¿Si los océanos siempre han sido una metáfora de la vida; entonces, los barcos son pequeños universos en los que coinciden los más diversos personajes, compartiendo una travesía vital?.Después de vivir dos décadas en Panamá, el artista plástico ecuatoriano-panameño, Fernando Toledo (1962), responde a esta pregunta con su nuevo trabajo. Acaba de inaugurar su exposición: «A dónde el otro mar los lleve», en la Galería Allegro de la Ciudad de Panamá. De alguna manera, era un tema pendiente en su propuesta pictórica.

Fernando Toledo: A donde el Canal nos lleve

Él es consciente que la geografía panameña y su vocación de tránsito influyen notoriamente en las manifestaciones artísticas de la nación. Y que la pugna entre individuo y naturaleza supuso una titánica obra como el Canal de Panamá, que acaba de ser ampliado con una inversión de más de cinco mil millones de dólares.

Su construcción inicial y la operación per se han dejado una huella en el arte local que hasta ahora se mantiene. La pintura se dió gracias a extranjeros que transitaban por el istmo y que utilizaron al país como eje de comunicación hacia otras tierras. Desde diferentes perspectivas y con técnicas diversas, los panameños absorbieron sus influencias y miraron con otra óptica su entorno a partir del siglo XX.

Este es un claro ejemplo. La serie de pinturas hace una reflexión en torno el Canal como espacio de cruce y arraigo, inmigración y búsqueda de mejores horizontes. Todo empezó con motivo de la celebración de los Cien Años del Canal de Panamá (2014), la Galería Allegro, bajo la curaduría de Mirie De La Guardia, organizó la exposición «República Canalera» en la cuál Toledo fue invitado para expresar, a través del arte, su sentir sobre este tema.

Fernando Toledo

Exposición

Es ahí cuando se preguntó: «¿Por qué no hacer una colección sobre el Canal?» Entonces, inició la travesía. Primero por su historia, luego por su geografía y, finalmente, se dejó llevar por la imaginación. Creó un lenguaje particular sobre acrílico y carboncillo, en donde barcos, cruceros y cayucos traspasan las esclusas para seguir navegando.

Otro de los protagonistas de esta secuencia es el barquito de papel. Según el autor, era la manera más fácil de simbolizar el deseo de viajar cuando uno es niño. Estas piezas se realizaron con bonos que los franceses crearon para financiar la construcción del Canal. El centenar de  barquitos, están surcando por la pared, el suelo y entre los cuadros colgados en una de las salas de la galería.

Al ver esta exposición, uno podrá imaginar que ondula por aquellos barcos colmados de personajes increíbles, que arriban o que parten. Podrá soñar que atraviesa por paisajes flotantes, y por el Corte Culebra. Verá cayucos viajando por la bahía, como si fueran arcas llenas de experiencias. Una travesía, un ritual, en cada cruce para llegar al destino soñado.

Cabe destacar que el artista tiene una trayectoria de más de dos décadas en la que ha desarrollado una obra importante en la plástica panameña e internacional. Ha expuesto en varios países de América y Europa y ha participado en bienales y subastas importantes en Centroamérica, Estados Unidos, Ecuador y Panamá.

Con esta propuesta pictórica, un trabajo relacionado con travesías que cruzan de un mar a otro, Fernando Toledo deja claro que el Canal de Panamá y los océanos seguirán manteniéndose como fuente de inspiración para quienes radican en ese país plagado de maravillas y extravagancias.