Amarse como uno es: Cuando pensamos en el amor, o más puntualmente en una definición de amor, lo pensamos como uno de los sentimientos más fuertes que podríamos llegar a tener hacia algo o alguien.

Amarse

Es el estado de máxima entrega de un ser hacia el otro. Sin ir más lejos, la gran mayoría de los mamíferos en el mundo pueden sentir amor, o algo similar. Esto fue científicamente comprobado cuando se descubrió que nuestras mascotas, en especial los perros, secretan oxitocina (mejor conocida como la hormona del amor) luego de pasar un rato de juegos con sus dueños o de verlos después de algunas horas.

Sin embargo, existe una clase de amor del que se habla poco. Siempre hablamos de dar amor o de recibirlo, pero siempre en referencia a otro ser. Pero lo que no nos damos cuenta, es que el amor que podemos llegar a sentir por uno mismo es muy importante, casi tanto o aún más, que el amor por un tercero.

El amor propio consiste en aceptarse a uno mismo como es. Con sus defectos sobretodo. Amarse uno como es, consiste básicamente en aceptar. Aceptar que somos bajos o altos, Rellenos o huesudos, morochos o rubios.

La aceptación es un principio básico para esta vida. No significa conformarse, sino interiorizar y hasta abrazar aquello que no se puede cambiar. Dentro de esa aceptación, estamos nosotros mismos.

Si para nosotros, una persona atractiva debe tener ciertos rasgos físicos o emocionales, trataremos de parecernos lo más posible a esa persona ficticia. Si no lo logramos, nos sentimos feos, inferiores, perdemos confianza y tratamos de pasar desapercibidos. Nos aislamos porque no queremos mostrar lo que no nos gusta de nosotros.

El primer paso para aceptarse a uno mismo, es darse cuenta de que nadie es perfecto.

Si bien podemos ver en televisión modelos y actrices que parecen la perfección en la tierra, debemos poder darnos cuenta de que no lo son. Tuvieron, tienen y tendrán, muchísimos defectos, físicos y emocionales. Probablemente ellos tampoco estén contentos en un cien por ciento con su personalidad o su físico. Probablemente ellos envidien cosas de la gente que no tiene exposición mediática, como su privacidad o hasta su anonimato. Y es muy probable que vos tengas cosas que ellos no tienen.

La perfección no existe, porque no es única. Todos tenemos un concepto distinto de lo que llamamos perfección, y lo más probable es que cuando creamos que la hayamos alcanzado, se nos presenten nuevas metas, o las cumplidas no parezcan tan perfectas como antes.

Otra cosa fundamental para lograr amarse a uno mismo es entender que si uno no se ama, se hace difícil amar a alguien más.

Si no te aceptas como sos, no dejarás que te acepten los demás, por más que quieran hacerlo. Y entramos en una rueda sin fin de pensamientos negativos. Nos sentimos mal con nosotros mismos, nos aislamos, tenemos menos vida social y eso nos quita confianza logrando que disminuya aún más la imagen que tenemos de nosotros. Es una escalera caracol que nos conduce a la depresión. Es fundamental la confianza en uno mismo, repetirse una y otra vez que se puede para lo que sea que se quiera lograr.

El mundo y la sociedad fueron construidos por humanos, para humanos. No hay razón para sentirse excluido.

Busca inspiración.

Si estás en un bar o un boliche, y ves a una chica con características físicas parecidas a las tuyas hablando con un hombre, ¿porque vos no podrías hablar con el hombre que quieras? Los ejemplos de nuestros pares, suelen motivar bastante a la hora de ganar coraje y tomar confianza. “Si ella puede, ¿porque yo no?”.

Observemos y valoremos con más frecuencia nuestros logros. Por más pequeños que sean, son nuestros e importan. Nos exigieron tiempo y esfuerzo ¿porque no valorarlos?

Hay que cuidar de uno mismo.

Mimarse de vez en cuando no nos hace nada mal. Hacer ejercicio o comprarnos algo de ropa que nos guste y nos haga sentir bien son algunas de las cosa que nos elevan el amor propio. Comer saludablemente también nos da confianza, nos sentimos mejor físicamente hablando y eso nos hace más felices.

Sé un poco egoísta, solo un poco.

A nadie le gusta el egoísmo, eso está claro. Pero en su justa medida, anteponer nuestras preferencias o gustos a los de los demás no está mal. Nos recuerda que el objetivo de nuestras vidas es ser feliz.

Si amar es una ganancia, amarse a uno mismo es una inversión, una no llega sin la otra. Emplea energía en vos, para que otros también lo hagan.