¿Estas todo el día en el teléfono?: Al no tener el teléfono móvil, a estar desconectados del mundo. La mayoría justifica su adicción por miedo a sentirse solos o aislados, mientras otros los achacan a las necesidades laborales. A esta adicción la llamamos nomofobia.

Todavía como una patología o un trastorno del comportamiento, Pero lo cierto es que es consecuencia de una adicción, de un uso desmedido del teléfono inteligente, generalmente para todo menos para hablar

¿Cómo afecta a la vida diaria?

No tenemos más que mirar a nuestro alrededor para comprobar cómo la adicción al teléfono móvil y la nomofobia provocan una suerte de “esclavitud” entre los más afectados.

En primera instancia, la nomofobia obliga al que la sufre a estar continuamente pendiente de su teléfono móvil, hasta el punto de abandonar otras facetas de su vida. De esta forma puede afectar al trabajo, a las relaciones familiares, a las relaciones de pareja y, en general, a cualquier otro aspecto de la vida del afectado que podría requerir de atención.

¿Estas todo el día en el teléfono?

Pero no sólo esto. La ansiedad que genera la idea de quedarse sin teléfono móvil y la necesidad de consultarlo constantemente producen un nerviosismo generalizado, que puede incrementarse de manera dramática en determinadas situaciones, hasta el punto de condicionar la vida del afectado.

Por ejemplo, el nomofóbico puede llegar evitar viajar o acudir a zonas en las que la cobertura puede ser deficiente, porque eso supondría su “desconexión”. O puede eludir ir a lugares en los que no disponga de una fuente de electricidad cercana en la que poder conectar su dispositivo, por miedo a quedarse sin batería. Todo ello, teniendo en cuenta las necesidades de nuestra vida cotidiana, puede suponer limitaciones que la afecten seriamente.

Además, otro efecto dañino se produce a través del insomnio. Algunos nomofóbicos llegan al punto de alterar su sueño hasta despertarse en innumerables ocasiones durante la noche, con el fin de comprobar que siguen disponiendo de conexión y consultar actualizaciones en sus redes sociales, etc.

¿Cómo saber si sufro adicción al móvil?

Realizar consultas de manera inconsciente y continua al móvil para saber si ha llegado un mensaje, email o notificación de redes sociales.

Si olvidarte el móvil en casa, quedarte sin batería o no hay conexión a internet, se convierten en situaciones dramáticas para ti.

Vives pendiente del número de likes que tienen tus publicaciones.

Publicas prácticamente todo lo que te ocurre y piensas en las redes sociales.

No desconectas nunca el teléfono (ni para dormir).

Cuando estás con familiares o amigos siempre tienes el móvil cerca. Incluso a veces, no eres capaz de seguir la conversación por estar pendiente del teléfono.

Síntomas

Palpitaciones

Sensación de ahogo

Angustia

Desesperación

Alteración del sueño

Revisar el teléfono innumerables veces

Malas relaciones interpersonales

Falta de atención a lo que ocurre a su alrededor

Causas

Aunque no se conocen las causas exactas de la nomofobia, sí que existen algunas teorías que parecen explicar por qué esta patología está cada vez más extendida entre la población.

Causas neurobiológicas

La más aceptada es la que describe el problema como causado por una adicción, que funciona del mismo modo que las relacionadas con drogas o con las apuestas.

Se ha demostrado que el funcionamiento de los smartphones afecta al circuito cerebral de recompensa. Cuando recibimos una notificación, nuestro cerebro libera una pequeña cantidad de endorfinas, que son las sustancias que nos hacen sentir placer y bienestar. El problema es que estas sustancias son también muy adictivas.

Así, con el tiempo empezamos a asociar las notificaciones y el estar conectados constantemente con un gran placer; y el resto de actividades y estímulos pierden gran parte de su carga positiva.

Esto es algo similar a lo que ocurre con la nicotina, que proporciona placer en el momento de ingerirla y crea malestar cuando los niveles corporales de la misma bajan.

Causas sociales

Por otro lado, muchos expertos también defienden la idea de que al estar nuestra sociedad cada vez más conectada, existe de igual manera un componente social y cognitivo en la aparición de la nomofobia.

Lo más probable es que ambas explicaciones sean ciertas en gran medida, en lugar de existir una causa única para todos los casos.

Tratamiento

A nivel de tratamiento, la nomofobia suele enfocarse como cualquier otra adicción. Por una parte, la persona tiene que realizar cambios conductuales, en este caso reduciendo en gran medida el tiempo que pasan junto al móvil y las conductas compulsivas relacionadas con este.

Generalmente, la terapia más utilizada para tratar este problema es la cognitivo – conductual. Durante las sesiones la persona se va enfrentando poco a poco a las situaciones que le asustan, a la vez que intenta cambiar sus creencias respecto al uso del móvil y forma nuevos hábitos más saludables.

Muchas personas, sin embargo, deciden no acudir a terapia y tratan de solucionar la nomofobia por sí mismas. Algunas de las técnicas más habituales implican el uso de temporizadores, dejar el móvil en casa, o directamente eliminar todas las cuentas en redes sociales y las aplicaciones que más utiliza.

 Prevención

A pesar de que existen varios tratamientos efectivos para la nomofobia, suele ser mucho más útil prevenir la aparición del problema. En este sentido, es fundamental llevar a cabo una buena campaña de concienciación sobre los riesgos del abuso de las nuevas tecnologías, especialmente entre los más jóvenes.

Por otra parte, crear hábitos saludables y participar en aficiones que no estén relacionadas con las nuevas tecnologías son dos maneras muy efectivas de reducir la probabilidad de aparición de la nomofobia.

 Consejos

  • Apuntar lo que sería un uso razonable del teléfono
  • Apagar el móvil durante las comidas o durante una reunión familiarizados
  • Priorizar la realidad al mundo virtual
  • Si nos damos cuenta de que la ansiedad se apodera de nosotros al dejarnos el teléfono en casa, nunca está de más consultar con un especialista.