Lifting Japonés:

El lifting japonés o Kobido es un tratamiento de rejuvenecimiento de la piel del rostro con métodos naturales. La forma que tiene de actuar es, haciendo que la piel luzca más estirada y viva, sin las imperfecciones de las arrugas.

El proceso está compuesto por la experiencia oriental tradicional, en donde lo que se busca es relajar los músculos faciales y los órganos internos. Además, la combinación de las terapias de reflexología y digitopuntura, permiten regular el estado de humedad de la piel y mejorar el estado físico, químico y emocional del organismo.

Procedimiento

1.  Primero se dermoanaliza la piel y se determinan sus carencias para escoger el complejo de activos con el que se va a trabajar. 

2. Segundo se realiza un desbloqueo a nivel de cuello y cervicales y un masaje sacrocraneal que libera la tensión muscular. Deshace las contracturas del tejido y permite una adecuada irrigación sanguínea para que los nutrientes lleguen a todos los rincones. Las toxinas e impurezas se eliminen, y se favorezca el flujo sanguíneo, contribuyendo a descongestionar y a deshinchar el rostro.

3. Limpieza profunda de la piel, se aplica exfoliante para eliminar las células muertas. Al incrementar la temperatura cutánea con la ayuda de las maniobras faciales, se logran eliminar las bacterias que se encuentran profundamente fijadas en la piel y que los limpiadores habituales no llegan a eliminar. Además, se reduce el exceso de sebo y se eliminan toxinas, impurezas y células muertas.

Lifting Japonés

4. Se aplica la primera parte del activo específico con el conjunto de maniobras faciales adecuadas para el tipo de afección de la piel que se va a tratar. 

5. Se retira el exceso del primer activo y se aplica en forma de mascarilla la segunda parte del concentrado. Se deja reposar 10 minutos y se procede a realizar un masaje elevador de músculo, que cuenta con 13 maniobras faciales que trabajan redefiniendo el óvalo, elevando la musculatura y borrando los signos de expresión.

6. Se retira el exceso de producto y se finaliza con crema de día y sérum.

Lifting Japonés: ¿Cómo surge esta práctica?

Se cree que el lifting facial japonés o masaje kobido nació en el Japón guerrero. Los samuráis, al parecer, se daban masajes en la cara para calmar la mente después de arduas batallas y potenciar su fuerza interior.

Sin embargo, una emperatriz notó que este tratamiento producía una apariencia luminosa y que, además, calmaba los dolores de cabeza. La soberana se llevó la idea a la casa imperial y a partir de entonces se puso de moda entre los miembros de la realeza.

Diferentes necesidades de la piel

Cada piel, es obvio, tiene unos u otros problemas. Por eso, “dentro de esta técnica hay 54 maniobras faciales procedentes de técnicas milenarias y activos específicos para las distintas afecciones de la piel. Si una piel está deshidratada o es seca, el activo que se usará serán aminoácidos, que son los responsables de capturar y retener el agua en la piel, además de unas maniobras faciales específicas que van a trabajar de manera subcutánea estimulando la producción de colágeno y elastina, activando los fibrablastos, para conseguir el estado de hidratación óptima.

Y así sucesivamente en los diferentes casos: una piel con falta de densidad, una piel con flacidez, una piel que necesita una regeneración, una piel con una producción de lípidos por encima de lo normal… La principal indicación es tratar y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Es una técnica apropiada para todo el mundo, para todos los problemas y estados de la piel”, nos explica Claudia di Paolo.

Como es lógico, quienes usan esta técnica en cabina tienen que tener una formación específica muy concreta. “Es imprescindible. Nuestra formación inicial la hemos realizado en Japón y periódicamente recibimos a nuestras terapeutas japonesas, que nos visitan para reforzarla”, nos explica.

Beneficios:

-Se eliminan tensiones.

-El rostro se redefine, se tensa y se muestra más armónico.

-Los volúmenes de la cara se “colocan”.

-Se estimula la producción de colágeno y la elastina.

-Oxigena la piel, cargándola de luminosidad.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

Lo ideal para conseguir resultados óptimos y mantenerlos en el tiempo es realizarse una sesión una vez a la semana durante un mes y, después, hacerse una cada tres semanas a modo de mantenimiento.

Además, en según qué casos, se puede combinar con otros tratamientos, como la radiofrecuencia, la punta de diamante, etc. para conseguir aún más resultados.

¿Cuánto dura cada sesión y cuál es su precio?

La sesión del “lifting japonés” suele prolongarse durante 1 hora aproximadamente y el precio de cada sesión ronda los 90 € a 100 $

En AG Biomedic cuentan con bonos adaptados a las necesidades de cada paciente que permiten abaratar un poco los tratamientos.

Lifting Japonés

¿Existe alguna contraindicación?

Al tratarse de una técnica manual existen pocas contraindicaciones, pero debido a la enérgica técnica de masaje no conviene hacerse un lifting japonés si te has inyectado toxina botulínica, ácido hialurónico o algún relleno hasta pasados 4 meses. Sucede lo mismo con los hilos tensores. El masaje puede mover estas sustancias si no están estabilizadas, resultando contraproducente.

Lo que se consigue con el lifting japonés

  •  Activa la circulación de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas, aporta luminosidad y da un aspecto saludable y una complexión de aspecto más juvenil. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, ralentizando de manera evidente los signos visibles del envejecimiento.
  • Incrementa la temperatura de la piel. Ello facilita la liberación de toxinas profundamente fijadas, a las que los limpiadores no alcanzan. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.
  • Aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación creando una barrera emoliente contra la evaporación.
  • Libera las contracturas  del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes hasta las células de la piel. Únicamente cuando la circulación sanguínea se ve mejorada las células de la piel pueden repararse y rejuvenecerse por sí mismas.

La digitopresión que incorpora el lifting japonés puede también autoaplicarse para desinflamar los tejidos faciales. Resulta muy eficaz para mejorar la eficacia de los tratamientos cosméticos.