El calabacín es una hortaliza que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Esta familia comprende unas 850 especies de plantas, en su mayoría herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y protegidos por una corteza firme. Frutas tales como la sandía y el melón pertenecen a esta misma familia, junto con hortalizas tan comunes como el pepino o la calabaza.

Beneficios del calabacín

Valor Nutricional

El calabacín es un alimento ideal debido a su bajo contenido calórico: 100 gramos de calabacín apenas tienen 20 calorías. Casi no contiene grasa, pero sí está repleto de agua, fibra y minerales: calcio, potasio, sodio y fósforo.

Este alimento puede llegar a alcanzar hasta un metro de longitud, es un antioxidante muy potente, además de ser una de las verduras con una larga lista de beneficios.

Entre los valores nutricionales del calabacín destaca el agua (94,6 gramos por cada 100 gramos del producto), calcio (19 gramos por cada 100 gramos comestible del producto), magnesio (18 gramos por cada 100 gramos de la parte comestible de los calabacines) y potasio (230 gramos por cada 100 gramos del alimento).

Controlar el colesterol

El consumo de calabacín en nuestra dieta nos ayudará a bajar el nivel de colesterol en nuestro sistema, pues muchos estudios han puesto sobre la mesa que la fibra dietética que contiene el calabacín colabora para reducir los niveles de colesterol. Así, sus altos niveles de vitaminas A y C también contribuyen a la disminución del riesgo de arterosclerosis.

Mejora la salud cardiovascular

Su contenido en magnesio permite reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Adicionalmente su contenido en ácido fólico ayuda a descomponer la homocisteína, aminoácido que en altos niveles se asocia con ataques al corazón y trombosis.

Cuida nuestra salud ocular

Uno de los mejores beneficios para la salud del calabacín es el fortalecimiento de nuestros ojos gracias a la luteína y la zeaxantina. Estos fitonutrientes tienen un impacto positivo en la vista. Garantizan que nuestros ojos estén a salvo de los efectos dañinos de los rayos solares y previenen la degeneración macular asociada a la edad

Pérdida de peso

El calabacín es eficaz para el control de peso debido a su combinación de fibra y agua y un bajo contenido de calorías. Todo ello lo convierten en un alimento muy apto para las dietas de control de peso. Además, gracias a su alto contenido en fibra tiene un gran efecto saciante, lo que nos ayuda a controlar el apetito.

Previene el cáncer

Por una parte su aporte en fibra ayuda a mantener la buena salud del intestino, impidiendo que se instalen toxinas que puedan causar cáncer en esta zona. Por otro lado, las vitaminas A y C, por su poder antioxidante, destruyen las  sustancias cancerígenas responsables de varios tipos de tumores malignos.

Vitaminas

Siempre que se consuma crudo o ligeramente cocido al vapor, destaca su contenido de vitamina C. Un calabacín mediano crudo (250 g) aporta el 60% de las necesidades diarias.

Es significativa la presencia de vitaminas del grupo B, esenciales para la obtención de energía. Importante es la cantidad de ácido fólico, vitamina decisiva para la salud del sistema nervioso y el sistema inmunitario.     

Mejora la digestión

La incorporación de calabacín en su dieta puede ayudar a mejorar la digestión, incluida la reducción de la incidencia de estreñimiento y otros problemas digestivos.

El calabacín es rico en agua. También contiene cantidades significativas de fibra, electrolitos y otros nutrientes que son necesarios para un sistema digestivo saludable.

El consumo regular de calabacín también puede ayudar a prevenir las úlceras, el síndrome del colon irritable y el cáncer de colon.

Protege contra la oxidación y la inflamación

El calabacín es rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, incluidas las vitaminas A y C, la glutatión peroxidasa y la superóxido dismutasa. Grandes cantidades de estos compuestos se encuentran en la piel del calabacín. Por esta razón, se aconseja consumir tanto piel como pulpa.

Comer calabacín regularmente reduce la oxidación y la inflamación en el cuerpo. Esto aumenta la inmunidad y protege contra enfermedades asociadas con la inflamación.

El calabacín es rico en fibras

Los calabacines son ricos en fibra, por lo que contribuye a combatir el estreñimiento, favoreciendo un regular tránsito intestinal. Además, contiene mucílagos, que son unas sustancias que suavizan y desinflaman las mucosas del aparato digestivo.

Promueve la salud de la próstata

Por su contenido en fitonutrientes, reduce los síntomas de la hipertrofia prostática benigna (agrandamiento de la próstata), lo que trae complicaciones en la micción y función sexual.

Para que puedas obtener todos estos y más beneficios del calabacín es recomendable consumirlo con su piel, las variaciones amarillas se pueden consumir crudas al ser un poco más suaves.

Contra el envejecimiento

Dado que contiene vitaminas A y C, antioxidantes que nos ayudan a mantener una piel sana y a luchar contra los radicales libres dañinos, el calabacín ayuda a combatir contra el envejecimiento. Los radicales libres son responsables de causar el envejecimiento de la piel, provocando la aparición de manchas y arrugas. Así que para prevenir los síntomas del envejecimiento, nada como el calabacín.

Antioxidante

Hemos dicho que el calabacín es rico en vitamina C, que es un potente antioxidante. Como tal, contribuye a disminuir el riesgo de contraer muchas enfermedades, entre ellas las cardiovasculares, las degenerativas y el cáncer. Esto es posible gracias a que combate los radicales libres, que son la causa, además de las enfermedades que hemos nombrado anteriormente, del envejecimiento y la calvicie, entre otras.

Reduce los niveles de azúcar en la sangre

Los niveles altos de azúcar en la sangre y la diabetes son problemas que se ven agravados por una dieta alta en carbohidratos (poco saludables) y baja en fibra.

Al incluir el calabacín en su dieta, aumenta la ingesta de fibra. También puede reducir su consumo de carbohidratos porque se sentirá satisfecho por más tiempo.

Estos cambios en la dieta pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre y aumentar la sensibilidad a la insulina.

¿Cómo elegir un buen calabacín?

Cuando vayas a comprar calabacines, deberás seguir estas 2 pautas dependiendo de la calidad que busques.

Deben ser firmes, compactos y pequeños o medianos, aunque pesados en relación a su tamaño y sin manchas en su piel. Los calabacines grandes suelen tener una carne menos tierna y muchas pepitas. No te fijes en el color ya que esto dependerá de la variedad, no de la calidad.