El tema de los denominados parásitos espirituales es más delicado de lo que suena. Para entrar en él debes saber qué son y qué síntomas pueden producir. No es un tema bonito, te aviso desde el principio. Hablar de ello incluso, te confieso, me genera escalofríos. Sobre todo porque lo que voy a contarte son experiencias de alguien muy cercano a mí (habiendo tenido yo misma alguna que otra).

Empecemos por delimitar el tema:

¿Qué son los “parásitos espirituales”?

Los parásitos espirituales son energías negativas que se pegan a los campos energéticos (o aura). Que todo cuerpo humano posee con la intención de “chuparnos” la energía. ¿Cuál es el fin de esto? Simple, así como nosotros debemos ingerir alimentos para vivir, ellos deben ingerir energía y alimentarse de ella para seguir existiendo.

Para muchos de nosotros estas entidades permanecen invisibles e incluso no intentan acercársenos. Pero hay otros, no tan suertudos. Que son, de alguna manera, acechados constantemente. Este es el caso de esa cercana que te conté y estas son sus experiencias.

Cuando los parásitos acechan

Uno de los “síntomas” más característicos que se encuentran en las personas a las que se les está succionando la energía es, por supuesto, la fatiga, el agotamiento excesivo. Esto se puede producir no sólo por la falta de energía en sí. Sino también por la falta de sueño que genera, muchas veces producto del miedo a dormir. A esta persona, denominémosla ‘X’, a X lo atormentaban a la noche. Claro, cada vez que iba a dormirse le invadía el miedo y no podía pegar un ojo. Muchas veces si conciliaba el sueño se despertaba sintiendo un gran peso en el pecho, como si alguien se hubiera parado sobre él, que le impedía moverse.

Parásitos espirituales

No sería extraño que estas vivencias vengan acompañadas de experiencias sensoriales, sobre todo relacionadas con la vista y el oído. X me contó, respecto a esto, que cuando los entes astrales aparecían en su cuarto se sentía cierto descenso de la temperatura y veía como manchones negros, lo que denominó al hablar conmigo como “la densidad misma”.

En la calle también llegó a ver figuras sombrías, estiradas, que caminaban a su par.

Y por supuesto, algún que otro “llamado”. Gritos, más que nada. Una respuesta negativa abrumadoramente terrorífica para X al preguntarle a “eso” si necesitaba ayuda: “¡NOOOOOOO!”.

Mi experiencia

Como te he dicho al principio, yo misma tuve una que otra experiencia con estos entes astrales. No creo que estén conmigo siempre, que vengan a alimentarse de mi energía, pero creo que, al ser yo alguien cercana a X, y al haberle X impedido la entrada a su campo energético, intentaron hacerlo a través mío ¿Por qué creo esto? Porque ambos tuvimos la misma experiencia: una sensación extraña en el medio de la noche, abrir los ojos y ver una cosa flotando frente mío, una cara espantosa, con ojos que congelaban a cualquiera y que me miraban fijamente mientras se abatía contra mí. ¿Mi reacción? La misma que, un tiempo después me enteré, había tenido X cuando le pasó: tratar de alejarlo con los brazos hasta que se desvaneció.

El tema es que, a veces, al intentar cerrarles el camino a nuestra aura, a nuestra energía, podemos dejar de percibirlos, lo cual, lógicamente, es algo muy bueno. Pero hay veces que estas cosas no quieren dejarnos, no están listos para hacerlo, y siguen pegaditos a nosotros tratando de volver a entrar de cualquier modo posible.

X se había cerrado el tercer ojo con una profesional. Claro, esto hizo que dejara de percibirlos, de verlos y escucharlos. Pero hay una pequeña posibilidad de que sigan ahí, esperando.

Entonces ¿cómo eliminarlos?

Mi primer consejo es que busques un profesional. Un terapeuta holístico que se encargue de estas cosas con conocimiento y experiencia. Como has visto el tema no es fácil ni mucho menos lindo. Encontrar a una persona especializada en eliminar estos parásitos es lo mejor que puedes hacer y es, por ende, mi consejo número uno.

Pero recuerda que también puedes recurrir a algunos métodos “caseros”. Yo no creo que se eliminen sólo porque uno lo desea, creo que sin duda necesitarás alguna terapia de sanación, pero también creo que ayudará si:

  • Prendes incienso, sándalo o mirra periódicamente, pero ¡OJO! Estos deben ser naturales. Puedes comprarlos en santerías. Nunca utilices los de supermercados o cualquier casa de aromas. La idea no es que deje rico perfume, sino que ayude con las malas energías.
  • Puedes meditar mirando el símbolo de sanación de chakrasAntahkarana”, su efecto es instantáneo, generando positividad sobre los chakras y el aura.
  • Y sobre todo, puedes recibir Reiki.

Si sientes cosas como las que aquí te conté, no tienen que ser iguales ni las mismas, pero del estilo, primero, sabes que no estás sola, y segundo, trata de averiguar por un terapeuta. Te aseguro que te puede hacer muy bien. A X le ayudó un montón.