El día de hoy hablaremos sobre las leyendas colombianas, si conocías alguna déjanos saber en los comentarios
El Yacuruna
Es conocido también como el Poseidón colombiano, ya que es el dios del mar y habita en los lagos y ríos de la región del Amazonas, su apariencia es la de un reptil verde con ojos grisáceos aunque puede transformarse en humano con sus poderes y de los animales que habitan en sus dominios. Esta es una leyenda tradicional entre las comunidades indígenas quienes aseguran que no solo es el dios más poderoso de todos, sino que en su forma humana es el hombre más encantador que se pueda conocer.
Utiliza su encanto para atraer a jóvenes muchachas y a niños curiosos a jugar, para luego llevarlos a las profundidades del agua, donde los mantiene como parte de su colección en su palacio, hasta que se convierten en parte del pueblo subacuático del dios.
La patasola
Es una de las leyendas más conocidas y que se mantiene a la par de otros mitos de mujeres lamentándose de su destino. Esta relata al alma en pena de una mujer de largo cabello enmarañado, ojos grandes hundidos y boca lastimera, que no posee una de sus piernas, por lo que siempre anda en ‘una sola pata’. En vida se trataba de una joven casada con un campesino con el cual tenía tres hijos, pero que la descubrió teniendo un amorío con su patrón, a quien asesina en su arrebato de furia y corta la pierna de la mujer mientras esta intenta escapar, falleciendo debido a la profundidad de la herida.
Consumido por el dolor, el campesino prende fuego a la vivienda y se lleva muy lejos a sus hijos. Desde entonces la mujer con una sola pierna vaga perdida en busca de sus hijos.
Guatavita y la Leyenda de El Dorado
Muchos hemos escuchado de la mítica ciudad llena de riquezas infinitas conocida como ‘El Dorado’, pues esta leyenda nos habla de su origen. Todo comienza con el cacique Guatavita, un poderoso líder muisca quien desafortunadamente encuentra a su mujer cometiendo adulterio con un guerrero del que se había enamorado, a lo que ordena el asesinato del amante y obliga a su esposa a comerse el corazón del mismo.
Pero ella salió huyendo hacia la laguna para hundirse en ella junto a su hija. Desesperado, el cacique ordenó a los sacerdotes que recuperen a su familia, pero estos le dicen que es imposible ya que ella vive en las profundidades del agua, con una serpiente gigante que ha desposado. En un último intento por recuperar a su familia, el cacique pide que le traigan a su hija, sin embargo sólo obtiene a una niña sin ojos. Desde entonces ordenó que todos ofreciesen sus respetos al lago ofreciendo a este joyas y oro para rogar por la protección del pueblo.
Tiempo después, este ritual se transformó para formar parte de un ritual de iniciación para el nuevo cacique, el cual lo untaban con tierra pegajosa y lo espolvoreaban con oro, mientras iba acompañado de sus hombres de confianza con tesoros, hacia su destino. Desde entonces se cree que este es el origen de la ciudad de El Dorado.
Las brujas de Burgama
Esta historia tiene lugar en San Juan Crisóstomos de la Loma (antes conocido como el poblado de Burgama) en el cual tuvo un acontecimiento terrible: la inquisición de cinco hermanas que fueron acusadas de practicar la brujería, cuando se dedicaban a curar a enfermos y a personas con mal de amores. Pero a pesar de sus buenas acciones eran vistas como herejes y criaturas del diablo, aunque para su suerte, antes de que lograsen ahorcar a la hermana mayor, tuvieron la ayuda del pueblo indígena, quienes las liberaron impidiendo su condena y dando de baja a los soldados y al capitán español que dieron con la acusación.
Desde entonces el lugar es conocido como el Cerro de la Horca y las brujas (María Antonia Mandona, María Pérez, María de Mora, María del Carmen y Leonelda Hernández) recuperaron su libertad.
Tunda
En la región de la Costa Pacífica y el Chocó se dice que la Tunda fue una mujer nacida como fruto del adulterio del diablo con una bella mujer negra de la cual se enamoró en una noche de currulao. Este espanto, tiene una característica muy particular, pues tiene un pie humano y otro que es en forma de molinillo. Cuando alguien la enfrenta, ésta esconde su pata de molinillo y la única forma de alejarla es encontrándola.
La Tunda también se presenta de diferente manera dependiendo de la situación, en la mayoría de las ocasiones se le presenta a los niños solitarios en la forma de sus mamás o de parientes cercanos. Se dice que una persona que es llamada por la Tunda por su nombre está “entundada” y la única forma de salir de ese estado es con oraciones y conjuros, según cuentan los chocoanos.
Esta leyenda se hizo muy famosa hace un par de décadas después de que un niño apareció en un reinado popular en la Plaza de Quibdó, llorando buscando a su mamá porque había visto a una señora parecida a ella que había venido a buscarlo y asustarlo.
La respuesta de muchas personas fue que esa extraña señora era la Tunda y, desde entonces, se le hacen homenajes en diferentes partes de la región pacífica colombiana. También hubo un par de veces que personas de la región habían escuchado o visto unos turistas que desaparecieron a las orillas del mar cuando caminaban por la playa de Bocagrande, cuando supuestamente aparecieron, al parecer estaban “entundados”, hecho que ayudo a fortalecer la leyenda.
Madremonte
Esta historia se extiende desde los Andes centrales y occidentales, Antioquia Grande y los valles del Magdalena y del Cauca. Según anécdotas y cuentos de los campesinos de las regiones mencionadas, la Madremonte se muestra como una mujer putrefacta y musgosa, de ojos brotados como candela, colmillos grandes y con una expresión de furia impresionante.
Va siempre vestida con chamizos, bejucos y hojas frescas, con lianas y musgos en su cabeza. Según los cuentos de la zona de Antioquia, se aparece como un ser mitad mujer, mitad monte; para los del Cauca aparece como una anciana vestida de hojas, ojos rojos y cara color ceniza.
Se dice que la Madremonte es agresiva y ataca cuando hay grandes tempestades o inundaciones que acaban con sembrados y cosechas.
En esas noches los campesinos dicen escuchar gritos infernales suyos que provienen de los campos. También hay quienes dicen que las tempestades e inundaciones se deben a que el agua de enturbia cuando la Madremonte se baña en el nacimiento de las quebradas.
Las víctimas de la Madremonte son los aserradores, cazadores, pescadores y leñadores. Se dice que los leñadores han escuchado los gemidos y gritos enfurecidos de la Madremonte cuando talan árboles; persigue a vagabundos y esposos infieles también. Se cuenta que varios han desaparecido por días y cuando regresan, dicen que fueron desorientados por la Madremonte y que ella los hace perder del camino.
