El Hombre Piscis: Piscis, el último signo del Zodíaco, pertenece al elemento Agua, su planeta regente es Neptuno y está representado por dos peces que nadan en sentido contrario, lo cual simboliza la naturaleza cambiante, contradictoria e inconstante de sus nativos.
Romance, amor y sexo
Un hombre Piscis no reconoce ninguna distinción entre romance, amor y sexo; todos están reunidos en uno y no pueden separarse, en lo que a él respecta. Es decir, Es un hombre que abre su corazón y su alma a su amante. Idealiza el amor, y para él, el sexo es la máxima expresión del amor. Anhela el sentimiento eufórico de cercanía, satisfacción, éxtasis, y perderse en el otro, lo que experimenta al hacer el amor con su amada.
Compartiendo su mundo interior
Hay un aire de misticismo alrededor de un hombre de Piscis. Es un hombre tranquilo con un mundo interior rico que no comparte a la ligera. Pero una vez que se crea la confianza y se crea un vínculo sexual íntimo, él fascinará a su amante al hablar de sus sueños, esquemas y cosas místicas. Es decir, Es un idealista romántico por excelencia que cree que todo es posible.
Cómo conquistar a un hombre Piscis
Los Piscis, incluso en su versión masculina, son uno de los signos más sensibles del Zodiaco. Por lo tanto, Es un signo pasivo, que está dispuesto a ver el espectáculo de la vida a través de un filtro color de rosa.
Si deseas seducir a un hombre Piscis, deberás ayudarle a que, sin destruir sus sueños, baje a la tierra y al terreno práctico. Se trata de estimular su confianza. Algunas veces, los Piscis parecen débiles y sensibileros, así que estimulándoles y apoyándoles es una vía de iniciarles en el amor y de ganar su confianza, puedes conseguir llegar a ellos y que se abran a ti.
Hay que tratar de entender sus sentimientos. Sé cariñosa y romántica. Consigue para Piscis la belleza y la paz. Lo bonito, dulce, positivo y te dará lo mejor de sí mismo.
Piscis es un signo silencioso, no hablador, es decir, La forma de seducirle no será a través de una apasionado diálogo o preguntándole cosas. Hay que dominar el arte de los gestos y los silencios.
