Cahetel es el ángel que ahuyenta a los espíritus malignos y ayuda a obtener una bendición divina. Un ángel guardián ligado a la abundancia y a las cosechas, su nombre significa «Dios Adorable». El azar, la providencia y la bendición son por lo tanto parte de sus atribuciones. Cahetel es un ángel masculino que proporciona elevación. Simboliza la bendición y la cosecha útil para los hombres y los animales. Una persona que nació bajo su influencia amará el trabajo de la granja y el campo.
Cahetel es también el ángel de la realidad. Con él se nos aparecen quimeras e ilusiones porque nos da la energía para concretar, amar y hacer fructificar lo que ya tenemos. Aprender a estar contentos y felices con lo que tenemos es su mensaje. Cahetel está asociado con el pecado capital de la pereza.
Características de los protegidos
Poseen armonía en su carácter equilibrando lo espiritual con lo material. Son maduros y dominan sus impulsos. Tienen una clara visión del mundo y sus leyes y siempre siguen hacia delante en lo que se proponen. Por su madurez se sienten a veces descolocados con respecto a su grupo social, familia y amigos pues tienen dificultad para entenderlo. Siguen a su corazón y con gran intuición se muestran humildes para poder transmitir su conocimiento y sabiduría.
No tienen miedo a nada y siempre están dispuestos a ir de viaje, con su equipaje preparado. Podrá ser un pionero en la producción agrícola, sabrá compartir su prosperidad con los más allegados, aunque puede atribuir su éxito a la suerte, agradece siempre a Dios por todo lo que consigue.
¿En qué nos ayuda?
Cahetel te ayuda a manejar tu lado egocéntrico. Te ayuda a evitar vivir la vida puramente de acuerdo a tus propios intereses y a no actuar de forma desagradecida y a alimentarte de los recursos de los demás.
Si tienes tendencia a luchar contra el destino o a rebelarte contra tu plan de vida, él pondrá fin a tu rebelión contra la agenda cósmica. Te impedirá hacer cosas inútiles o cosas de las que no saldrá nada bueno.
Cahetel te ayuda a manejar tu lado egocéntrico. Te ayuda a evitar vivir la vida puramente de acuerdo a tus propios intereses y a no actuar de forma desagradecida y a alimentarte de los recursos de los demás.
Si tienes tendencia a luchar contra el destino o a rebelarte contra tu plan de vida, él pondrá fin a tu rebelión contra la agenda cósmica. Te impedirá hacer cosas inútiles o cosas de las que no saldrá nada bueno.
Ayuda a controlar a la gente dominante, orgullosa, de mal genio o que blasfema contra el Creador. Él te liberará de los espíritus malignos que pueden guiarte o conducirte a emociones problemáticas o a un comportamiento agresivo o transgresor con respecto a las leyes del cosmos.
El ángel Cahetel también tiene poder sobre la meteorología, protegiéndote de las catástrofes climáticas, las fuertes lluvias, la subida de las aguas y los incendios.
Anula malos decretos, lucha contra la negatividad del mundo. Es éste un Nombre y Ángel de mucho misticismo, sensibilidad y psiquismo.
Este Nombre se usa en la festividad de Purim, en la que se lee el libro de Esther, y se visualiza este Nombre cada vez que se pronuncia el nombre de Hamán, el malvado.
Es un formidable escudo contra toda forma de negatividad.
Extrae el azar de nuestras vidas y nos conecta al plan Divino, aunque no lo veamos abiertamente.
Recibir abundancia y plenitud de Bendición.
Este ángel es invocado en casos de posesiones, esto con el fin de expulsar a los espíritus malignos y también para recibir la bendición de Dios.
Te ayudará para anular malos decretos.
Lucha contra la negatividad del mundo.
Recibir abundantes cosechas agrícolas y éxito en las labores campesinas.
Lograr inspiración para elevarse hacia dios y descubrirlo.
Tener amor por el trabajo.
Ayuda a tener suertes, encantamientos y sortilegios de los enemigos.
Oración
CAHETEL, Dios adorable.
Venid, postrémonos y humillémonos, pongámonos de rodillas ante el Eterno nuestro
Creador.
CAHETEL: He recibido de ti, Señor, infinitos dones.
Mis labios expresan con facilidad el mundo que tú has creado Y mis manos moldean en
graciosas formas tu material primordial.
Me has permitido triunfar, ¡Oh CAHETEL! has situado alrededor de mi una cohorte de
aduladores; has puesto entre tú y yo vallas, cercos, jardines, tierras, propiedades,
obstáculos que me alejan de tu divina presencia. Pero me has puesto también, Señor
CAHETEL, el ardor por superarlos.
Permite, Señor, que ese ardor sea lo más fuerte, lo más intenso que haya en mi, para que
pueda, gracias a él, saltar las vallas, burlar los cercos, arrancarme de la belleza de los
jardines y tierras, vencer las adulaciones, los triunfos, la fama y correr hacia tu fuente de
vida. Libérame, Señor, de la vanidad, y yo me liberaré de las servidumbres de la
abundancia.
CAHETEL exhorta:
Te he dado tierras y potestad sobre ellas. Nobleza, prestigio, rango.
Te he dado poderes para expresarte y ser convincente.
¿Qué es lo que vas a darme a mí?
Es natural que espere mucho de ti, al que mucho he dado.
De tu potestad, espero mi justicia. Por tu fama, espero mi renombre.
De tu locuacidad, espero testimonio de mi obra.
He puesto en ti luz para que puedas descubrirme y encontrarme, para que no puedas
decir que estabas rodeado de tinieblas.
Sé, peregrino, el paladín de mi ley y de mi justicia.
No te pido renuncias, ni siquiera humildad: te pido que desde tu puesto de mando
seas el que con su ejemplo dignifique todas ]as cosas, haciendo que lo bello sea
ineludiblemente lo justo, que lo útil no sea más que lo necesario, y lo necesario
estrictamente aquello que ha de darte a ti y a tus hermanos una más alta conciencia del
universo.
Este es el trabajo que te he asignado. ¡Ojalá puedas ser, peregrino, un fiel cumplidor!.
