier otro tipo de establecimiento. En el cual se entrega el material reciclable en mano a los recuperadores. En cambio, en el horario vespertino-nocturno los recicladores hacen recorridos preestablecidos por distintas calles en las cuales se encuentran las “Campanas verdes”.
Una vez recolectado todo el material, camiones particulares de las cooperativas y propios del gobierno de la Ciudad pasan a retirar los “bolsones”. Para llevarlos a un Centro Verde (en este caso el ubicado en el barrio de Barracas). Este es espacio de recepción, selección y compactado del material aprovechable para luego ser vendido a distintas y diversas empresas.
Reciclaje: Conflictos internos
En las instalaciones del mismo, se visibilizó una situación de conflicto interno: por una parte, están los recuperadores urbanos de las cooperativas que llevan su material (obtenido gratis de los vecinos o de las “Campanas”) y trabajan bajo la órbita del gobierno de la Ciudad; por el otro están los “recuperadores” que trabajan de manera independiente-autónoma y le venden a los “compradores” que hay en el establecimiento. Estos intermediarios, que pagan por la mercadería y luego la venden a sus clientes, se quejan por el beneficio de los cooperativistas de recibir sus mercaderías de manera gratuita. En cambio, ellos deben pagar y a precios que son más elevados. También se mostraron críticos con la gestión macrista por querer “ocultarlos y que no estén revolviendo la basura en las calles”.
En el final del documental se cierra con la situación actual del CEAMSE, que muestra cómo la basura se va acumulando y enterrando; sobre el caso de personas en situación extrema de vulnerabilidad que van a revolver los residuos para encontrar objetos de mínimo valor o comida vencida para alimentarse; también se puede observar la cantidad infinita de material que podría recuperarse y sin embargo termina en el basural, entre otros.
Beneficios
Para concluir, el reciclaje posee variados beneficios que aún no son explotados al máximo, a saber:
- La oportunidad para que personas en situación de pobreza o con pocas probabilidades de conseguir un empleo formal y de calidad, puedan ejercer dignamente el trabajo de recuperador urbano en cooperativas y no estén a la intemperie como trabajadores independientes.
- La posibilidad de reconocer la problemática de la contaminación de la basura, permitiendo que una gran cantidad de materiales pueda volver a ser aprovechado, en vez de ser enterrado como residuos.
- Intentar concientizar e involucrar a la sociedad en el tema, ya que por más ley o política pública que se implemente desde el Estado, los ciudadanos son los que tienen la palabra final para poder transformar positivamente el cambio ambiental.
- Actualmente, hay 12 cooperativas de reciclaje trabajando en la Ciudad de Buenos Aires. Falta mucho, pero ya hay más de 5.300 recuperadores urbanos que día a día colaboran para reducir la basura que llega al CEAMSE, en situación de colapso.
- En un país como la Argentina, en el cual siempre impera el cortoplacismo y las ansias de resultado inmediato, involucrarse en algo que repercutirá tanto en el presente como en el futuro de varias generaciones, es alentador y optimista.
