Poyel es el ángel guardián de las personas nacidas entre el 28 y el 31 de diciembre. Tiene una energía masculina y representa el 5º y 10º grado de Capricornio. En la jerarquía de los ángeles es un Principado, forma parte del sefirah de Netsah, y su Arcángel gobernante es Haniel. Sus energías planetarias son Venus / La Luna y representa el elemento de la Tierra.

Su nombre significa: Dios que sostiene el universo. Él simboliza: Poder y Conocimiento. Él te dará cualquier cosa que le pidas, ya sea en relación con tus finanzas, tu reconocimiento, tus estudios, o la forma en que te expreses. La piedra del ángel Poyel es Ojo de Toro y sus colores son Magenta / Magenta. De los 7 chakras, él gobierna: Muladhara (El chakra de la raíz).

Características de los protegidos

Las personas nacidas entre los días 28 al 31 de diciembre tienen la influencia del Ángel Poyel. Tienen el don de saber dónde quieren llegar, y si son coherentes con su propósito obtendrán poder y abundancia material.

Sabrán que el camino no es fácil, que habrá que hacer sacrificios, pero tienen la seguridad que alcanzarán lo que se proponen. A pesar de que sus logros pueden ser materiales, su finalidad no es esa y rechazarán el apego a lo material y la idolatría del dinero.

Serán personas queridas por los que estén cerca de ellos. Serán seres modestos, afables, de buen humor. Todo lo que alcancen lo harán gracias a su talento y buena conducta. Serán seres rectos, honestos, que les interesará aprender sobre el funcionamiento de las cosas.

A pesar de que puedan tener una apariencia modesta y hasta frágil, serán luchadores incansables y sacarán a relucir sus cualidades en los momentos precisos.

Poyel

Estos individuos serán optimistas y sabrán enfatizar y poner la mirada en las virtudes de las personas y situaciones, gracias a este encanto iluminará la vida de los que los rodean y reconocerá en sí mismo sus propias virtudes.

Podrán desarrollarse en diversas áreas, tanto en su lugar de origen como en el extranjero ya que será capaz de dominar diversas lenguas, oficios y poseerá una gran cultura.

Los influidos por Poyel serán individuos providenciales, portadores de fortuna, renombre, salud y vida para ellos y para aquellos que se cruzan en su camino. Solo portan las esencias de Poyel y las asimilan aquellos que han pasado una etapa de profundo aprendizaje, una vez que esto ha ocurrido todo el cosmos parece sostenerle, y de hecho así es.

Dependiendo de su carta natal y el escenario en que se manifieste, sus individuos irán desde el que potencialmente podrá llegar a eso, pasando por aquel que ve los frutos del Angel en su vida, el que los recoge, hasta aquellos que son la esencia de Poyel personificada. Su pensamiento será claro, lleno de imágenes poderosas comprensibles por todos.

Cuando hablamos de modestia lo hacemos no de ocultar los valores, sino de que los demás los reconozcan en ellos como algo natural. Portarán moderación, aquélla que hace partícipe a los demás de sus pensamientos y éstos colaborarán con ellos con alegría y sin temores. No impondrán por tanto su criterio y tendrán un humor agradable que quitará hierro a las situaciones complicadas haciendolas superables.

En qué nos ayuda

  • Al invocar a Poyel remueve la fascinación y el poder de la idolatría (poder, dinero, religiosidad) que controlan al mundo.
  • Te ayuda a eliminar la ira de tu corazón. A encontrar la felicidad y paz mental desde tu interior.
  • Este ángel es conocido por sus dominios sobre la filosofía, la fama y la fortuna
  • Es invocado para alcanzar los logros propuestos o para hacer realidad nuestros sueños más deseados.
  • Este Nombre saca a luz lo que está dentro de nosotros, nuestras verdaderas motivaciones y descarga nuestro subconsciente.
  • Te ayudará toda serie de pensamientos negativos, temores, preocupaciones, estados de depresión, ansiedad, conducta compulsiva, reacciones incontroladas, dependencias y adicciones.

Plegaria

POYEL : Dios que sostiene el universo.

El Eterno sostiene todos los que caen y levanta todos los que están encorvados.

POYEL : Quiero que mis labios expresen, Señor, tan sólo lo que es digno; quiero que

mi verbo descubra a quienes me escuchan la profundidad de tu Obra;

quiero que, como en ti, todos los que a mi acuden encuentren sostén.

Vivifica, Señor, mi palabra; haz que con ella pueda abrir anchas perspectivas; que con

ella pueda iluminar insondables abismos.

Haz que a través de mí se expresen tus más elevadas virtudes.

Hazme, Señor POYEL, el constructor en la Tierra, de esa ciudad eterna que tú has

edificado en el cielo.

POYEL exhorta :

Te he dado, peregrino, la facultad de poder expresarte de manera convincente.

Quiero que estructures en la Tierra mi orden, mi norma, que pongas el blanco en los

espacios reservados al blanco, y el negro en los espacios reservados al negro.

Pondrás la luz donde debe estar la luz y las tinieblas en el marco reservado para ellas.

Separarás igualmente los sentimientos de la razón, de manera que los unos no invadan

el espacio de la otra.

Cuando tu vida termine, peregrino, todo debe de estar en su sitio, en perfecto orden,

en perfecta armonía. Conseguirás todo esto con el poder mágico de la palabra, y cuando

vuelvas a mí me rendirás cuentas de las palabras vanas que hayas pronunciado.

Si no puedes estar en sintonía conmigo, cállate, búscame en el silencio y, como Job,

me encontrarás cuando tus labios se cierren.