Arritmia cardiaca:

La arritmia cardiaca es una alteración del ritmo (o regularidad), frecuencia cardiaca o conducción del impulso eléctrico electro cardiaco. Se produce cuando algunas células que normalmente controlan estas variables se ven se ven influidas por diversas condiciones, algunas fisiológicas y otras patológicas.

Diagnóstico

Para diagnosticar una arritmia, el médico debe interrogar al paciente sobre su estilo de vida y antecedentes familiares. Posteriormente, se realiza un examen cardiaco y uno físico para controlar la presión arterial y el pulso. El especialista indica que el primer examen que se utiliza es el electrocardiograma (ECG), donde se mira el corazón desde 12 visiones diferentes. Otro procedimiento que se indica es el holter, que registra la frecuencia y el ritmo cardiaco durante 24 horas.

Si con estos exámenes no basta, existe un método más sofisticado, llamado loop, que es similar al holter, pero con una duración más prolongada de hasta varias semanas. Finalmente, se puede realizar otro examen más complejo y que requiere hospitalización, llamado estudio electrofisiológico, que consiste en poner catéteres dentro del corazón para estimularlo y estudiar su comportamiento eléctrico.

Causas de la arritmia cardíaca

Hay muchos factores que pueden provocar o dar lugar a la arritmia cardíaca, como:

  • Un ataque cardíaco que esté ocurriendo en el momento.
  • Cicatrización del corazón provocada por un ataque cardíaco antiguo.
  • Cambios en la estructura del corazón, por ejemplo, a raíz de una cardiomiopatía.
  • La obstrucción de arterias del corazón (enfermedad de las arterias coronarias).
  • Presión arterial alta.
  • Hipertiroidismo o hipotiroidismo.
  • Tabaquismo.
  • Consumo de demasiado alcohol o cafeína.
  • Abuso de drogas.
  • Tumores o trombos que se generan adentro del corazón
  • Estrés.
Arritmia cardiaca
  • Ciertos medicamentos y suplementos, como los medicamentos de venta libre para el resfrío o la alergia y los suplementos nutricionales.
  • Diabetes.
  • Apnea del sueño.
  • Genética.

¿Cuándo es preocupante una arritmia cardiaca?

Si te preguntas cuándo es preocupante una arritmia cardíaca, tienes que saber que para descartar problemas más graves, hay que dejar de lado las palpitaciones que no tienen relación con el nerviosismo, la ansiedad o una situación que haya provocado miedo a la persona.

Sin embargo, las palpitaciones que producen pérdidas de conocimiento como el síncope, en las que el riego sanguíneo en el cerebro puede ser deficiente o verse afectado, las que provocan taquicardia o las relacionadas con la falta de latidos son causas muy preocupantes.

Además, en el caso de que se no trataran de arritmias muy graves la persona podría llegar a morir de manera súbita.

Por otra parte, las arritmias que poseen un origen hereditario, las menos comunes, son también bastante graves.

Los expertos indican que las personas que han sufrido previamente enfermedades cardiacas están dentro de los grupos de riesgo, por lo que tienen que comunicarle a su médico si están padeciendo cualquier tipo de síntoma de inmediato.

Tratamiento de las arritmias

Las arritmias pueden ser tratadas con:

  • Fármacos: esta línea de tratamiento es la más habitual, sobre todo cuando no son arritmias muy graves. Existen fármacos:
  • Antiarrítmicos que dificultan la transmisión del impulso eléctricos.
  • Beta-bloqueantes, con un efecto estimulante de la adrenalina.
  • Antagonistas de canales de calcio, que disminuyen la entrada de calcio para evitar que las arterias se estrechen.
  • Marcapasos: son dispositivos electrónicos que actúan en lugar del marcapasos natural del corazón. Se implantan a través de cirugía y se programa la secuencia del corazón para que tenga un ritmo adecuado. Son aparatos muy duraderos. Generalmente, se usan cuando existe una bradicardia para ayudar al corazón a enviar los impulsos eléctricos.

¿Cómo prevenir una arritmia cardiaca?

El estrés y la agitación pueden desencadenar trastornos del ritmo cardíaco. Evite ambos siempre que sea posible. Descanse varias veces al día y relájese.

Absténgase de beber mucha cafeína o alcohol y evite fumar. Si quiere dejar de fumar, su doctor le asesorará sobre los programas apropiados para ello.

Algunas medicaciones pueden desencadenar trastornos rítmicos. Si toma alguna medicación, hable con su médico y consúltele para cambiar la dosis si fuera necesario.

Aproveche todos los chequeos médicos, pues diferentes enfermedades, como el hipertiroidismo, pueden causar arritmia.

Estilo de vida y remedios caseros

Tu médico puede sugerirte que, además de otros tratamientos, hagas cambios en tu estilo de vida que mantengan tu corazón lo más saludable posible.

Estos cambios en el estilo de vida pueden incluir:

  • Consumir alimentos saludables para el corazón. Sigue una dieta saludable, con poca sal y grasas sólidas, rica en frutas, vegetales y cereales integrales.
  • Hacer ejercicio con regularidad. Trata de hacer ejercicio durante al menos 30 minutos la mayoría de los días.
  • Dejar de fumar. Si fumas y no puedes dejar por tus propios medios, habla con tu médico sobre las estrategias o los programas para ayudarte a abandonar el hábito.
  • Mantén un peso saludable. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
  • Mantener bajo control la presión arterial y los niveles de colesterol. Haz cambios en el estilo de vida y toma los medicamentos según se te hayan recetado para corregir la presión arterial alta o el colesterol alto.
  • Beber alcohol con mesura. Si eliges beber alcohol, hazlo con mesura. Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
  • No abandonar la atención de seguimiento. Toma los medicamentos según lo recetado y asiste a consultas de seguimiento regulares con el médico. Habla con tu médico si tus síntomas empeoran.

Otras recomendaciones

Estimular el nervio vago

El nervio vago conecta el cerebro al corazón y estimularlo puede ayudar a calmar las palpitaciones. Una persona lo puede hacer de la siguiente manera:

  • aguantar la respiración y presionar, como si estuviera defecando
  • toser
  • colocar hielo o una toalla fría y húmeda en la cara por unos cuantos segundos
  • tragar fuerte
  • salpicar agua fría en la cara
  • hacer el sonido “Om”
  • tomar un baño frío.
  • Antes de probar este método consulta a tu médico, quien te puede aconsejar una mejor técnica.