Cultura gitana: Origen
Cultura gitana. Los gitanos tienen origen en el Punjab la región al noroeste de la India. Posteriormente, después de unos años, en 1.000 DC, los gitanos salieron para escapar a los prejuicios de los árabes. En consecuencia, su expansión y dispersión sin duda comenzó hacia los países de Europa occidental y se realizó a través de dos rutas: una bordeando la costa mediterránea (norte de África) y otra a través de los países de Europa Central.
Después de eso los gitanos estuvieron divididos en grupos y subgrupos que hablaban dialectos afines aunque distintos. Sin embargo, de todos los grupos, sin duda, fueron los Roms, el subgrupo que más conservó las tradiciones, el idioma y los usos propios por lo menos hasta hace algunas décadas.
Por otro lado, en la Argentina comenzaron a verse a comienzos del siglo XX. En un comienzo se ubicaron en la periferia de las zonas urbanas. Posteriormente asentándose en carpas para poder seguir el instinto nómade de su cultura.
En definitiva, con el gobierno militar de 1968 fueron obligados a dejar sus carpas para establecerse y vivir en casas, esto no impidió que mantengan muchas de las costumbres de sus antepasados.
Actualidad
En la actualidad hay más de 12 millones de gitanos por el mundo y si bien la tendencia en número está bajando, la cultura gitana mantendrá bases sólidas durante siglos.
La mayoría del pueblo gitano se trasladó al catolicismo y más adelante algunos fueron convertidos a la religión del lugar al cual emigraron. Su religión formal está basada en la presencia de una fuerza del bien, Del o Devel y de una maléfica, Beng, opuestas entre sí.
- La existencia de bibaxt (mala suerte) y de muló (espíritus sobrenaturales)
- El poder de la buena suerte, los amuletos y talismanes
- El poder de maldiciones
Idioma romaní
La lengua gitana es el romaní, un idioma indoeuropeo surgido del sánscrito. Que el romaní está relacionado con el cingalés, todavía hoy hablado en Sri Lanka. En la actualidad, sin embargo, la mayoría de los gitanos del mundo habla la lengua del territorio en que habita, adaptándola mediante el fenómeno llamado pidgin.
