La arenilla en los riñones y las piedras se forman cuando, a través de las finas cañerías terminales del sistema urinario, se eliminan líquidos cargados de ciertas sustancias, especialmente de calcio.

De hecho, los cálculos renales suelen ser de calcio y se depositan igual que las calcificaciones, como en la lavadora. Hasta un 12% de personas padece o padecerá cálculos renales o arenilla en algún momento de su vida. En general, parece común que lo sufran personas que beben poca agua.

A esta formación de arenilla y piedras en el riñón se la conoce como litiasis. Se forman habitualmente en la cavidad o pelvis renal, y ahí van creciendo años o incluso décadas. Al principio son muy pequeñitas: se forma una arenilla en el riñón, que suele permanecer estacionaria. Pero luego esos granitos de arenilla pueden ir creciendo y, al crecer, formar lo que llamamos piedras o cálculos renales.

Factores de riesgo

Tener antecedentes familiares: es más probable que desarrollemos cálculos si un familiar nuestro los ha sufrido antes. De hecho, según algunos expertos, esta condición multiplica por tres el riesgo de padecerlos.

La dieta: una alimentación rica en grasas, azúcares y proteínas animales y la ingesta de cantidades elevadas de sodio (sal) aumentan el riesgo de sufrir cálculos de calcio.

La cantidad de líquido que se ingiere: la deshidratación puede provocar que la orina sea demasiado concentrada, lo que, a su vez, favorece la formación de cristales.

Trastornos metabólicos derivados de algunas enfermedades genéticas, como la cistinuria, hiperoxaluria primaria o la fibrosis quística -entre otras-, en las que las concentraciones de sustancias en la orina se ven alteradas y ello produce la formación de cálculos.

Las infecciones del tracto urinario y algunos trastornos renales: por ejemplo, enfermedades quísticas del riñón, nefrocalcinosis (exceso de calcio en este órgano), defectos de nacimiento como el riñón con médula en esponja o en herradura, etc.

Anomalías en las vías urinarias (estrechamiento, dilatación, padecer una obstrucción en la unión del uréter con el riñón…): estas anomalías obstruyen el flujo urinario y crean áreas donde la orina se estanca, lo que facilita la formación de cálculos.

Otras enfermedades: la gota, afecciones de las glándulas tiroideas o paratiroideas u otras de carácter gastrointestinal como la Enfermedad de Crohn, entre otras, aumentan también el riesgo de padecer piedras.  La obesidad, la diabetes mellitus o la hipertensión arterial son factores de riesgo que favorecen su aparición.

La ingesta de algunos medicamentos también puede influir en la aparición de piedras en el riñón de diferentes composiciones.

Remedios naturales:

Jugo de limón

Beber 4 onzas de jugo de limón diario (diluido en medio galón de agua) a lo largo del día puede ayudar a prevenir la recurrencia de 2 tipos de cálculos renales, el de oxalato de calcio y fosfato de calcio. El jugo de limón aumenta los niveles de citrato en tu orina, lo que disminuye la formación de estos cálculos.

Arenilla en los riñones

Esta «terapia de limonada» puede ser una posible alternativa a los tratamientos tradicionales de citrato, que son con frecuencia recomendados para prevenir los cálculos renales, pero pueden provocar síntomas gastrointestinales. No agregues azúcar; las bebidas endulzadas con azúcar pueden aumentar el riesgo de cálculos en un 20%

Jugo de arándanos

Este delicioso jugo es rico en antioxidantes y compuestos antibacterianos como los taninos, que ayudan a evitar la arenilla en los riñones. Se recomienda su consumo para prevenir las infecciones del tracto urinario y los problemas crónicos como las piedras renales.

Ingredientes

  • 1 taza de jugo de arándanos (250 ml)
  • ½ taza de agua (125 ml)
  • 1 cucharada de jugo de limón (15 ml)

Preparación

Mezclar todos los ingredientes y beber este jugo todos los días. Para mejores resultados se debe combinar con una buena ingesta de agua.

Té de semillas de sandía

Una manera para depurar la arenilla en los riñones, es consumiendo té de semilla de sandía. Además, erradica la arenilla y limpia el tracto urinario.

Ingredientes

4 cucharadas de semillas de sandía (40 g)

8 tazas de agua (2 litros)

Procedimiento

Es un procesador de alimentos, licuadora o a mano, trituraremos las semillas hasta que se vuelvan polvo.

Hay que cocer el polvo de las semillas en los 2 litros de agua por un tiempo aproximado de 15 minutos.

Esta cantidad de agua es suficiente para dos días.

Tras el segundo día dejaremos al organismo descansar y, de ser necesario, volveremos a repetir el mismo procedimiento.

Albahaca

La albahaca contiene compuestos conocidos por ayudar a estabilizar los niveles de ácido úrico, lo que dificulta la formación de cálculos renales. Además, contiene ácido acético, un químico conocido por ayudar a disolver los cálculos.

Una cucharadita de extracto de albahaca o jugo/zumo puro al día puede ayudar a prevenir y tratar los cálculos renales.

Jugo de apio

Se cree que el jugo de apio elimina toxinas que contribuyen a la formación de cálculos renales y se ha utilizado durante mucho tiempo en medicamentos tradicionales. También prepara el cuerpo para que pueda expulsar la piedra. Licúa uno o más tallos de apio con agua y bebe el jugo durante todo el día.

Cola de caballo

En el ámbito popular se considera que esta planta ayuda a expulsar la arenilla en los riñones de manera rápida y eficaz. Para este remedio hay que preparar una infusión.

Ingredientes

  • 4 tazas de agua (1 litro).
  • 4 cucharadas de cola de caballo (40 g).

Procedimiento

En un litro de agua hirviendo agregaremos 4 cucharadas de cola de caballo.

Dejaremos que infusione durante 5 minutos antes de filtrarlo.

Tomaremos 3 tazas al día, como máximo.

Perejil

El perejil evita la aparición de piedras en el riñón. Es ideal a través de infusiones. Hay quienes prefieren masticarlo, ya que sirve de diurético. Si usted está tomando anticoagulantes, evite consumir esta planta, debido a su alto contenido de vitamina k.

Jugo de rábanos, col y apio 

  Los rábanos son una de las mejores opciones para desintoxicar el hígado, la vesícula biliar y los riñones, ya que permiten eliminar los residuos. Además, protegen de las infecciones y tienen propiedades antiinflamatorias y antifúngicas. Si sueles sufrir cálculos renales, bebe zumo de rábano o inclúyelos como ingrediente en diferentes comidas. A su vez puedes combinarlos en esta receta depurativa imperdible.